martes, 17 de febrero de 2009

KÜRAIMBE

Desenfrenado Paraguay!
De qué sirvió la luna pura
iluminando los papeles
de la geometría dorada?
Para qué sirvió el pensamiento
heredado de las columnas
y de los números solemnes?

Para este agujero abrumado
de sangre podrida, para
este hígado equinoccial
arrebatado por la muerte (…)

… mira tu pan, tu tierra, tu multitud raída,
tu estirpe roca!
Miras ese valle
verde y ceniza desde el alto cielo?

Pálida agricultura, minería
harapienta, silencio y llanto
como el trigo, cayendo
y naciendo
en una eternidad malvada.
Paraguay, IV. Canto General. Pablo Neruda.

Cien lenguas tuviera yo
Cien bocas y una voz de hierro
Y sería incapaz de explicar todas las formas de necedad
¡Imposible dar los nombres de la estulticia!
Virgilio. EneidaVI, 625

“Cuanto más y mejor entiendas, tanto más gravemente serás juzgado si no vivieses santamente” II
“Los hombres pasan, la verdad del Señor permanece para siempre” V
Imitación de Cristo. Tomás de Kempis.

Toda la vida humana, en fin, no es más que una especie de deporte de la insensatez.
27 elogio Erasmo


PROLOGO

En el año 1886 el gran escritor Robert Louis Stevenson publicó una obra fascinante titulada “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”. Muy a grandes rasgos, puede decirse que la referida obra narra la vida de un respetado científico (Jekyll) aficionado a los experimentos y que gracias a su pasión y empeño logró desarrollar una pócima que le permitía convertirse en otro hombre (Hyde) y de esta manera, poder liberar su lado oculto, librarse de la ataduras e imposiciones sociales y dar rienda suelta a sus más oscuras y siniestras fantasías….

Pues bien amables lectores (si acaso la raza humana sigue contando con personas “amables” y ni qué decir de “lectores”, atributos éstos, sin dudas en peligros de extinción) la obra que nos regala Leonardo en esta ocasión bien puede ser comparable a la novela de Stevenson y les adelanto queridos amigos, que a lo largo de la misma, “Leo Hyde” desplaza y opaca totalmente a “Leo Jekyll” así que prepárense una vez más para fungir de sparring de nuestro lúcido y lapidario escritor…

En efecto, con su habitual estilo herético, en “Kuraimbé” (título que no podía ser más apropiado ya que verdaderamente para esta ocasión Leo afiló muy bien su ya de por sí punzante lengua) el autor nos deja una vez más perplejos sacudiéndonos hasta los cimientos. El libro que prologamos (a mucha honra hay que decirlo), pendula entre dos estilos claramente definidos: el siempre atrevido, provocador y liberador libelo panfletario y la serena, profunda, erudita y elegante reflexión poética. Por tanto, estimado lector, no se sorprenda cuando se vea sacudido por el terremoto de ideas trabajadas por Leonardo por momentos con ácida ironía y en ocasiones con prudente serenidad.

No permita que la prosa desafiante, agresiva, irreverente y mordaz le priven de la posibilidad de deleitarse con un libro de profundo contenido crítico. “Kuraimbé” -parafraseando a Mario Vargas Llosa- pertenece a una riquísima tradición que tuvo sus maestros en Pascal y Voltaire y que luego continuaron Sartre, Camus y Revel: El Panfleto. Amigo lector, tiene hoy en sus manos un libro de estilo polémico y beligerante pero no por ello menos didáctico y divertido, cualidades éstas, necesarias para estimular el pensamiento y la reflexión crítica.

Precisamente, a lo largo de la obra, Leonardo arremete contra “el sistema”. Arrancando por la clase política, el autor inicia una travesía crítica que recorre toda la fauna de nuestra particular y pintoresca sociedad: estudiantes y “proesores”, jueces, militares, consumistas, indígenas, campesinos, “hijitos de papá”, meretrices, novias indignas, funcionarios públicos, amantes furtivos, fanáticos religiosos, moralinos, etc., son descriptos en sus rasgos más funestos y perversos…

Incursionando (¡por fin!) de lleno en el mundo de la política (disciplina que Leonardo dice aborrecer aunque yo sospecho todo lo contrario) el autor, en apariencia resignado, parece sugerir que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. Describiendo de modo preciso esa estampa de “país del infortunio” a la que se refería Teodosio González, el autor denuncia sin ambages la mediocridad imperante en nuestro medio.

Tal vez sin proponérselo como idea central, su obra formula una crítica tan cruda como necesaria al modelo político – jurídico. Casi desafiando a Montesquieu satiriza la teoría de la división de poderes señalando, entre otras cosas que “También los administradores (de la cosa pública) se unen al banquete, ya que son parte del bonete, del payaso país”… (sic).

Luego de poner en evidencia las miserias del sistema educativo, se burla (y con razón) de los “grandes varones” que después de “pasar el año en joda” (sic) apelando a “dictadillos y fotocopias” (sic) desfilan orondamente en las páginas centrales de los periódicos locales sacando lustre al fétido e inmerecido título profesional que rápidamente los posiciona en la cúspide de la pirámide social de este “mundo del revés” en el que vivimos. Siguiendo la línea de autores de la talla de José Ingenieros, Leonardo deja en total evidencia al “hombre mediocre” y nos propone (indirectamente) el desafío de derrotar la rutina y la mediocridad que caracterizan al modelo actual vigente.

Sin caer en la exageración, puede decirse incluso que, en ciertos pasajes, el libro que hoy tienen en sus manos se asemeja mucho (claro que en su estilo peculiar) al célebre “Emilio” de J.J. Rosseau puesto que Leonardo, pone el dedo en la llaga al denunciar el pacto de mediocridad existente entre docentes y alumnos, perversión que simplemente consolida la “pútrida burocracia mal funcionante” parafraseando al propio autor.

Acaso desencantado por la crítica y agobiante realidad político – cultural de nuestro país, Leonardo afirma en un tramo del libro que lamentablemente “la deshonestidad es el monarca supremo”. Señala que la sociedad ha perdido el rumbo, que carece de valores, afirma incluso que “hablar de Dios es lo más barato que hay”. Levantando el puño bien apretado, pone en evidencia (de un modo muy peculiar… ya lo verá usted mismo), a las autoridades que se olvidan de la gente y sólo defienden sus intereses personales.

A lo largo de la obra, el autor cuestiona severamente un sistema electoral que posibilita que los políticos tengan “inmunidad garantizada y derecho de reelección” (sic) y que facilita las avivadas criollas de los funcionarios públicos a quienes inclusive, los clasifica y divide en sub especies tales como “lustrabotas – lamehuevos”, “prepotente ñembombarete´í”, “asqueroso gordo seccionalero”, “mero zoquetero”, “títere”, “mero haragán”, “hijo de papá”, “puro coimero” y otras “combinaciones innumerables” y “variables inagotables” como él mismo sentencia….

Y si bien Leonardo se pregunta en el libro “¿en qué ley dice que no puedo odiar a este país?”, personalmente estoy absolutamente convencido que su aporte crítico a través de sus libros (ya numerosos por cierto más aún si se toma en cuenta su juventud), no hace sino reafirmar un profundo sentimiento patriótico que busca desesperadamente cambiar las cosas para salir del pozo en el que se encuentra esta “isla rodeada de tierra” tal como definiera a nuestro país el eximio Augusto Roa Bastos.

La prueba más evidente del amor del autor para con su tierra, para con su gente, para con sus compatriotas… está materializada en el propio libro… ¡¡¡sí, en éste libro!!!, que en un gran trecho de su segunda parte (ahí donde fluye “Leo Jekyll”), resalta aspectos nobles como por ejemplo, la Fidelidad o enfatiza la necesidad “Del empeño que se debe poner en luchar en contra de la injusticia” (sic).

Es más, asumiendo el riesgo de ganarme la antipatía de los que resuelven emprender la fascinante aventura de recorrer las páginas del libro que tienen en sus manos, anticipando más de lo que debiera, a continuación (y porque me parece importante graficar todo lo que se expuso en los dos párrafos precedentes) me permito (solicitando su indulgencia amigo lector) transcribir literalmente un pasaje de la obra que dice así: “Lo mejor sería que siempre aboguemos por lo justo, por lo que corresponde, por lo apropiado, por lo correcto. Pero casi nunca es así. La dura condición para que la mayoría de nosotros persiga la justicia es que nos toque personalmente lo opuesto a ella; antes de eso, el llanto de los vecinos o compatriotas no será sino ruido molestoso”…. Y continúa diciéndonos Leonardo “Esta indiferencia surge del egoísmo inherente del ser humano, que busca, antes que nada, su propio bienestar antes que el de los demás…. Por tanto, son dos batallas: la interior y la exterior. La primera difícil, sutil, imperceptible y secreta, cuya recompensa es la perenne paz; la segunda ruidosa, evidente, sencilla, con gloria, vítores y fama esperando al que la lleva a buen término”.

Distinguidos lectores: como muchos de ustedes sabrán, en la novela de Stevenson citada al principio del prólogo, Mr. Hyde llega a dominar totalmente al Dr. Jekyll motivo por el cual éste se quita la vida para evitar que aquél siga cometiendo atrocidades; por mi parte (y esto lo digo tanto como lector asiduo de las obras de Leonardo así como en mi carácter de padre de familia y ciudadano preocupado y comprometido con la construcción de una sociedad mejor), ruego que “Leo Jekyll” siga bebiendo la pócima o el elixir que da vida a “Leo Hyde” pues nuestro país necesita de espíritus irreverentes, mordaces, impetuosos y creativos que nos ayuden a encontrar, de una vez por todas, el camino que nos permita recuperar nuestra dignidad y nuestra libertad ….

Queridos amigos, no tengan dudas que Leonardo nos vuelve a regalar una pieza filosófico – literaria sin desperdicio. Por ello, los invito a que no se dejen intimidar por el estilo “leonardiano”; es más, los insto a que desafíen (desafiemos) al autor quien, tomándonos del pelo y jugando (una vez más) con todos nosotros afirma que “publico lo impublicable porque sé que nadie se va interesar en leerlo” (sic). Vamos a demostrarle a Leonardo que se equivoca profundamente en la afirmación antes transcripta. Pero sobre todo, demostrémonos a nosotros mismos que estamos dispuestos a pagar el alto costo que la vida nos exige para llegar a ser mejores personas: leamos …. Leamos con pasión y devoción; con serenidad y vehemencia; con alegría y convicción; en fin, simplemente leamos…

Tal como (nos) lo recuerda Leonardo, tengan presente que el gran desafío que enfrentarnos es “salvarnos …¿de qué?....de nuestra propia estupidez”; y para lograr semejante (¡Quijotesca!) empresa, inexorablemente debemos superar esa situación extraña y paradójica de la vida que (según lo afirma mi entrañable amigo Leonardo) hace que “no se pueda vivir la vida en plenitud sin comprenderla; pero que (desgraciada y lamentablemente agrego yo) se pueda seguir viviendo sin saber lo que se está haciendo”.

Robert Marcial González
Noviembre/2008

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A toda esa gente que tiene, en su cédula de identidad, en el lugar donde dice “nacionalidad”, este nefasto epíteto: “Paraguaya”.









POESÍA “ASUNCENAMENTE” SOEZ

El político habla de su trabajo
Como si fuese algo muy importante
Cuando lo que hace es muy simple:
Robar
Siempre sonriente en los carteles
Su arma letal es la amabilidad...
En las bancas de las morsas senatoriales
Muestra un comportamiento
Digno de un hincha nervioso
Y borracho, en la cancha
¡Qué mejor que un buen moquete
para acelerar la elaboración de leyes!
¡O ir a ocasionar un apagón de luces
en la elección de representantes!
Discurseando, comiendo o roncando
El día se va
Y nada útil ha hecho por el país
“¡Qué lo que tanto, mba´e pio la pe je plaguea!”
Dice a sus correligionarios
Mientras mete la mano en sus bolsillos
“Ña ganáta ngo lo mitä”
Escupe sonriente a sus opositores
Parapléjico de tanto pokarë
¿En quién confía este hombre?
¿Y quién confía en él?
El político habla de la democracia
Como si fuese algo muy importante
Cuando que es algo muy simple:
Despotismo
Momentáneo, salvaje y fuera de control
Del babeante canalla
Que por designio de la negra providencia
Clavó su culo en una silla
¡Estos mini-hitlers al poder
han de restregarse lo más que puedan
en el asiento
dejando poco más que mierda
y olor a pedos!
El político habla de la libertad
Como si fuese algo muy importante
Cuando que es una cosa muy simple:
Atropello
A los pobres, a los desamparados
A los hambrientos, en síntesis:
Al pueblo
Que dice representar
Su influencia se esparce
Como una fétida cloaca
Fuera de su canal
“¡Soy el senador fulano!”
“¡Soy el diputado mengano!”
(“¡Y me dan bien duro por el ano!”)
Vomita a grito pelado cuando puede
Y con los ojos rabiados si es esposado
(¡Y no con mujer, sino con las gemelas de hierro!)
O hallado in fraganti
“¡Nda che kua´ái pio, che ngo intendente trolano!”
“¡Che ngo concejal putano!”
(“¡El trolo con el culo reventado y semen en la mano!”)
Parece decir
En sus innumerables mítines partidarios
Y en los asadachos
Mientras compite con sus correligionarios
En quién come más chanchos
(¡Caníbal que ni siquiera respeta a los de su propia especie!)
El político habla de la fidelidad
Como si fuese algo muy importante
Cuando que es una cosa muy simple:
Vasallaje
Con la extorsión y la prepotencia
Teje una manga de monos
Que le han de profesar
Fe sincera
¡Desde la estupidez, con estupidez
hacia la estupidez!
La manga de gorilas pagados
No hace sino la voluntad
De su tarzán
Con garrote en mano
Y fajo de billetes en el maletín
No se trabaja en vano
Ganando siempre un buen botín
¡No hay pelagatos que se esconda bajo peluquín!
Cuando estos hombres-escombro
Empiezan su tarea
Porque la suerte ya fue echada
En la asamblea
El político habla del país
Como si fuese algo muy importante
Cuando que es una cosa muy simple:
República bananera
Carente de fronteras, seguridad o ley
¡Aquí todo el que tenga plata es rey!
Y está en la competencia
La corrupción siempre es urgencia
Primera en toda agenda
Con ribetes senatoriales
¡Viva el cargo de los inútiles!
¡Viva el robo que cometen!
¡PERO MÁS VIVA LA CIUDADANÍA
QUE LOS MANTIENEN!
¡Las sillas de cargos ejercen inversa atracción gravitatoria moral!
Ya que lo peor y más bajo
De la república en venta
Halla cabida, bien alto, en ellas
¡Viva el país en alquiler!
¡Viva la corruptela!
¿Por qué no decirlo
si a fin de cuentas nada más queda?
Nuestros líderes
Dignos hijos de la patria-puta
REALMENTE
Nos representan

Con el crin brillante
De peinado de gallo
Y su cimbreante
Cuatro por cuatro
Se pasea orgulloso
El hijito de papá
Con su música a todo volumen
Desvencijando las calles con efecto doppler
Y a toda velocidad
Ahí va
¡El hijito de mamá!
Siempre churro, siempre fisicudo
En su camisita de trolo
(Apretada hasta la afeminación)
Y sus secretos impulsos
De homosexual frustrado
Que sólo por microsegundos
Flota en la mente conciente
Mientras, en el gimnasio
Admira los brazos
De su “socio”
¡El hijito de mamá!
¡Tan ñembo macho el tipo!
Tan nerviosito y camorrero
Que no desaprovecha oportunidad
Para APRETAR algún “ojo negro”
En sí mismo o en su rival
O en su parte de atrás
¡El hijito de mamá!
Tan valiente frente a las chicas
Todo un donjuán
Que aunque sea un cagón de película
Querrá quedar como el mandamás
¡Dale oluo, dale papá!
Vos sos el más popular
Siempre buscando pleito
Creyendo que haciendo sangrar a los demás
Más pelota te van a dar
¡El hijito de mamá!
Tan picho el nene
Que tunea el auto de su papá
Y hasta su propio pene
De tan chico que está
¡Vamos tarzán, picho, papá!
¡Sos el mejor, rambo!
(Ramboludo querés que se te diga, ¿verdad?)
Te llevás todas las medallas
Ganando todas las batallas
Especialmente la de la estupidez
¡El hijito de mamá!
Siempre lindito y chúlina
Frente a papito y mamita
Que aunque ayer estuviese en pandilla
Robando y haciendo vandalismo
Hoy tendrá de postre helado de vainilla
Mientras sus víctimas tragan pastillas
Yesos y gasas en el hospital
¡Qué macho sos, pibe!
¡Todos te tememos, uy!
Sos tan peligroso dentro de tu grupito
De amigos igualmente peligrosos como vos
En su plena pubertad
¡El hijito de mamá!
Siempre el malito del grupete
Y el buenito cuando está solito
Para que no le rompan el ojete
Los del otro equipo
¡Sos ngo un ídolo, pendex!
¡Dale cacho, dale king kong!
Yendo a la cancha a armar desastre
Todo sudado y listo para el combate
Metiendo puños y patadas en la barra
Con los ojitos cerrados
¿Por qué pio se ponen todos luego contra
uno solo?
¡Qué malo sos, papá!
¡Qué miedo que tengo!
Con tu remerita del club (partido político, banda musical, etc.)
Tonto al que admirás
Por no tener nada útil que hacer
Con tu vida
¡El hijito de mamá!
El macho, el jefe, el popular
GASTANDO PLATA EN CERVEZA
EN VEZ DE ESTUDIAR
¡No digo que esté mal, no!
Pero al menos, no te vayas na a empedar tanto
Vomitando y durmiendo en las veredas
Igual tu mamá va a creer que sos santo
Aunque te hagan juicio oral
¡Qué mal, loco, que mal!
Queriendo armar siempre kilombo
Rompiendo las sillas y mesas, jugando picada en autopista
Pisando a las viejas, chocando y moqueteando
¿Por qué pio, oluo?
Si tenés todo
La casa, el auto, la pinta
La universidad en el bolsillo
Y tu papi en algún cargo importante
Andá na vos al menos, hacia delante
Auque el país vaya hacia atrás
Nosotros no importamos
¡Sólo vos, papá!
¡El hijito de mamá!
El que demuestra su amor por la novia
Pisoteando a los demás
(Gimoteando su complejo de inferioridad)
¡Y no digo que sea puta, no!
Sos vos el que te pasás
¡Quizá la pobrecita te quiera salvar!
(Fantasía común en las novias…)
De vos mismo
Así que, al menos no le maltrates
Porque aunque no le confieses
Tus infidelidades, tu secreta homosexualidad
Y tu odio por el mundo todo
Tu impotencia
Te va a perdonar

Los indígenas restriegan sus mugrientas humanidades
A las no menos mugrientas autoridades
En campante desfile pestilente, o sentados en el suelo
Destrozado de ciudades desahuciadas
¡Arremeten con la poca dignidad que les queda!
Sus niños deambulan desnudos y desnutridos
Jugando y riendo sin importarles los autos lujosos
Ni las cuentas bancarias, ni las mansiones
Ni los empréstitos, ni las jubilaciones
Ni quién gana las elecciones
Libres del doble dolor de la miseria
Y de saberse miserables…
Sus padres (¡esos haraganes!)
Refunfuñan y vociferan
Mientras esperan el siguiente sorbo del tereré...
De vez en cuando, un auto, para frente a las plazas
Cargado de víveres (sobras y desechos de ricos)
Así como de seres humanos no completamente sinceros
Y con temblorosa mano (que sabe que es su culpa)
Entrega la sonrisa fingida
El engaño ecuménico, la ficción o el sueño que nadie cree:
“Que son nuestros hermanos”
¡Oh, indígenas! ¿Quiénes sois?
¿Qué buscáis en esta tierra no ya vuestra?
Llenos de pobreza, de ignorancia y resentimiento
Hacia el demonio evangelizador, conquistador
Empresario, político o simple ciudadano
Que pasa vanidoso y pedante
Sentenciándoles la inexistencia
¡Abrid los ojos, indígenas, abrid!
¡Y que estallen las llamas!
¡Los siglos de esclavitud!
¡Suelten las estampidas de clamores
de un pueblo sin identidad ni futuro!
¡Que caigan las burocracias polvorientas
y los claques de poder abusador, de dinero
que no llega al que lo necesita!
Reencontrad el oasis perdido
DE LA INALCANZABLE INMORTALIDAD
DEL AGRADECIMIENTO
¡Aguyje, aguyje, aguyje!
¡El grito salvaje!
¡Aguyje en los cerros!
¡Aguyje en los yerbales!
¡Aguyje en las veredas...!
Gracias por representar
Lo poco que queda
De un país en ruinas

¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
¡Nosotros somos el pueblo!
Dignos hijos de la patria
Dueños de su heredad
Diciendo siempre
Solamente la verdad
¡Subamos al púlpito!
¡Jaha ja diskursea!
¿Qué importa la lógica
o la gramática, o los insultos
si al final decimos: “Viva el Paraguay”?
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Vamos a hacer unas cuantas hurras
Por la gente, por el pueblo
Por nuestro glorioso partido
Y por la libertad
¡Democracia, pueblo, gobierno!
¿Quién nos va a contrear?
Cada uno con su zoquete
Todos por igual
¡Ndaipóri ipochyva mi mariscal!
Y al que chilla, un fajo de billetes
En la boca ha oñekalma
¡Tendota ñe´ënte ngo ro akata!
¡Mba´e pio la varullo
mba´e pio peipota!
EL QUE SE PICHA, PIERDE
Y es dejado atrás
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Ya que hacemos cantidad
Y siempre somos más
En la junta de gobierno
O en la municipalidad
¡Que lluevan los zoquetes
y la plata en cantidad
como raudales ingentes
en una tempestad!
¡Qué importan los reveses
las grescas y desubicaciones!
Si le tenemos a los kakis
De los calzones
¡Jaha katu leka, jaha ja vota!
Que los muchachos no se olvidan
De los dedos que marcaron a nuestro favor
Y si la mano negra te agarra
¡No me importa tu dolor!
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Acá la cosa está que arde
Vamos todos esta tarde
A la seccional
¡Ehupi pue la polka, hätave lekajá!
Agarren su paño, vamos a bailar
Que si le molesta a los vecinos
Se pueden ir a la puta
¡Ndaipóri ojepichava!
¡Hatavë leka, ehupi pue kamba!
Dejemos que nuestra música
Suene hasta reventar
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Que no somos hombres-escombro
Sino fieles correligionarios
(De cualquier partido
Ya que aunque todos tengan color distinto
El olor a mierda es igual)
Soldados de la libertad
¡Somos luchadores de la patria!
Honestos, trabajadores, respetuosos de las leyes
Como todos saben
¡Y si la tele o los diarios lo niegan, mienten!
Las denuncias, imputaciones y sentencias
Son las calumnias de un sector insatisfecho y receloso
¡Serán nuestras medallas de la batalla
por un Paraguay glorioso!
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Vamos a armar kilombo
Si bola no nos dan
¡Aquí está el pueblo!
Si no, ¿dónde más?
Eleven los paños al viento
Nuestra bandera (del partido)
Ha ña moï ñane sombrero
Nadie nos va acallar
¡El pueblo unido
jamás será vencido!
E sapukái pue lekaja
Jahapa ñainupa, jaikutu, ñaikytï,
¡Jajapo sarambi!
Los tontos no comprenden
Ha´ekuéra oñembotavy
Ñandénte la karia´y
Los valientes que no se venden
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Pongan el coro al máximo volumen
Y que suenen los estribillos
¡La gloria es nuestra, caudillos!
Y de todos los que se nos unen
La tetä Paraguay roipotäva
Oï ore pópe camarada
Jahapa katu, ndaipóri okyhyjéva
Ore ko rovaleve
Umi arruinado vendepatria gui
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
Si tiene que venir la revolución
Jaheja toiko
Que nuestra gran nación
Nació del pecho de valientes
Y con el coraje de sus gentes
De fama eterna se vistió
¡Vamos Paraguay, vamos los indigentes!
Que también los pobres nuestros hermanos son
Y aunque los mencionemos en nuestra canción
Ya sabrán ellos manejarse
(Por no tener zoquete del que aferrarse)
¡Vamos las masas todas, vamos las mujeres!
Que esto no es populismo
O tácticas baratas
Ni quitar ventajas
De viejas encrucijadas
Sino el levantarse del pueblo
Todo junto, todo uno
Por un mejor porvenir
¡Pejupa korrelí, pejupa lo mitä!
No importa lo que ha de venir
Total, nuestra unión hace la fuerza
Ñambaapóta ko´agä, no más pereza
De aquellos corruptos, esos vendepatrias
QUE SON TAN DIFERENTES A NOSOTROS
En comportamiento, en ideales
Y por sobre todo
En alma

¡Mi amor, mi amor!
Arreglate el colorete
Y tapate el ojete
Que nadie vea el semen en tus labios
Ni la magulladura de tu ano
Ceñite bien la minifalda
Que aunque diez monos se te suban en la espalda
Tenés que agarrarme la mano
¡Mi amor, mi amor!
No que te recrimine
Ya que nada peor hay que desanime
Y rompa el humor
Que ser celoso
Y yo no soy tan buen mozo
O pecador
Y aunque entre el olor
De tu concha y el de una profesional
No haya mucha diferencia, y sea casi igual
Siempre te voy a preferir a vos
Que gratis otorgás derecho anal
¡Mi amor, mi amor!
Sé que me querés tal como soy
Y que no te importa que no sea un abogado
O un médico, o un contador
Con tal de que tenga pinta
Y cara de boludo
Ya que carezco de ambición
Excepto el del polvo ocasional
¡Gracias por tu comprensión
y por tu abertura vaginal!
¡Mi amor, mi amor!
Probablemente no tenga futuro
Ni progrese en la vida
O quizás encuentre laburo
Más adelante, junto a los pordioseros de la esquina
¡Al menos tengo tu recuerdo
para calentarme la pija!
Y si te encuentro por ahí cerca
Haciendo derecho de piso
Subiendo a los taxis
O despachando en la vereda
Mi glande, ¡sabés bien dónde queda!
¡Mi amor, mi amor!
Sos una rompecorazones
Te llevás todas las miradas
Mientras caminás con tu zapatito
Bien parado el culito
Balanceando las nalgas
Los tontos por vos suspiran
Mientras calculan sus posibilidades
Y los vivitos encima TUYO traspiran
Aprovechando las oportunidades
¡Mi amor, mi amor!
Sos una rompe-matrimonios
Al pedo luego uno se casa
Si siempre quiere dar masa
A cuanta cosa se mueva
¡Cualquier concha parece nueva
y fresca, que esté fuera de casa!
Pero está tan viva y calentita
Como un pollo recién quitado del refrigerador
¡Gran puta, mi amor
que desperdicio!
Todos vivimos así
Anhelando ese frenesí
Si sólo supiéramos con cuántos culos
Tetas, conchas y pijas se ha restregado
Ese manojo de carnes tan anhelado
¡En cuantos lechos habrá acabado
y con cuánta gente se habrá consumado!
Pensaríamos dos veces antes de involucrarnos
Con esos objetos tan caros
A nuestros afectos
¡Mi amor, mi amor!
Al pedo luego la gente se casa
Deberíamos todos vivir de la caza
Sexual diaria, desayunando semen en taza
Y cenando fluido vaginal con masa
Si, al fin y al cabo, todos tenemos cuernos
Por la cabeza, por el culo y hasta por las orejas
DE TAN INSATISFECHOS QUE ESTAMOS
Así que todos juntos vamos
A seguir culeando como sapos
En la cloaca de nuestra estolidez
¡Ponete de cuatro, ponete al revés!
Vamos a reventarnos como la otra vez
Que gemiste como una burra pariendo
Que la entrepierna ya me está ardiendo
Y el alcohol se me está subiendo
¡Mi amor, mi amor!
Yo no te llamo bandida
Pues no soy hipócrita
Y aunque tengamos sida
Vamos a encontrar, juntos, una salida
Viviendo la vida como viene
Sin tapujos ni pretextos falsos
¡Rompamos las pesadas cadenas
de la maliciosa opinión ajena!
Que aunque te rapes la melena
De tres colores, y aunque seas
Tan gorda como una ballena
En la memoria, nuestros buenos ratos
De seguro quedarán
¡Mi amor, mi amor!
Yo no te desprecio
Pero acepto que cuando me vuelva más viejo
Preferiré estar con mi familia
Así que buscate algún
Morocho que te aguante
De aquellos de los que abundaban antes
Que yo, a partir de hoy
Con mi esposa duermo
Esa consorte que todos estos años
Me ha soportado
¡Esa compañera mía que en sus tiempos
fue más PUTA que vos y yo juntos!

El político, el religioso, el empresario
El pordiosero, el profesor, el lustrabotas
El periodista, la modelo, el futbolista
El soldado raso limpiando inodoros
La ama de casa, el presidente y su perro
Todos tienen algo en común:
Quieren poder
Como animales en celo se revientan
Por migajas de dominio
Y a sus hijos asesinarían
Por tener el mando
La mentira, la traición, las falsificaciones
Todo vale en este juego
En donde el que pierde es fagocitado por el vencedor
Los delitos, el fraude, la corrupción, ¿qué importan?
Lo que vale es el dinero
Plata viene, plata va, y ya somos todos amigos
Acá no pasa nada...
Si alguien tiene que morir
¿Cuál es el problema?
El peón debe salir nomás luego
Del tablero
Y, escaque sobre escaque, vamos sumando
Más leña para el infierno
Total, todos vamos luego hacia allá
Y si nos conocemos desde antes
¿No nos vamos a ayudar?
Está todo bien, che ra´a
Somos cuates, tranquilo
Excepto que me cagues, que me claves por la espalda
Ahí, te digo: “TE VOY A DESTROZAR”
Vamos a ver quién tiene más plata, más poder
Más influencia, más peso, más gente en su bolsillo
Vamos a mover nuestras piezas de ajedrez
Nuestros fiscales, jueces, abogados
Nuestros ministros y medios de prensa
Todos nuestros títeres
¡Que se enreden los hilos!
¡Que se rompan las palancas!
¡Que se vaya todo a la puta!
La ley es lo de menos
Al fin y al cabo, las sentencias y fallos
Te salen más barato por docena
Así que, ¡VENÍ HIJODEPUTA!
Vení acá al ring y enfrentame
Tirá tu mejor golpe
Lanzame todo lo que tenés
¡Mostrame tu poder!
¡Mostrame tu poder!
¡Mostrame tu poder!

¡Las calles están más seguras hoy!
Desde que ha empezado
Una nueva era
En donde los ciudadanos medianamente ricos
Tienen quién les cuide el auto
El cuida-coches, ¡centinela invencible!
¡Bravo soldado, guerrero audaz, contendiente temible!
Mercenario generoso
Que modestamente concede sus servicios matutinos
Por unas pocas monedas
¡Las calles están más seguras hoy!
En la esquina tiene su guarida
Y vigila como halcón
A la noche o de día
Espera desde su rincón
¡El glorioso cuida-autos!
Figura reciente en la metrópoli asuncena
Pero cincelado de ribetes en la eternidad
Por su diaria (o findesemanal) diligencia
Y su obstinada insistencia
En permanecer todos los días
“Laburando” en las calles
¡Qué suerte, qué bien!
Más fuentes de trabajo, menos desempleados
Estos dignos guardias de seguridad
DE POSE AMENAZANTE
Seguramente han de ahuyentar a los malvivientes
Con sus trapitos y baldes con agua
¡Las calles están más seguras hoy!
¡Qué orgullo nacional!
¡Qué tiempos lindos para nacer y vivir!
Y los cuida-coches nocturnos
Son aun mejores
Que sus colegas matutinos
Atrincherados en oscuras esquinas
Como búhos de aspecto ESPELUZNANTE
¡Estos sí que son gente inteligente!
Esperando desde temprano a la entrada
De discotecas, pubs, bares y restaurants
Cobrando su pequeña parte
De la gran torta de miedo de la sociedad
¡La extorsión es un arma muy efectiva!
Puesto que solamente sugiere
Dejando que el pavor
Haga el resto
En una noche se puede embolsar
Más que en toda una semana de trabajo razonable
Y si la “oferta” no es aceptada de buena gana
(Pago adelantado incluido)
Que el manto nocturno
Y la gravosa borrachera oculte
Mi justa venganza
¡Las calles están más seguras hoy!
Con profesionales de carrera
Honestos, confiables y educados
¡Que ganan muy bien haciendo muy poco!
¡EL SUEÑO HECHO REALIDAD DE MUCHOS PARAGUAYOS!
Tomando tereré
Y lavando un poco aquí y allá
Hemos de mantener
Bien competitiva la bolsa laboral
Y especializada la mano de obra
¡Los cuida-coches no son pobres!
¡Son gente de alcurnia, gente de sociedad!
Puesto que sus hermosos celulares último modelo
Y championes lustrosos y recién quitados del paquete
Los delatan
¡Las calles están más seguras hoy!
Con estos personajes rondando por las calles
Manteniendo un ojo o dos
Encima de los autos
De los medianamente ricos
¡Qué importa que se requiera boleta de estacionamiento
o que sea un lugar en donde no se pueda aparcar!
La “autoridad” del cuida-coches
Seguro que a los zorros
Hará recular
¡Las calles están más seguras hoy!
¡Y en el gremio hay gran demanda!
De este “trabajo” tan requerido
¡Vengan hombres distinguidos
a sudar como Dios manda!
Ya que es bueno saber
La probidad de los varones
Que ponen el esfuerzo
En cuidar nuestros rodados
Y la conciencia está tranquila
Al comprobar
La rectitud de carácter
De tan honorable y acreditado
Compatriota
¡Eso sí, a no discriminar, muchachos!
Queremos ver mujeres, también
En el puesto de trabajo
¡Cháke con el sexismo, con el machismo!
Así que, no se olviden de las feministas
(Esas conchas frustradas
Enojadas con esos penes flácidos
También frustrados: o sea
Con los machistas)
O si no
Les denunciaremos
En el Ministerio de Trabajo
Que, como ustedes
¡Se destaca por su “esmero” y “dedicación”!
¡Las calles están más seguras hoy!
Con los cuida-autos
Y hay que agradecer por cada uno de ellos
Puesto que con la inseguridad creciente
En las calles
Hay que reconocer
Que tener a alguien atendiendo el carro
Quita un gran peso de la espalda
Y un pesito de la billetera
“¡Echa pue jefe!
¡Mil´ínte!
Que el sudor del día bien lo vale
Y aunque tenga un doctorado de Harvard
Igual nomás me cuesta gran esfuerzo
Venir aquí todos los días (o findes)
Y sonreírte”
¡Las calles están más seguras hoy!
Y nadie tiene dudas al respecto
Así que a todos los cuida-coches
Que todos los días se levantan temprano
(O tarde, según sea su horario)
¡Gracias por cuidar nuestros autos
DE USTEDES MISMOS!

¡Piratas al abordaje!
Somos hombres de derecho
Cultos, bien formados académicamente
Con dictadillos y fotocopias
Comprados tres días antes del examen
Fumando cigarros en los pasillos
Pasamos el año en joda
¡Quién puta lo que va a leer libros
si pasar con dos está de moda!
¡Piratas al abordaje!
Somos hombres de justicia
Y la prebenda es nuestra delicia
Desde el primer año de facultad
¡No hay tiempo de estudiar!
En medio de tanto barullo
Ya que ponemos los bafles, la birra y el “yuyo”
Dentro de la universidad
Esto no es pillaje, ni pokarë, ni corrupción
Esto se llama “gremialismo”
Así que no nos acusen de cinismo
Si cambiamos cada rato de canción
Y aunque seamos ñembo correctos
Igual damos función
¡Piratas al abordaje!
Somos grandes abogados
Custodios del derecho
Verdaderos “letrados”
Al acecho
El foro es nuestro, así como toda presa
Que asome la cabeza en él
Traigan el poder
Y firme el escribano
Que la mano
Que da de comer
No queremos morder
A no ser
Que sea del otro gremio
Nuestro contrario
¡Sólo quien se lleva todo el premio
es un verdadero corsario!
¡Piratas al abordaje!
Somos fiscales de causas justas
Trabajando a sudor en chorros
Por nuestros indefensos
Que lo haremos todo
Con tal de dejar ilesos
A los verdaderos mafiosos...
Nuestra dedicación es grande
Especialmente si el caso es sonoro
Y si la prensa canta en coro
Disfrutamos de un espacio en la tele
¡Ojo que no son meros quince minutos de fama!
Ya que así nos ganamos autoridad, buen prestigio
Con más posibilidades de triunfar en los litigios
Y si nos quieren coimear
Bien fuerte les vamos a gritar
(Por si hayan cámaras)
Pero la puerta, abierta vamos a dejar...
¡Piratas al abordaje!
Somos jueces y magistrados
Regidos por valores morales
Venidos de campiñas y yuyales
Vendidos como indios en los yerbales
Pero nuestra cuota es cara, por cierto
Y nuestras sentencias dan acierto
A la voluntad
Del mejor postor...
Venimos de universidades prestigiosas
En donde las clases eran exigentes
Y aunque la mayoría del tiempo estuviésemos ausentes
Quitamos buena nota en “derecho de gentes”
“Léyngo he´i péicha ha amúicha chamigo
Ndaipóri kontradicción
Ha ofalla chéve la che dicción
Che areko la martillo”
¡Cuánta categoría, qué nivel!
En las ternas de los amigos
Se hace vito de poder
Entonces, la ley es lo de menos
Lo importante es quedar bien
Y si ni eso es posible
Pues hay mucho refugio en el sillón
Los jueces son verdaderamente “justos”
¡Tan predecibles…!
Siempre defendiendo sus propios
Intereses
Y si la gente les tira unas cuantas sillas
Armando tumulto y barullo en las calles
¡Pues volvamos a hacer el juicio!
Que acá la legalidad
O la justicia no tienen ningún valor
Lo primordial es mantener contentas
A las masas
¡Piratas al abordaje!
Somos las hordas inútiles
Fofas, gordas y perezosas
Del Poder Judicial
Pongan la tonada marcial
Para hacer una nueva huelga
Que ya estamos cansados
De no hacer nada
Aburrida y pesada carga
Que no nos negamos a llevar
Y si no, llamen a amenazar de bomba
Así salimos temprano
Para seguir comiendo en casa
Tomando nuestro tereré
O paseándonos con cara de pelotudo
Sin saber qué hacer
MIENTRAS LLEVAMOS UNA EXISTENCIA
SIN RAZÓN NI PROPÓSITO
¡Piratas al abordaje!
Somos legisladores
Verdaderos forjadores de la ley
Nuestra mente jurídica
Bulle constantemente de ideas originales
¡Promulguemos, vetemos, sancionemos
analicemos proyectos, discutamos y publiquemos
nuevas letritas impresas en papel!
¿Qué importa que nadie las obedezca?
(Empezando por nosotros mismos)
Lo que cuenta aquí es cobrar
Nuestros jugosos sueldos
Que este año otra vez
Vamos a alzar
¡La ley pues no se discute compadre!
¡Dura lex sed lex! He´i romanokuéra
Y no somos planteras
No estamos de adorno en la constitución
¡Somos una institución!
El Poder Legislativo
Eficientes, serios, honestos
Hombres de trabajo
Hombres de buena fe
¡Piratas al abordaje!
También los administradores
Se unen al banquete
Ya que son el bonete
Del payaso país
¡En la cima de todos
el más alto entre los integrantes
del circo estatal!
El Poder Ejecutivo
¡De tanto renombre y alcurnia!
¡Qué calidad, que prestigio!
La primera magistratura, nada menos
Y las culebras que fungen de ministros
Con su cortejo de parásitos
¡Vamos todos, culebras, sapos y arañas
batracios famosos, gusanos y cucarachas
sentémonos en nuestros cargos
y hagamos lo que mejor sabemos hacer!
¿Qué importa si metemos la cuchara en todos lados
si tenemos injerencias en otros poderes
si no respetamos los procedimientos?
TOTAL LA CONSTITUCIÓN
NOS SIRVE DE PAPEL HIGIÉNICO
¡Que se limpie la boca con ella el puro!
Que la tome en sus manos el predicador
Y que nos arengue acerca de la ética
¡Vamos a echar decretos como diarreas
para salir de aprietos!
¡Vamos a indultar a los amigos!
¡Premiemos a nuestros camaradas!
Por algo estamos acá
Es por voluntad popular, ¿verdad?
Y los descontentos
(Que en todos lados hay)
¡QUE SE JODAN!
Nadie más hace diferencia
Entre lo legítimo y la barbaridad
Sólo cuenta la cantidad
De gatos locos con mi nombre en sus pancartas
Y los ceros en una cuenta en Suiza
Ni siquiera Montesquieu podría haberse imaginado
Lo mucho que sus tres poderes se habrían “perfeccionado”
Yo soy la ley, yo soy el estado
¡Y todo aquél que permanezca a mi lado!
¡Y que llore Luis XIV, ese tarado!
¡Piratas al abordaje!
¡Al saqueo mis corsarios!
¡Al ataque mercenarios!
Que el que tiene pata de palo
Antifaz, parche o garfio
Lo ha ganado con honor
¡Vamos a causar pavor
con nuestro furor!
Subamos, entremos, sacudamos
Hagamos pillaje, barullo y saqueo
Que este barco es grande
Y alcanza para todos
¡No hay otro modo
camaradas, sino el beodo
del dulce licor de nuestras andanzas!
¡Robemos todo lo que podamos
que el navío da mucho abasto!
Con cuchillas, espadas y bastos
Llenemos de oro nuestros canastos
¡Adelante bucaneros!
¡Todo es nuestro mis piratas!
Que esta nave sigue todavía a flote
Resistiéndose tercamente a hundirse
Faltando todavía mucho
MUCHO
Hasta que toque
Fondo

¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
Con tus canas pintadas
Y tus arrugas reventadas
Enclenque al caminar
Tu calva despreciable
Por donde algún buitre
Gustaría diarrear
Tu cara deforme
Y avejentada
Buscando la aprobación de los demás
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
No sé si buscaste conocimiento
O progreso profesional
Sólo sé que tu aliento
Parece fluido anal
¿Y qué lo que tanto si chupaste algunas pijas
y si lamiste algunos esfínteres?
Nadie se acuerda del esmero
Que ponías en lustrar botas
Y las nalgas que dejaste
Chorreando de baba
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
¡Y qué dedicado a tu trabajo!
Sentado sobre tu cátedra
Como por sobre el retrete
¡Relajá si que el ojete
y ponete a discursear!
¡Qué grande profe, que magistral!
No importa si no entendemos tus enseñanzas
Total, libros no van a faltar
Que aunque nadie los lea
Vos igual no nos vas a fallar
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
¡Ponéme na un cinco!
Que soy de la barra
Y entre la muchachada
Sos ídolo total
¡Gran puta, profe, que kalida!
Echá na al menos un tres pa lo perro
Que a pesar de que no estudiemos
Y seamos feroces akäne
¡Che ra´a te queremos!
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
¡Y qué picho!
Las yiyis te idolatran
Y sus culos y escotes
Nos hacen babear
Hacéle na caso a las turras
Que si NO ABRIERON JAMÁS UN LIBRO
¡Otra cosa abrirán!
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
¡Y qué platudo!
Te cagás de plata
Sos la envidia de la barra
En tu cuatro por cuatro
Con yiyis bien tuneadas
Y la billetera rebosando
¡Vamo todo a reventar!
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
¡Papá, sos un ídolo!
¡Qué vida de general,
de monarca, de sultán!
Seguro que ni el mismo mariscal
(Ese nuestro “máximo héroe”, capo, genial)
Se las daba de emperador
Ufanándose cual príncipe y señor
De todo lo que quisiera
Hasta el día en que muriera
Como bestia rastrera
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
¡A vos nada de eso te va a pasar!
Porque vos sos cuate de la perrada
Y todos te quieren
Hasta tu esposa llena de cuernos
Y tus hijos bastardos no reconocidos
Hasta la puta que mantenés como amante
Y el negro que tenés escondido
Que te dá bien duro por atrás
¡Papá, profe, sos la masa!
¡Todos te queremos!
Y te deseamos lo mejor
Que si nos hacés pasar con dos
Alguna vez te devolveremos el favor
Con fidelidad incuestionada y gran fervor
Perpetuándote en nuestro amor
¡Profesor, profesor!
¡Qué churro sos!
Sonriente desde el ataúd
¡Traigan la guitarra y el laúd
para cantarle a este hombre distinguido!
Que aunque se haya ido
En nuestros corazones su recuerdo
Su mancha Y SU PESTE
Quedarán

El funcionario público parece querer tragar
A quien se asoma a su escritorio o ventanilla
Con sus bostezos…
De sellitos, estampitas y firmitas
Ha construido un castillo impenetrable
Salvo para el amiguismo y las prebendas
Con su empanada grasosa
Y gaseosa
Engulle afanosamente, en la modorra
Las horas pagadas por el erario público
Siendo su tereré amenazante
El arma mortífera con la que da el tiro de gracia
A la ya pútrida burocracia malfuncionante
Su mirada con saña
Refleja su odio por sí mismo
Y por todos los de su misma clase
¡Tanto inclinarse y arrodillarse!
Para obtener un trabajo
En el que se progresa
No con esmero, honestidad o dedicación
Sino siendo el más corrupto
Su rezongante actitud
Y su extrema ignorancia
En hacer simplemente
LO QUE LE CORRESPONDE
Se manifiesta claramente
En su sarnosa sonrisa
Y en sus ojos desorbitados
El funcionario público parece querer saltar
Con sus garras de rencor
Encima del que viene humildemente
A quitarle de su sopor
Para dar al césar lo que es del césar
Muchas veces sus ronquidos
Estruendosos, parecen los estallidos
De las calles cerradas con el letrero
“Hombres trabajando”
¡Qué pena para el que se esté esforzando!
Ya que aunque otro, con examen fallido
Saldrá nombrado en primer lugar
El funcionario público parece querer ayudar
Al que viene a pagar
Su obligatoria cuota de burocracia
¡Eso que al ciudadano común le parece desgracia
no es sino para el funcionario un dulce manjar!
Puesto que la tromba de falsificaciones
Fragua de documentos y demás adulteraciones
Para ellos es como un rito iniciático, les hacen cosquillas
Van a hacer todo con tal de comer costillas
En la próxima cuchipanda
Entre torneos de gremios, fiestas y agasajos
Feriados forzados, huelgas y puentes de fin de semana
Se construye una gran bola de grasa
Nerviosa, enferma e inservible
¡Transmutación del ser humano
en bestia rolliza y putrefacta!
¡Metamorfosis del ejército de haraganes
en depósito de mugre, basurales con patas!
El funcionario público parece querer cobrar
Nomás solamente
Sin trabajar
Largas filas de mentecatos
Apelotonados para chupar
Como vampiros sanguinarios
La sangre del Estado
¡Único día del mes
en el que todo el personal vino a laburar!
Y, siendo tan incultos como piedras
E ignorantes como animales
Hablan del clima, de fútbol y de política
Hasta el aburrimiento
Ya que carecen completamente
De la más mínima instrucción
Siendo del mismo nivel de educación
Que un simio amaestrado
Y si la conversación se acaba
Inevitablemente toma este rumbo:
“¡Que kaigue arma!
Ndaipóri pio tembiapo?”
“Ndaipóri che ra´a”
(Apartando la montaña
de papeles, documentos y carpetas)
“Jajapo pue huelga entonze”
¡Todos los días la misma rutina
la misma estupidez!
¡Tan predecibles como objetos inanimados!
Estos mentecatos sí que son autómatas
Robots inservibles
Excepto para fabricar grasa
Dentro de sus cuerpos
¡Miles de parásitos
aferrados inamoviblemente
a las tetas del Estado
mamando hasta morir!
El funcionario público parece querer vivir
Nomás solamente
Sin pensar
Su vida se la pasa comiendo
Como los chanchos
Sin siquiera masticar
¡Lacra humana!
Roncha, pus, costra
Diseminada por la tierra
Una existencia sin significado
Ni propósito
Extendiéndose a costa de los demás
El funcionario público es un germen exclusivo
Un virus privado
Que sirve propósitos egoístas
Un paladín de la corrupción, un caballero
De investidura popular, un patotero
Profesional
¡Digno siervo de un país
dictatorial!
En donde la deshonestidad es la monarca
Suprema
¡Indiscutible reina que con puño de hierro
gobierna!
El funcionario público parece querer servir
Nomás solamente
Sin descansar
Y según las planillas
Lo hace de tan buena gana...
¡Y en más de un lugar!
Durmiendo estupendamente
Ha acumulado una fortuna
Que pocos pueden lograr
Luego, CON NUESTRA PLATA
¡Se va a mandar mudar!

¡Gloria a los militares!
¡Gloria a los que defienden la patria!
¡Vencer o morir, compatriotas!
Las fronteras del país
De pechos viriles blasonado
Están más que seguras
De foráneas amenazas
Gracias a nuestros militares
Dignos custodios de nuestra heredad
Y de nuestro acervo
Guardianes implacables
¡Vivan las Fuerzas Armadas!
¡Vivan todas las armas!
Orgulloso y tranquilo
Suspira cada ciudadano
Al ver a su tricolor bandera
Flamear en militar mano
“¡Este es un país soberano!”
Grita el león de la insignia
Sosteniendo con sus garras
La paz y el progreso
¡Gloria a los militares!
¡Gloria a los que defienden la patria!
¡Vencer o morir, compatriotas!
El verde olivo se levanta
Desde el barro macilento
Con corazón sangriento
Por mil batallas cincelado
Y cauterizado por el viento
¡Estos son nuestros héroes!
¡A nuestros guerreros, compatriotas, saludad!
Los escudos de la tierra tambalean
Todo el territorio
Al son de sus marchas y desfiles
¡Con respeto, policías; firmes, alguaciles!
¡Estos son los verdaderos veteranos!
Herederos de la tela gloriosa
Bravamente defendida
Y jamás rendida…
Sólo que hoy
Entre camaradas, cual ratas y cucarachas
Se pelean todos por unas cuantas galletas
¡Pudriéndose en los cuarteles
se encuentran los otrora héroes
con todos sus inútiles pertrechos!
En el olvido han quedado los gloriosos trechos
Recorridos: hoy, los que hablan son los hechos
De unos cuantos monos corrompidos
¡Trolos con jopo, vergüenza de hombres
pobres diablos sin renombre
maricas vestidos de verde
borrachos perezosos
necios caprichosos
“fieras” sin motivo ni destino
ni ocupación alguna!
¡Dejen de rumiar el presupuesto!
¡Dejen de matar a conscriptos ignorantes en el Chaco!
¡Dejen de hacerse los machos frente
a adolescentes cimeforistas!
La lacra humana
Los muñequitos sin cerebro
Que fungen de ejército
Viven rascándose las bolas
Espantando las moscas
De sus inservibles
Humanidades
¡Gloria a los militares!
¡Gloria a los que defienden la patria!
¡Vencer o morir, compatriotas!
En la opalina superficie de los mares
Y sobre su manto sinuoso
Asoma la cabeza, orgulloso
Un imponente portaaviones
Cargado de avispas gigantes
De acero
¡Que gran temor!
¡Qué infernal estrépito!
Radares y sensores saltan
Al son de la roja alerta
Mientras que en diez países
¡Preparan las defensas!
Este portaaviones no pertenece
A la Armada paraguaya
Ese conjuntito de tres lanchitas locas
Ni esa mar, a las “costas” áridas
Del territorio guaraní
Acá es más peligroso un maní
Que algún marinerito nacional
Vestido de calzoncillos y desnutrido
¡Váyanse a la puta, soldados navales!
¡No sirven para nada!
¡Nadie les va a dar pelota!
Con vuestros puertitos bananeros
Y buques mohosos
A vapor
Son la vergüenza del mundo
Remando y remando para recorrer
Dos kilómetros
Mientras submarinos nucleares
Circunnavegan varias veces el globo
¡Hasta las tribus autóctonas
de Oceanía
con sus balsas de la edad de piedra
se tapan la boca
al ver un bote paraguayo!
¡Cuidado bucaneros!
¡Hey lobos del mar, haced silencio!
¡Marines, preparaos!
¡Aquí viene Paraguay en canoas precolombinas
a retar a cualquiera de vuestros flotas modernas
a vuestros submarinos, torpederos, destructores
portaaviones, buques de guerra y buques insignia!
¡Traigan las ciudades flotantes
que las hundiremos con unas cuantas piedritas!
La idea de una marina en un país mediterráneo
Es tan estúpida como la de un calvo
Afeitándose la cabeza
Hasta un chimpancé con peluca
Merece más respeto
Que los marineritos locos
Del Paraguay
Y hasta un puñado de algas marinas
Es más importante
Que todas las imitaciones de barcos
Puertos y personal naval
Existentes en este territorio
Ya que la hierba tiene un poco de mérito
Por el trabajo que hace por el planeta (fotosíntesis)
No así estos batracios vestidos de blanco
Que son dignos de lástima
Así que, ¡demuelan todos sus puertos!
Esas estanterías de basura
Esos enclaves colocados
Para que la ciudad no termine al pedo
¡Y hundan todas sus baratijas inútiles
que pretenden ser navíos!
Esas palanganas que acumulan polvo
Esas costras flotantes que ensucian
Nuestros ya asquerosos ríos
Ninguna potencia va a demorar una invasión
(Si no es para reírse)
Por esta broma pesada
Por esta burda e insultante imitación
De lo que debería ser una Armada
¡Gloria a los militares!
¡Gloria a los que defienden la patria!
¡Vencer o morir, compatriotas!
Mirad, a lo lejos, los halcones
Arañando las estrellas
¡Fuerza Aérea, señores,
Fuerza Aérea mis soldados!
¡Mirad los cielos, mirad el horizonte
partido en mil pedazos!
¿Qué veis?
¿Un trasbordador espacial?
¿Una sonda del espacio sideral?
¿Un avión ultrasónico?
No
Es el pútrido par de alas
Que aparatosamente
Hecha humo por los baladíes
Cielos del Paraguay
Un espectáculo menos interesante
Que el de una hoja seca
Cayendo al suelo
¡Barón rojo, as de todos los tiempos
ten cuidado!
¿Crees que has inventado la pelea de perros?
Pues no has visto NUESTRA pelea de perros
La de doscientos monos locos rasguñándose
Por subirse a un sólo avión
Sin gasolina
¡Hey, ases de combate!
¡Hey, pilotos de acrobacia!
¡Escuchen, aurigas
de caballos supersónicos!
Acá, les digo, tendrán más que dignos oponentes
Con las cuatro avionetitas locas
(Tres de las cuales no andan)
Putrefactas y defectuosas
Pero refulgentes bajo el sol tricolor
Que forman el ejército aéreo paraguayo
Menos peligroso
Que dos o tres nubes
¡Vengan y verán!
¡Vengan, les digo!
También tenemos paracaidistas
Que, de tanto comer puchero con cocido
Seguro están mejor entrenados
Que vuestras tropas de élite
Ya que de los harapos inservibles
De los calzones de los conscriptos
Han hecho una tela (el paracaídas)
Con la que confían sus vidas al vacío
¡Sí, tropas internacionales!
¡Saluden a nuestros pilotos!
Que aunque sólo sepan manejar
Carretas tiradas por buey
También quieren participar
En vuestras competencias de fórmula uno
Así que no se atrevan a pasar
Con sus naves hipersónicas
Que raspan la atmósfera
Ni con sus bombarderos furtivos
Invisibles al radar
Porque, les digo
¡Con hondita les vamos a tirar!
¡No osen cruzar este umbral!
Con sus satélites de espionaje
O con sus misiles nucleares
Ya que nos veremos forzados
A empuñar la terrible y mortal
Arma secreta, que termina con toda guerra…
¡La pluma que firma el tratado “de paz”!
(¡O mejor dicho: “de rendición incondicional”!)
Y aunque parezcamos una nación de cielos soberanos
Nos rendiremos ante el más leve asalto
¡Si hasta las silvestres aves con sus picos y plumas a granel
son más amenazantes que nuestros avioncitos de papel!
¡Gloria a los militares!
¡Gloria a los que defienden la patria!
¡Vencer o morir, compatriotas!
¡Esa es la consigna!
Con uno de los ejércitos más poderosos del mundo
Miramos, el panorama internacional con orgullo
Sabiéndonos más fuerte
Que potencias nucleares
Si apretamos el botón
Soltamos, de fuego, un ciclón
Y si la orden damos
¡A la mierda todos vamos!
Así que, ¡retrocedan, submarinos rusos!
¡Cuidado, hordas interminables de la China!
¡Por aquí no, misiles balísticos intercontinentales yanquis!
Temible Pakistán y milenaria India: siamesas en la lid
Francia la culta e Inglaterra la audaz: hermanas de fuego
Y otras potencias con la atómica granada en mano
¡Teman al gran Paraguay!
Que con sus tres gatitos locos
Sosteniendo ramas y palitos
Seguramente les causarán bajas
(Sí, muchos morirán de risa…)
¡Que vengan con sus bombas de hidrógeno!
Les vamos a hacer frente
Con bombas de olor
Y con nuestros rifles decimonónicos
Nuestras botas y harapos sardónicos
Nuestras guitarras y acordeones armónicos
¡Al menos compasión!
Les vamos a provocar
Para que bajen así la guardia
Y podamos atacar
¡Gloria a los militares!
¡Gloria a los que defienden la patria!
¡Vencer o morir, compatriotas!
Entonces, hermanos soberanos
Advertidos estáis
No oséis el hocico por estos lares
Que tan bien custodiados están
Más bien seguid el rumbo
Hacia otros pueblos más cobardes
Hacia POBRES DIABLOS DESAHUCIADOS
Que todavía sueñan con libertad
Ya que nuestra heredad
No la entregaremos jamás
¡Moriremos mil veces antes
y mil veces más
antes de exhalar la rendición!
Así que no hay condición
En que perdamos, hermanos
Por tanto, pasen, vamos
Hoy todos ganamos
VENGAN, establezcan sus bases y compren algo
¡Mis reyes y AMOS!

Los políticos tienen algo en común
Con los bebés
Ambos usan pañal
Para tapar sus cagadas
Pero cuando el de los segundos es perfumado
Y hermético
El de los primeros se llama “Constitución Nacional”
¡Juristas del mundo, grandes jurisconsultos
pueblo romano que gestó marmóleas leyes irrompibles
en milenarias transformaciones
admiren la Constitución del Paraguay!
Con sus artículos marfilados
Y capítulos plateados
Enmarcados de historia
¡Carta Magna, puente de tiempo!
Reclamación justa de un pueblo subyugado
Reforestación de derecho
En el yermo suelo patrio
Calcinado por interminables años de injusticias
¡Anuncio de valentía a las Américas!
¡Grito de gloria turgente quebrantando gargantas de bronce!
¡Proclamación de valor desde pechos de fuego!
Cincel de acero que finalmente rompe
Las cadenas de la opresión foránea
Y conciudadana
¡Nunca más los grilletes!
¡Jamás la terrible visión del hermano
ultrajado, torturado, devorado
por lobos vistiendo uniformes o usurpando cargos
o fungiendo títulos despreciables!
¡No más humanidades arrojadas al calabozo
por caprichos momentáneos!
¡No más acusaciones falsas
corroboradas por la toga y el martillo!
¡No más cuerpos acribillados sin respeto
como perros derramados por las calles
cuyas vidas no valen ni un centavo!
¡Juristas del mundo, grandes jurisconsultos
pueblo romano que gestó marmóleas leyes irrompibles
en milenarias transformaciones
admiren la Constitución del Paraguay!
Tan bien redactada
Sin tachones ni errores
Con perfecta gramática
Y espíritu de progreso
¡Este es el beso
contundente de una semántica
sin ningún tipo de ambiguedades!
Desde todas las edades
Había la multitud rugiente esperado
Este documento máximo retrasado
Por las muchas revoluciones y grescas
Mas, estas gestas
No fueron en vano
Litros y litros de sangre en los llanos
Para colorear finalmente esta universal declaración
Digna coronación
De un pueblo que ha triunfado
Ante los latigazos de la historia
¡Neblinas de la memoria!
Colectiva, zarandeada y pisoteada
Por caudillos y líderes del momento
Que son traídos y llevados por el viento
¡No más poder volcado
sobre cabezas indefensas
mojando de vergüenza
las almas compatriotas!
Ya que hoy no son patotas
Las que gobiernan, no
HOY, AL PODER, HAY HOMBRES PROBOS
HONESTOS, DOCTOS. ¡NO SON BOBOS!
Sino lo mejor de la raza
¡Y no moldean a las masas, no!
Sino que fueron electos por ciudadanos
Con verdadera “conciencia política”
Y auténtico deber cívico
Que no venden sus votos
Ni son arreados como vacas
Para ir a votar
Por un vaka´i, o por una petaca
O por un cincuenta mil´i
¡Juristas del mundo, grandes jurisconsultos
pueblo romano que gestó marmóleas leyes irrompibles
en milenarias transformaciones
admiren la Constitución del Paraguay!
¡Panes de pueblos, civilizaciones leudadas
asombraos ante la estirpe paraguaya
levadura amerindia, crema de Europa!
Brillantes oblaciones enviad
Expeditas alabanzas, entregad
A este pueblo tan destacado
Por sus hazañas heroicas
¡País, pueblo lleno de honor
y leyes hermosas!
Esta gente es verdaderamente honrada
GENTE DECENTE
¡Dentro de estas fronteras no hay corruptos, no!
¡Aquí sólo nacen héroes de virtudes
de decoro, de respeto!
Los paraguayos sólo dicen la verdad
No conocen la palabra pokarë
Ni saben nada de coimas, no
ESTE PUEBLO ES EL MÁS HONESTO
DEL MUNDO
¡Su constitución lo atestigua!
¡Cuidado, Estados Unidos!
Vuestras enmiendas tan dignificantes
No valen nada
Frente a esta Carta Magna dorada
¡Hey, Holanda, con legislación tan avanzada!
Paraguay te sigue de cerca y casi te pasa
Tus leyes de eutanasia y marihuana
Parecen de la edad de piedra
Frente a nuestras leyes y Constitución
¡Juristas del mundo, grandes jurisconsultos
pueblo romano que gestó marmóleas leyes irrompibles
en milenarias transformaciones
admiren la Constitución del Paraguay!
¡Hey, franceses, ingleses, italianos!
Bajen vuestras cabezas de vergüenza
Doblen las rodillas espirituales
Frente al corpus impresionante
De leyes del Paraguay
¿De qué valen vuestros coliseos?
¿Vuestros arcos de triunfo?
¿De qué sirve una herencia milenaria
frente a una constitución tan contundente
como la nuestra?
Vuestras legiones se esfumaron como el humo
Y vuestras conquistas quedaron encerradas en libros polvorosos
¡Hoy el Paraguay tiene el mejor Estado del mundo
con leyes correspondientes!
¡Juristas del mundo, grandes jurisconsultos
pueblo romano que gestó marmóleas leyes irrompibles
en milenarias transformaciones
admiren la Constitución del Paraguay!
¡Panes de pueblos, civilizaciones leudadas
asombraos ante la estirpe paraguaya
levadura amerindia, crema de Europa!
¡Admiren a este pueblo!
¡Admiren a esta gente!
Llena de gloria, de verdad, de prosperidad
Respetada por la comunidad internacional
Temida por las potencias
Paraguay ciertamente que quedará en la historia
De una u otra manera
Ya lo verán...
¡Lejos están los días negros!
¡Lejos la esclavitud y opresión!
Hoy todo es maravilla
¡EL ORO SE DERRAMA EN NUESTRAS CALLES!
Llenando de felicidad a millones
Este es el mejor país del mundo
De todos los tiempos
Por siempre
Y para siempre
¡Admírennos!
¡Admírennos!
¡ADMÍRENNOS...!
Impriman esas letras doradas
Enmarquen de nuevo las hojas plateadas
Lean otra vez esas páginas bordadas
De Ñanduti y de fuego
De sangre y patriotismo
Hagan otra tirada
Que ya me falta
El papel higiénico

¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
La empleada doméstica
Es la cota de malla
La armadura soberbia y poderosa
De nuestra sociedad
La alabardera que con su escoba
Mueve el polvo de nuestras almas
¡Moza hacendosa, gentil pokyra!
Valoramos tu trabajo de verdad
Tan útil y necesario
Y si te vas
¡Cuánta falta nos hacés!
¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
Dice la patrona
Desgañitándose la frustración
De mantener un techo podrido
Donde no hay corazón
La sinrazón de su existencia
Hace del plagueo una ciencia
En la cual, de tanto escuchar
Te has ganado un doctorado
¡Gentil mucama, airosa sirvienta!
¡Cuánto aguante has de tener!
Para soportar diariamente
Una porción de nuestros disgustos
Dándonos todos los gustos
Aun cuando te maltratamos
Ya que si hay infierno
Allá directo vamos
Para que en el cielo
Te quedes tranquila, descansando
¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
Es el estribillo diario
Sonando en tu cerebro
Que ya ni siquiera surte efecto
No así el afecto
Consuetudinario
Del escondido yacaré
NO IMPORTA, DE VERAS
Es tu derecho, como el de cualquiera
Con tal de que no se entere la vieja
Y si el patrón te acosa
Ponéte si que de cuatro
Y actuá como la esposa
Que aunque no veas mariposas
Al menos una propinita
Te vas a ganar
Hacé, entonces
Un jardín de las delicias
(Con el permiso de El Bosco)
De tu piecita del fondo
Con cristalinas flores e intangibles rosas
Y sueños frustrados
Bañados todas las noches
Con lágrimas secretas
¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
Este es el trabajo más difícil
Con la paga más miserable
¡Sos realmente valiente
gentil pokyra!
Porque aunque no tengas opción
Y nada valga tu opinión
Tu ubicación
Omnipresente en la casa
Es reconfortante si sos honesta
Y si el latrocinio es tu verdadera profesión
¡Que sea sutil tu acción!
Ya que la bondad se troca en funesta
Animadversión si es que hay traición
Así que tené listas las maletas siempre
Por cualquier eventualidad
Entonces es una cuestión de humildad
O de velocidad…
¡Todo depende de tu especialidad!
¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
Entre manteles y cacerolas
Entre los chismes con las vecinas
Y el rehusar (o acoger) al hijo mayor (y/o patrón)
Se está gestando una diosa
Atrincherada entre fantasías y realidades
Si eres niña, ¡cuánto es tu mérito!
Al intentar crecer recta
En medio de un bosque torcido
Que devora tu inocencia
Y tu inocente virginidad
Y si vieja
¡No eres menos digna de respeto!
Al tambalear tu canosa humanidad
En fútiles diálogos
Con la escoba
Pero si estás en medio
¡Mujer, mujer!
¡Qué papel has de desempeñar!
¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
¡Qué bien conoces el egoísmo del ser humano!
¡Sus bajos impulsos, sus espíritus malvados!
Anhelá, dulce pokyra, simplemente
Subir hacia cielos mejor estrellados
¡Fantasías a granel!
Comprá una o dos
Y seguí barriendo
Que al menos
Un lindo recuerdo
En tu delantal
Germinará
¡Gentil pokyra, verdadera musa
del hogar!
Tú suples a las madres desdeñosas
Y a los padres borrachos
A los hermanos mayores impacientes
Y a las hermanas putas
Con tu cariño
El que busca
Tiene un santo grial siempre rebosante
De cuidados y atenciones
¡Quién como tú, moza airosa!
¡Sirvienta buena!
Entre las sombras que se pasean por tu casa
Comiendo, bebiendo, ensuciando, maltratándote
Tu irrompible voluntad les traga con su luz
¡Eju que Fulanita!
¡Epopo que Menganita!
¡Eitypei katu Sultanita!
¡No te rindas todavía, gentil pokyra!
¡Tu tiempo no ha llegado!
Ya vendrá el mañana
De fantasías floreado
Hoy, la consigna es trabajar
Con tesón, dedicación y humildad
¡Te has hecho madre de la humanidad!
Diosa del hogar, hada del niño
Sediento de atención
¡Entónale una canción
al chico!
Que pronto crecerá
Pronto crecerá
Y será
Un adulto, un gran señor
Un hombre justo, magnánimo
Director de orquestas de almas
Líder entre los leones de moral
Y te recordará, gentil pokyra
Te recordará
Te recordará
¡Te recordará…!

¡Buenos días Paraguay!
Mba´éichapa ne ko´ë ?
Saludan los periodistas
Reporteros, corresponsales, cronistas
Y las demás ranas
En el estanque de mierda
Sea prensa escrita, televisiva
Por radio o por internet
Oficialista o subversiva
Contrera o subyugada
Esparcen desde la hora del desayuno
(Algunos, incluso no paran de noche)
Las pepitas de caca
Para el cereal o el mate
¡Buenos días Paraguay!
Mba´éichapa ne ko´ë ?
Cantan las huestes del “cuarto poder”
Irguiéndose en autoridades
De cuanta estupidez
Entre en sus oídos
O en sus culos
¡La preciada prensa!
¡La muchedumbre que toma
la bastilla del poderío espurio...!
¡Autoridad informativa mis calzones!
¡Prensa libre las pelotas!
El esfínter abierto chorreante
De la neurosis colectiva
¡Tiene, en la canaleta mediática su causante!
¡Qué farsantes!
¡Tírenle tomates!
A estas bestias ignorantes
A estos buitres que se las dan de sabihondos
A esta pus que se cree importante
A esta desfachatez vergonzosa
Irresponsable y ponzoñosa
Basura periodística
¡Buenos días Paraguay!
Mba´éichapa ne ko´ë ?
Los columnistas, hombres de un solo libro
(El manual del estúpido, sin páginas)
Desfilan diariamente
El trapo sucio y maloliente
De sus cerebros
¡Vacío barril, hueco sin fronteras
agujero sin fin!
Del que se derraman constantemente
Pavadas inútiles
Sus citas son de papel higiénico
Así como su gramática
Y su “conocimiento” es de basurero
Fétido y servil
¡Pensamientos tan brillantes
como un agujero negro
de idiotez!
¡Sigan escribiendo columnistas
que aunque vivan en la ciudad de las luces
vuestras palabras serán oscuras e insignificantes
como las pulgas!
¡Buenos días Paraguay!
Mba´éichapa ne ko´ë ?
Los locutores radiales sí que
Están a medio camino
En la inteligencia
Ya que admiten que son muy burros
Como para escribir
Y muy feos como para salir
En la tele
¡Callen ya, estúpidos!
¡Cierren ese hocico!
Creen que por tener el pico
Como un pelícano
Tienen derecho de soltar
Sus ridículos comentarios
Disparatados
¡Es más agradable escuchar a los perros
ladrar al vacío
que a cualquiera de estas cigarras trolas!
Siempre tan “oportunos”
Siempre con las primicias
¡Pero depílenme el escroto
que tiene olor a delicia!
Gusanos de hombres
Lacras inservibles
Que hacen de sus bocas
Trampas para osos
En donde hasta el más precavido cae
Envuelto en redes de chisme
¡Qué sutil!
¡Qué delicadeza!
¡Gente parloteando como serpientes traicioneras!
¿Por qué no les compramos chupetes?
¿O alquilamos el habano peludo de algún africano?
¡Cierren el culo sucio (ese que tiene dientes)
de una buena vez!
Así quizás podamos escuchar
A grillos
Menos ruidosos que ustedes
¡Buenos días Paraguay!
Mba´éichapa ne ko´ë ?
La farándula tiene un glamour...
¡Cómo quisiera estar en la tele!
Gente tan linda, tan culta
Con tanto talento y dicción...
¡Qué cosa linda es la televisión!
Tanto culo y tanta teta
(¿Qué me importa quién las lleva?)
Tanta violencia y superstición
(¡Qué afinada está tu canción!)
Tanta tontería y estupidez
(¡Esta es la última vez...!)
En fin: tanto desperdicio y ajetreo
Saliendo de una caja tan pequeñita
¡Vivan los ídolos de la caja boba!
Los conductores, “SHOWMANS”, cronistas
Bailarines, cantantes y todas aquellas
Dueñas de grandes culos y tetas
Que tanto abolengo
Aportan al país
¡Salir en la tele es lo máximo!
Todos te conocen
Y respetan
Aunque hagas papelón
Más aun los que tienen sus propios programas
¡Qué genios, qué capos!
¡Cuántos méritos inalcanzables habrán logrado!
Ya que son emperadores de la fama
Capitanes de popularidad
Reyes de espontaneidad
Y generales de la imbecilidad
¡Cómo la gente les admira en las calles!
Siguiéndolos, como culebras
Una detrás de otra:
“¡Quiero tu autógrafo!”
Henchido de orgullo
El conductor de programas
Baja a la tumba
Habiendo hecho del mundo
Un peor lugar de lo que antes era…
Boyas de la inconstante mar
De la opinión pública
Estas “estrellas” son tan dependientes
Del capricho de su público
Como el monito de circo
¡Quiero mis quince minutos de fama!
¡Quiero ser recordado por siempre!
Por mi culo, por mi teta, por un escándalo que protagonicé
Por el lunar de mi trasero
Por haberle pateado al arquero
Por atarme voluntariamente
¡Las cadenas de la estupidez!
¿Qué sino basura puede escupir la tele?
¡Hagamos entonces un reciclaje!
Un salón de la fama
Más brillante que Hollywood
Nuestros faranduleros
Periodistas, putas de neón
Y demás títeres de la pantalla
HACEN UNA EDAD DE ORO
EN LA IMBECILIDAD PARAGUAYA
¡Buenos días Paraguay!
“Mba´éichapa ne ko´ë?”
“Che ko´ë vai”
“E´a, mba´ére pio karai?”
“Ndoikói rupi che tele
Ha che radio ojeka”
“Eha´arö ke entonze
Diario ameéta ndeve”
“Ndaikotevëi, che ama, ndaleekua´ái”
“Zonzera upea
Eipuru katu
Remopotï haguä nde revi”

Plumas de acero, sables de grafito
Estos son nuestros escritores
Que en la historia marcaron hito
Inmortal, verdaderos ganadores
De la palma de la victoria
Quedando en la memoria
De la humanidad
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Desde que en las selváticas planicies
De la América infantil, recién descubierta
Los nativos imperios pulseaban sus dominios
Hemos escuchado vuestros clamores
Venerables escritores
Desde que la salvaje raza india domada
Por el tóxico parloteo misionero, dopada
Recibió a las huestes europeas
(Esos barbudos que no se bañaban)
Plasmasteis en hojas doradas
Las anécdotas e historias documentadas
De la conquista cultural
De vuestras plumas
Apoyadas por armas…
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Tinta mestiza de cuarta…
Generación
Con la gesta indiana
De la América toda
Desasieron vuestras lenguas adulonas
De las botas imperiales
Iniciando así la tarea magna
Del autor libre de todo yugo
Excepto el de su inherente
Estupidez
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Desde la primera fundación
Hasta nuestros días
No han dejado de decir
Sandeces
¡Tantas boludeces las que han proferido
en este suelo herido
por innumerables y pestíferas saetas
que además hacéis soportar las mofetas
palabras de vuestra boca
con yuruné!
Y que me disculpen los indios
(Ellos entenderán
Al fin y al cabo aguantaron ya de todo...)
Pero ¿qué ignorante ava
más estúpido que ustedes
va a perder el tiempo con vuestras
pestilentes obras?
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
A los “académicos” también
Que anémicos están de sabiduría
Y más bien parecen jauría
Loca y boba a tutiplén
Pretendiendo enseñar un lenguaje
Que conocen tanto como
El agujero de sus culos
¡Qué mamelucos escupiendo lodo!
¡Qué garrapatas vomitando pus!
¡Qué culebras regurgitando ratas!
Los “guarangólogos” creen que conocen el ancestral idioma
Y saben tanto como una cucaracha en coma
Pretendiendo aleccionar
Como una puta, acerca de su oficio
Queriendo cobrar sin haber dado servicio
¡Vicio que ha desvencijado sus orificios!
Dejando poco más que
Agujeritos goteando
De resaca farandulera
Echando neologismos aquí y allá
Como el borracho sus vómitos
¡Esperad, estudiositos, esperad!
Al menos siete siglos
Para que el guaraní entre en su edad dorada
Y se pueda escribir en él
Algo más que las vulgaridades, groserías
Baladíes, nulidades e insignificancias
Que ustedes han plasmado
En vuestros intentos de librillos
Que son poco más
Que nada
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Siempre tan inteligentes
Buscando el quesito de la fama
Como ratas de laboratorio
¡Bravo, roedores, bravo!
¡Denle un premio, y otro, y otro!
Para llenar el vacío
De sus despreciables obras
Las distinciones, recompensas y galardones
Que se embolsan
Dan clara muestra del interés
Y el egoísmo
Que envenenan vuestras páginas
Las ceremonias, ritos y etiquetas
Los salones y actos de entrega de premios
Rebosan de gente
Mientras que en la deplorable casa de la señora literatura
Nadie habita
SINO CUCARACHAS DESCONOCIDAS
COMIENDO POLVO EN LA OSCURIDAD
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Con los periódicos amarillistas
Han construido una cultura sólida
En el país
Ya que una mujer en pelotas
O un cadáver desmenuzado
Son la mejor carta de presentación
De estos sensacionalistas
¡Nada que decir, nada que decir!
¡ME QUEDO MUDO ANTE TANTA GENIALIDAD!
Inventando fantasiosos concursos
Nuevas ciudadelas de xenofobia
Claques de “prestigio”
Monopolios de halagos
En donde sentirse seguros
¡Siga el baile, siga el baile!
Que da más gusto leer
La etiqueta del champú en el baño
Que alguna de vuestras “novelas”
Y un libro para niños tiene más argumento
Que alguno de vuestros “cuentos”
PORQUE CIERTAMENTE QUE LA MELODÍA DE MIS PEDOS
SUENA MEJOR QUE VUESTROS “POEMARIOS”
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Enarbolándose en defensores
De las sombras insustanciales del pasado
(Gente tan ignorante como vosotros)
Reniegan de vuestro AMARGO PRESENTE
EN DONDE LA LECTURA ES UN HOBBY
DE INSULSOS
Sí, los pocos tontos
Que preferimos no comprar cien devedés piratas en el mercado
Por gastar ese dinero en un sólo libro
¡Ay poetas, poetas!
Persiguiendo siempre la metáfora perfecta
Quedando anclados en unos cuantos culos
Aceitosos de tanto semen
Y en unas pocas tetas
Deformes de tanto chupeteo
Buscando laureles en el chiquero
Mientras trajinan hacia el infierno
¡Es más fácil ser comunista, o marinero!
Que tener en las venas las agallas de un Homero
¡Ay escritores, escritores!
Moviendo el polvo en busca de nuevas cosas
Para decir
Salmodiando repeticiones vanas
En el estanque, con las otras ranas
De la cofradía
¿Quién acuñó la primera melodía?
¿La verdadera historia?
¿El único evento
(que entrelaza y encadena todos los demás)
digno de ser contado?
Con el hígado reventado
De tanto tomar
Y el cáncer enlatado
Que engullen al almorzar
¡Quedaron como guijarros en el camino!
Soplando inútilmente burbujas de “fama”
Blandiendo líneas oxidadas
Sosteniendo párrafos frente al olvido
Sólo para que vuestros cadáveres
Así como los vetustos libros
Sean arrojados en cajas y tirados al abismo
¡Majestuosos escritores
poetas laureados os saludo!
Paraguayos ociosos y despreciables
¡Todos sois batracios inútiles!
(Molestosa paradoja cretense…)
Gusanos alimentándose del húmedo refugio
Que confiere el castillo de la creación literaria
Ya que no importa si fuese sublime o insultante
Es un escape
De la terrible prisión
De UNA VIDA SIN COMPRENSIÓN
Que ni mil volúmenes leídos
Ni un millón de ejemplares publicados
Podrán jamás
Socavar

¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
Tomados de la mano
Van hollando un sendero
En los suspiros de sus fans
¡El futbolista y la modelo!
Arquetipos máximos de hermosura
Líderes en popularidad
Reyes de la sabiduría y el discernimiento
¡Futuro digno en la ilusión
de miles de ilusos
que no tienen nada mejor que hacer!
¡Hay que ser muy inteligente
para prestarle atención a estas parejas
que no son estereotipadas, no!
Sino que viven todos una historia de amor
Sacada de un cuento de hadas
Única e irrepetible
¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
Las modelos no sólo deberían competir
En certámenes de belleza
Sino en maratones de matemáticas
Física, filosofía, ingeniería
Y demás ciencias
En donde aventuran exclusivamente
Las grandes mentes
Ya que demuestran al mundo entero
La grandeza de nuestro sistema educativo
Y lo inigualable de nuestra instrucción
¡Cuidado, ingenieros de la NASA!
¡Cháke, profesores de Harvard!
¡Neike, físicos del MIT!
Aquí vienen las modelos paraguayas
Listas para enfrentarles
¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
Con un coeficiente intelectual
Inferior al de un puñado de barro
Las modelos se ganan la vida
Con la lujuria de los demás
Así como el casino chupa la sangre
De los necios
Con sus culos bien rellenitos
Y tetas que rebotan
Emprenden la tarea trascendental
Magnánima, asombrosa, espectacular
De salvar a la humanidad
Del aburrimiento
El ser modelo es tan fundamental para toda la construcción
De la sociedad
Que sin ello
Simplemente
No habría civilización
¡Diez mil años de historia serían nulos!
Si no hubieren unos cuantos culos
En tanga (o al aire) en la tapa de revistas
Y si dos o tres videos
(Ya saben de qué clase...)
Ven la luz…
¡Pues que sean bienvenidos
por nuestro morboso
consumismo!
¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
Hay un hombre
Que gana millones de dólares
Por vestir chorcitos
Y perseguir una pelotita de cuero
En su cheque figuran tantos ceros
Como en su inteligencia
Careciendo de todo talento
Excepto el de correr
Como un estúpido
¡Qué envidia la de los caballos!
¡Qué enojo el del gato con su bola de lana!
Al futbolista nada le importa
Sino marcar unos cuantos goles
(Aunque de vez en cuando sean en contra)
¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
Si el pelotero
No fuese tan feo como un sapo
Ni tan repugnante como el estiércol
Pues sería candidato en las ternas
De farándula societaria
¡El circo ubicuo contemporáneo!
Entonces, sería un “modelo”
Ladrón de suspiros de adolescentes
Y frecuentador de tertulias VIP
¡Corra el alcohol a chorros!
¡Siga el baile!
Que si estamos todos borrachos
No notaremos que nuestro agasajado
Nuestro ídolo
Habla peor que un niño de tres años
Subdesarrollado
¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
No importa que nuestros ídolos
Participen en cientos de escándalos
Saciando la desenfrenada sed
De la prensa amarillista
O si hayan aguantado una lluvia de abucheos
De drogas, sangre, semen o suero
Nosotros, les hemos de seguir rindiendo pleitesía
Como un perro a su amo
Simplemente porque son churros, lindos
Re chúlina
Y porque nos caen bien
Por eso, les admiramos
Ya que luego de haber probado todo el espectro
De la sociedad, del mundo
Desde las cloacas callejeras
Hasta dos o tres “paraná”
(Que tienen casi el mismo sabor)
Sienten deseos de ser normales
Como nosotros
Casándose entre sí
¡Qué vida buena les espera!
Tan llena de colores y frenesí
¡Un verdadero romance de toda la vida!
(Luego de haber cogido hasta con el sida)
¡Que durará por siempre jamás!
¡Princesa y príncipe de belleza!
¡Venus y adonis de glamour!
¡Qué agradable es verlos finalmente juntos!
¡Los sueños cumplidos, caídos los juncos
los hoyos floridos, los agujeros rotos!
Son la créme de nuestra sociedad
Lo más de lo más
¡Y qué sanos y lindos serán vuestros hijos!
Porque ojalá la inteligencia la hereden
De los yacarés
Ya que de ustedes la plata
Ya tendrán
¡Modelos y futbolistas!
Las profesiones más alegres del país
Qué buena gente, qué culta
¡Cuánto han hecho por la humanidad!
Deberían competir, no sólo en sus respectivos campos
En los cuales uno o dos serán premiados
Sino en QUIÉN DE USTEDES ES EL MÁS PUTO
Certamen en el cual, ¡todos serán laureados!

Soy el hazmerreír de la barra
Soy la mueca de la foto
Soy al que señalan con el dedo
Y por quien sacuden la cabeza
En desaprobación
Soy el bufón de la corte
El pobre diablo del grupo
El don nadie
Soy nada
Porque
Mi puta novia
Me controla
Me domina
Me manda y me lleva de aquí para allá
Como a una mascota insignificante
Como a un esclavo sin alma
Como a una despreciable cucaracha
Ya que
Mi puta novia
Es el culo que todos quieren tener
Y que cualquiera EFECTIVAMENTE puede tener
Si se lo propone con ahínco
Siendo yo el que paga la cuenta
Como el bobo que quedó solo
En el restaurant
Y es que
Mi puta novia
Tiene un muy buen culo
De verdad
Y sabe sacudirlo
En público, para los muchachos
O en privado, para el vivito
Mi puta novia
No desaprovecha oportunidad
Para hacer una escapadita
Al albergue transitorio
A la pileta, al asadacho
Al bañito secreto
Con algún otro
A menear esa cola
A mover las caderas
A dejarse manosear y toquetear
A dejarse penetrar profundamente
A chupar pija como el niño la teta de su madre
Y otras cosas más
Indescriptiblemente dolorosas
Para mí
Que ya ni me quiero imaginar
Pero que las putas lo hacen
Todos los días
Para ganarse el pan
¡Ay!, y que me perdonen esas trabajadoras
Tan dignas y nobles
Puesto que esta perra lasciva
Este animal asqueroso
Que sacia su morbo con animales
Es indigna de que se le diga “prostituta”
¡Ya que no lo hace por necesidad
o apremio, o por dinero, o por hambre!
Sino porque es una enferma, una trastornada
Una estúpida niña malcriada …
Una vez
Tan sólo una vez
Pensó en mí esta trola
Cuando me dijo:
“No te lo merecías”
Entre lagrimita y lagrimita
¡Pero qué maravilloso!
¿En serio?
La perra que dejó de babear por pija
Para considerar otra cosa
Que no sea
Satisfacer su concha podrida
¡Qué lindo!
¡Qué tierno!
La hija del demonio llorando
LLORÁ, PUTA, LLORÁ
Porque hiciste lo imperdonable
Y ni siquiera te sientas digna de hablarme
Puesto que para eso VAS A TENER QUE LLORAR SANGRE
Trola
Estúpida
Malnacida
Mejor te va a ser coger con todos los demonios
Y con Satanás, tu papá
Antes de que puedas siquiera pensar
En la mera posibilidad
De que te disculpen por lo que hiciste
Esta mancha caerá sobre tus hijos
Y sobre los hijos de tus hijos
Si el diablo los engendra dentro
De la tumba
Que es tu
Maldito vientre
Y es que
Mi puta novia
Lo justifica todo diciendo:
“Soy una persona insatisfecha”
Y así se salva
De todos los fuegos
Del infierno
En verdad
Mi puta novia
Es una mentirosa experimentada
Desde niña mintiendo a sus padres
Parientes, amigos, noviecitos
Y a mí:
Su más macabro experimento
¡Sus mentiras están tan bien elaboradas!
Tan perfectamente bordadas
Tan acabadamente producidas
Tan sublimemente preparadas
Que hasta ella misma se las cree
Antes, me decía:
“¡Te amo, te amo, te amo!”
Mientras de su boca
Salía un nauseabundo olor a pija
¿De qué me sirven tus palabras, rastrera
si con tus acciones
le superás
a toda la población de Babilonia?
En realidad
Mi puta novia
Disfruta siendo una puta
Y admite que es puta
Con toda la saña
De un corazón devorado por las tinieblas
Y, claro, si yo, su títere alfeñique
Su peón de bolsillo
Su consolador con patas
Digo algo
Soy tachado como el malo de la película
El villano, el mordaz, el soez
Y quizás lo sea
Así como también un masoquista
Un pobre diablo, una rata inmunda
Por aguantar todo este
Circo
Ya que
Mi puta novia
Tiene un paladar variado
Le gustan los trolos, los políticos de poca monta
Los bomberitos miserables
(O gomeros, plomeros, changueros, ereeréa)
Los reprimidos que van al gimnasio
Y algún que otro batracio
Como yo
Es increíble como ella puede zafar
Simplemente diciendo:
“No sé”
Es sencillamente espectacular
Ser el único en el grupo
En no saber lo que está pasando
Es maravilloso
Ser el blanco de la lástima de tantos
El tarro sucio por el que ni siquiera
Escupirían
Pero para ser sincero
Debo admitir que me gustan
Me gustan
Las tetas y el culo de esta puta
Que es mi novia
Y cómo los menea
Y cómo sabe chupar la pija
Y los huevos
Poniendo la concha cuando debe
Dejándose violar un poco a veces
Mientras pone linda cara
Cuando la penetro estando seca
Y es que
Mi puta novia
Es muy generosa
Como la vaca lechera
Que da su leche a todos por igual
Sin pensar en si tiene dueño o no
Sólo fijándose en la calidad
De la leche
En alimentar
A los demás
¿Y quién es tacaño y avaro aquí
(con tanta miseria y hambre en el mundo)
como para negar una taza de leche a su prójimo?
¡Debería sentirme feliz, contento
de compartir a esta puta vaca lechera!
Pero, así como ella
Algo en mí, simplemente dice:
“No sé”
Soy el tonto del barrio
Soy el blanco de todas las bromas y burlas
Soy un caficho que arrienda a su puta
Pero sin cobrar un peso
Un sólo peso
Poniéndome en deuda
Para que los perros la disfruten
Sonriendo mientras sabía
Que el semen de otro
Chorreaba de su vagina
Increíble
Espeluznante
Pero antes le llamaba con nombres cariñosos:
“Cocó”, “Tutú”, Bebita”, Mamor”
“Chiquita”, “Mamita”, “Princesita”
Cegado
De pies a cabeza
Como quien desde su nacimiento
Hasta la tumba
No pudo abrir los ojos
Sinceramente pensaba
Que ella era lo máximo a lo que podía aspirar
Un alma pura, esencia espiritual
Una persona sincera en quien confiar
Pero hoy sé que es solamente una cualquiera
Una concha más
Un vómito nauseabundo
Con apariencia de tiernita
Este espectro diabólico, esta puta fácil
Perra del mejor postor, tarro de semen
Esta bestia sin corazón
Este animal infame y vil
Repugnante e inmundo
Esta cosa indigna de existir
Salvo en el fango, en el lodo infernal
Esta mierda envuelta en seda
Esta
Esta
Esta es mi novia
Mi puta novia
Un reptil sacado de las cloacas
Una pus reventada
Una serpiente doblecara
Con maldad más profunda que los abismos del diablo
Con mentiras más asfixiantes que gas venenoso
Con fingimiento más artificial que muñeca inflable
Con trucos y saña que harían temblar a Maquiavelo
Y con perversidad que asombraría al propio Satanás
Así es mi novia
Así es mi puta novia
Salida del abismo
Llena de negrura, de peste, de muerte, de perfidia y bajeza
Un basilisco lleno de corrupción
Pero envuelto en pétalos florales
Así es ella
Así que, ¿qué más puedo decir de mi puta novia
de esta puta repugnante que me venció
como vence la muerte a todos los hombres?
¿Qué más puedo decir?
¿Qué más puedo decir?
De esta traidora, insidiosa
Trola mentirosa
Concha asquerosa
Fango con ropas de mujer
¿Qué más puedo decir salvo una cosa
una sola cosa?
TE AMO puta novia

Escuchaste bien
Finalmente debo admitir
Que con todo lo puta, con todo lo mentirosa
TE AMO puta
TE AMO trola
TE AMO
TE AMO
TE AMO
Por siempre
Jamás
Así que vení
Vení acá
VENÍ JUNTO A MÍ
Y MENEAME TU COLA
UNA VEZ MÁS…

¡Turgentes brotes de sangre paraguaya!
¡Verdaderos hombres nacionales!
El canillita vence al alba en diligencia
Ya que se levanta y ya está trabajando
Antes que los primeros rayos de Aurora
¡La pereza del amanecer no le incumbe!
¡Ni su lentitud le entorpece!
Este luchador de las madrugadas
Desayuna faena dura
Entre papeles impresos
Y veredas inmundas
Desde muy temprano
Ha de llevar en hombros a la jornada
Sin importar
Con cuántos grados de calor
Le queme
¡Te admiro, oh gladiador del asfalto!
Enfrentando con tanta valentía
A los leones de acero
Que te escupen humo de sus culos
Y desdén…
Sólo unos pocos sabrán
De la titánica gesta
Iniciada DIARIAMENTE
Por tu mano
¡Turgentes brotes de sangre paraguaya!
¡Verdaderos hombres nacionales!
Por los endurecidos dedos de alguien
El atardecer ha adquirido mejor brillo
¡El lustrabotas lo ha limpiado!
Con habilidad suprema
Ha desempolvado Orión
¡Y a las Pléyades su brillo ha cepillado!
Pero no recibirá recompensa hoy, no
Sino lágrimas y cansancio
En su cajita lleva sueños desesperados
Ninguno de los cuales verá florecer en el presente
¡Lustrabotas, gigante que humildemente te inclinas
a limpiar esos pestilentes pies!
De cuando en cuando
Roba de su cajita
Un poco de embriaguez:
El hambre lo ha coaccionado
Vagando por las aceras como fantasmas
¡Este es el grito inaudible de la sociedad!
¡Culpables, culpables, culpables!
El martillo caerá sobre todos, lustrabotas
Y nos triturará las rodillas
Que no se doblan, que no se doblan
Congeladas de orgullo
¡Pero no te tocará a ti, amigo
que ya te hallas inclinado de humildad!
¡Turgentes brotes de sangre paraguaya!
¡Verdaderos hombres nacionales!
Los niños de la calle son futuros robles
Sangre sedienta de sangre
Que si la bebiesen foránea
¡Pavor en las Américas!
Y si fuese fraticida
¡Dolor en los yerbales!
Pero, ¿ya no corre esta sangre hermana
por canales infernales?
La indiferencia de esos autos lujosos
El disparo a quemarropa
De apatía del peatón
La negra burla de la cleptocracia
¡Grande es nuestra deuda, niño callejero!
¡Y el saldo está en rojo!
¿Quién podrá justificarse
si decides cobrarla a machetazos limpios?
¡Cóbrala de todos hijo, cóbrala de todos!
Aun de aquellos que te quieren utilizar
¡Y especialmente de los que te quieren olvidar!
O si no, crece
Crece
Y sé una fortaleza de virtudes
Trabajo, honestidad y temple
Rebasando a todos en bondad
¡Esto no lo hizo nadie en tu ciudad!
Ni siquiera aquellos otros niños
Consentidos, gordos, llenos de mentira y orgullo
Viviendo una vida de sombras y muerte
Sin conocer tu dolor
¡Niño, crece te digo, sé un hombre!
¡Y mírame a los ojos, mírame!
Pero no para pedir
No para pedir
Sino para DARME
¡Da, niño, te digo, da!
¡DA!
Un poco de esa luz
Un poco de la chispa
De tus ojos
¡Turgentes brotes de sangre paraguaya!
¡Verdaderos hombres nacionales!
Los hombres-escombro crecen en las veredas
Como los yuyos
Inservibles, ignorantes, viles ratas llenas de odio
Y veneno
Por la humanidad
Comiendo de las migajas de seccionaleros
Y caudillitos de cuarta
O de marineritos locos
O de ñembo mafiosos
O de cualquier estúpido
Que tenga una estúpida idea
Y platita para llevarla a cabo
¡Hombres-escombro, sois peor que basura!
Puesto que a ella se la puede arrojar
Acumular y dejar a un lado
Pero nadie se puede deshacer de vosotros
Como de desperdicios tóxicos
¡Y cuánto pueden llegar a progresar!
¡Pueden hasta llegar a ocupar banquina
con las morsas senatoriales!
¡Incluso llegar a la presidencia!
¡La misma historia está construida
con ustedes!
Generales, reyes, capitanes
Y cualquier otro chulo descartable
Como el cigarrillo usado
¡Que es pisoteado!
¡Turgentes brotes de sangre paraguaya!
¡Verdaderos hombres nacionales!
Escudos de la bandera
(Ese trapo sin valor)
Murallas de la frontera
(Ese yermo infértil)
Medallas de logros nacionales
(Jirones de lata)
Presentes y futuros líderes
Que ojalá crezcan
MÁS ALLÁ DEL BALDÍO
CERRADO DEL PARAGUAY

¡Campesinos, campesinos
no sirven para nada!
Con sus sombreros piri
Mojados de muchos atardeceres
Y sus pantalones
Llenos del sudor de muchas jornadas
¿Qué les pasó...?
Invadiendo la ciudad en hordas
En masas insatisfechas y furiosas
Han hecho trizas
Un pasado lleno de gloria y honestidad
¡Campesinos, campesinos
no sirven para nada!
Hablando mal el español
Y el guaraní
Volcándose por las avenidas
Como lava llena de ira y presunción
Siendo arrasados, arreados
Por promesas de caudillos mal pagados
Obedeciendo ciegamente
A operadores políticos más ignorantes que ustedes
¿Qué hicieron con la azada?
¿A dónde ha ido el buey?
¿Dejó de ser dulce, acaso
el sabor del trabajo en vuestras bocas?
¡Campesinos, campesinos
no sirven para nada!
Echando por tierra la labor de los antepasados
Se han unido al circo loco
De los citadinos
¡Si vuestros abuelos os escuchasen!
¡Si la misma tierra pudiese hablar!
Verían lo equivocados que están
El desvarío por el que vuestras mentes vagan
Prefiriendo el grito
Antes que el servicio humilde
¡Y no digo que no se reclame justicia!
Pero si todos lo hacemos
¿Quién quedará para trabajar...?
Entonces el problema es de todos
¡Qué pena que a nadie veo sudar!
Con los brazos cruzados
Hemos comprado un futuro
Más doloroso que la ardiente cal
Nada hemos de sembrar
Salvo lágrimas y desencanto
De promesas harapientas
Y fútiles marchas sedientas
¡Campesinos, campesinos
no sirven para nada!
¿Para qué invaden tierras
para qué hacen proselitismos
para qué se dejan zarandear por tontos?
¿Será que valen tanto la migaja de pan
y la carne enlatada
el billete robado
de la sociedad?
¿Para qué han de usar
esos centavos por el que venden sus cédulas
y sus almas, para sentenciarnos a todos
a otro quinquenio de necedad?
Dejándose intimidar eternamente
Por tres perritos sarnosos
Que manejan el valle
Desde sus estancias paradisíacas
Mientras, cual dráculas
Chupan sangre de la tierra misma
¡Rebélense desde sus propias casas!
¡Derrumbando las cadenas de opresión!
No vengan a chillar al pedo
No vengan a hacer papelón
Ya que oídos sordos sonríen y asienten con la cabeza
Solamente pensando en cómo encadenarles mejor
Con vuestros propios grilletes de ignorancia
Riéndose de la ciudadanía
(También estúpida)
Que trepida ante tal despliegue de necedad
¡Serán ellos recordados como héroes
aun cuando hayan sido la causa del problema!
LA REBELIÓN ES DEL CORAZÓN
DE LA MENTE
No de las cornetas ni de las pancartas
No del griterío ni de los improperios
Que consume y desperdicia energía
Que podía haber sido usada
Para ayudar al prójimo
Y para hacer brotar de la tierra
Sus frutos
¡Campesinos, campesinos
no sirven para nada!
Ni yo sirvo para nada
Ni nadie sirve para nada
Por eso decido quedarme en mi casa
Y hacer lo poco que puedo
Para mejorar el mundo
Y si ustedes, o los indios
O cualquier turba furiosa
Por algún motivo
Sale a armar escándalo y alboroto
No tengo por qué meterme
Entre gases lacrimógenos
Y cócteles molotov
ARREGLEN USTEDES SU DESASTRE
Que yo todavía
No he arreglado
El mío

¿Y qué si digo que soy un hijodeputa?
¿Es acaso mi boca problema de mi madre?
El pescado imbécil muerde su anzuelo hasta el fondo
Y no quiere aflojar
Ahora: las orejas que escuchan
¡Eso ya no es de mi incumbencia!
Arránquenselas y arrójenlas
(Así también los ojos, manos, pies)
Para entrar al reino sordos
Y que toda vuestra apestosa bolsa de carne
No sea arrojada al abismo (Mt.18-8,9)
¡Mejor es que queden lisiados de cuerpo y mente
antes de que sigan escuchando
a este embotado
y sean hallados culpables!
El que molesta a un perro rabioso
Es el único responsable si hay mordida
¿A quién le importa si te morís?
Dos o tres días te lloran
Y luego sigue el baile, la orgía, el show
Quien pare cien mil infiernos
No se diferencia del que bebe agua bendita
Y quien sodomiza al mismo diablo
Es igual al que aborta cien mil gehenas
Si a grito pelado digo que soy un imbécil
¿Quién será valiente para negármelo en la cara?
¿Quién se asombrará para soltar una carcajada?
Si soy tonto y digo serlo, simplemente afirmo un hecho
Y si no lo soy, y digo que lo soy
¿Acaso no me convierto efectivamente en un tonto?
¡Imbéciles, yo me llevaré la última carcajada
riéndome de mí mismo!
¿Y qué si digo que Jesús es un hijodeputa?
¿Qué?
¿Me van a crucificar, así como a él?
¿Me van a abuchear, así como a él?
¿Me van a arrestar, torturar, así como a él?
¿Me van a matar, así como a él?
¿Qué van a hacer?
¿Qué van a hacer?
Y si son tan idiotas como para hacerlo
O incluso tener deseos de hacerlo
Son tan idiotas como los que lo crucificaron a él
De hecho: son peores
Puesto que si alguien viene aquí y empieza a hablar
¿Cuál es el motivo de apedrearlo?
¿Y no dijo Jesús mismo:
“Cualquiera que diga alguna palabra contra el Hijo del hombre
será perdonado?” (Mt.12-32)
Tanto el lunático como el santo (quizás sean la misma persona)
Hablan de Dios
Es lo más barato que hay
O lo más caro
¡Todo depende de qué lado de la tarima estés!
Acá el tema es respetar por encima de los insultos y oprobios
Tener esa dureza de mente y suavidad de corazón
Eso es respeto
Eso es caridad, amor
No el odio, el fanatismo, la estupidez que practican a diario
El rencor que tienen inscripto en los genes
¿Amar al enemigo, verdad? (Mt. 5-44)
Y que venga el mismo Jesucristo aquí
¿Cuál es el problema?
¿No va a tener la entereza moral de escuchar
que alguien le diga que es un hijodeputa?
Pero ustedes no
Ustedes son demasiado puros, santos, perfectos
Sí: unos perfectos hijodeputas
Paridos por el demonio
¿Y qué si digo que María misma es una hijadeputa?
¿Le convierte a ella en menos santa
de lo que supuestamente fue?
¿No veis que su silencio delata su beatitud
mientras que vuestro enojo hace evidente
vuestra condenación?
¿Y qué me importa si fue o no virgen?
No es mi mujer
No es mi problema, ni mi preocupación
El asunto no me quita ninguna cana
PERO USTEDES SÍ QUE TIENEN UN PROBLEMA:
QUE SON ESTÚPIDOS
¡Cerdos ciegos, ganado marcado por el diablo!
¿No van directo camino al infierno?
Conversando acerca de cosas santas
Bajan al abismo sonrientes
¡Necios estúpidos
que juzgáis por la boca sin ver el corazón!
Fiándose en las apariencias
Antes que en el justo juicio (Jn. 7-24)
¡Ratas inmundas llenas de basura y odio
pretendiendo bañarse en agua bendita!
Con vuestra lengua podrida
Han profanado la consagración de la hostia
Si tal cosa es posible
Han ensuciado el altar
Si ya no era lleno de polvo desde el principio
¿Y qué si digo que los sacerdotes son unos hijodeputas?
Esas aberraciones de la naturaleza
Esas cucarachas
Expertas en infringir la palabra santa
En justificar sus obras malas
Y en crear estrambóticas reglas y leyes
De las cuales Jesús jamás habló
¿Por qué se dicen los unos a los otros “Padre”, “Pa´i”?
Cuando que escrito está:
“Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra
porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.” (Mt.23-9)
¡Víboras!
Reptiles asquerosos que inventan estatutos
Para mantener su hipocresía y orgullo
Batracios que se yerguen en criticones
Cuando agarran el micrófono
Haciéndose los machitos
Dejan asombrados a los necios
¡Qué pena que a la hora de hacer algo concreto
corran levantando sus sotanas
con el rabo entre las patas!
Estas semillas del maligno
Estas copias baratas del sanedrín
Y de los “maestros de la ley”
Saben embadurnarse con poder terrenal
(¡Qué gran DIFERENCIA del politiquito ordinario!)
¡Son verdaderos reyes de hipocresía!
Así como los ministros, pastores
Y demás perros de la jauría venenosa
¡Embajadores del diablo!
Que devoran el diezmo de los devotos
(Esos seguidores de Mamón) (Lc. 16-13)
Para vivir en el lujo y la ostentación
Paseándose en autos último modelo
Lleno de mujeres en pelota
Mientras dicen, riendo:
“Sólo cuidamos de nuestras ovejas”
¡Lobos feroces!
Hienas desvergonzadas, que:
“...recorréis mar y tierra para hacer un prosélito
y cuando lo conseguís, los hacéis dos veces
más hijo del infierno que vosotros” (Mt.23-15)
¿No son todos ustedes, los nuevos escribas y fariseos?
Mejor que llamarles “Padre” o “Pastor”
Sería decirles “Pederasta” o “Sodomita”
¡En la inocencia de niñas y niños
ha construido un altar al demonio
vuestro verdadero padre (Jn. 8-44)
al que adoráis con tanto fervor!
¿Y qué si digo que las iglesias son todas hijas del diablo?
Con sus magníficas puertas de oro
Construcciones lujosas
Catedrales, basílicas, templos faraónicos
Diezmos y fiestas, agasajos y farras
Espléndidas, dignas de los paganos
De Roma o Babilonia
Con vuestros interminables inmuebles y propiedades
Comprados con la plata de necios
Cobrando sueldos jugosos de fieles
Con vuestras baratijas (rosarios, crucifijos y demás parafernalia)
Hechas con piedras preciosas
O reliquias podridas
Con vuestras ropas elegantes y caras
¿Qué esperáis ganar?
¿Qué provecho le quitaréis
una vez en el pozo de fuego?
A esta gente le gusta la comodidad
La buena vida, la riqueza, la prosperidad
El despilfarro y las cuentas bancarias
¿No leyeron que:
“No podéis servir a Dios y a las riquezas”? (Mt.6-24)
Con sus rituales extraños
Sus misas repetitivas y vacías
Sus cantos ridículos
Sus servicios que no son sino chisme
Sus gesticulaciones grotescas
Y fórmulas extravagantes
Van cavando lentamente sus tumbas
Para voluntariamente
Arrojarse al pozo vivos
Creyéndose las autoridades en la palabra
Han ideado diez mil formas de condenación
¿No saben que: “...los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en Espíritu y en Verdad”? (Jn.4-23)
Estos no son sino adoradores del diablo
¡Y también él necesita de tales adoradores!
¡Bufones hipócritas!
Apelotonándose entre muchos
No son sino carne que se va a asar
Y los líderes se ufanan de su pútrida gloria
Saliendo en la tele
O en la tarima arengando
Acerca del “espíritu santo”
¿Acaso no es de esperar que a algún necio le dé
un ataque de epilepsia?
Arrobándose el título de sanadores
Presumiendo supuestos poderes extrasensoriales
Creyéndose los nuevos Jesucristos
Los dioses caminando sobre la tierra
Por haber quitado algún conejito del sombrero
¿Qué? ¿Decís que tengo demonio?
¿Decís que estoy poseso?
¡Tráiganme a vuestros exorcistas
a vuestros brujitos baratos
a todos vuestros patéticos taumaturgos!
Tráiganlos a todos
Y vamos a ver
Quién sale volando por los aires
Tráiganme a vuestros capitanes y pelotones
Que vengan vuestros filosofastros, SACERDOTRASTOS
Profetas falsos y toda la carne llena de pecado que quiera
Contender en juicio
Traigan cuatrocientos cincuenta de los mejores
¡Vamos a ver si no hago LLOVER FUEGO DEL CIELO
como aquel sanguinario Elías! (1R.18-38)
Con dos o tres truquitos de mono
Se creen el gran santo
Con cuatro piruetitas se yerguen
Y relinchan, como cerdos:
“Soy el varón de dios”
No saben acaso que Jesús mismo dijo:
“Muchos me dirán en aquel día:
“Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre
y en tu nombre echamos fuera demonios
y en tu nombre hicimos muchos milagros?”” (Mt.7-22)
¡La cara de sorpresa que tendrán estos hacedores de maldad (Lc. 13-27)
al enterarse que no van al cielo
sino directo a la fosa!
Y aunque digan solamente
Que tengo odio por la vida
SÍ, LES DIGO
MI NOMBRE ES FURIA
Y LA ODIO DE VERDAD
¡Pobres de ustedes, santurrones
que la aman, que la atesoran
que se aferran a todo esto!
¿No fue dicho por causa de ustedes:
“El que ama su vida, la perderá
y el que odia su vida en este mundo
para vida eterna la guardará”? (Jn.12-25)
¡Víboras!
¡Sapos y culebras venenosas!
Aprobándose los unos a los otros
Sin buscar “la gloria que viene del Dios único” (Jn. 5-44)
Van encadenados entre lazos
De falsos honores y espuria gloria
A estrellarse a la gehena
¿Y qué si digo que ustedes son hijodeputas?
¿No están todos condenados al infierno?
¿No son cadáveres ambulantes
comida de gusanos
máquinas de hacer el pecado?
“¿Y tú?”, dirán los inocentes…
¿No es acaso obvio, hermano?
Por eso sé todo esto
Sólo el que ha ido a las profundidades
Puede hablar con propiedad de sus propias imperfecciones
Sólo el maldito conoce de verdad la maldición
Por eso el santo no es sino un pecador que sigue luchando
Contra las maléficas huestes
Y no que tenga pavor de nada, no
Puesto que su aliento mismo son las llamas candentes
De la eterna gehena
Y sus pedos la brisa de los cielos
De ese reino del que hablaba el galileo
¡Este imbécil ha despedazado al mismo satanás!
Devorando los pedazos de su cuerpo
Con un poco de sopa de bienaventuranza
¡El santo de Dios es algo inconcebible!
¡Estos hombres-león trituran todo con su amor
o con su divina furia
teniendo a Dios, más que en los labios
tatuado (fundido, aleado, derretido completamente) en sus corazones
con marca de fuego!
No son como ustedes, ratas patéticas
Que solamente rezan
Para satisfacer vuestro deseo por bagatelas
O para alejar el fuerte tónico del sufrimiento
¡Que es la columna principal del templo del Dios vivo!
Pero, si siguen con la cara hundida en el fango
¿Cómo lo conocerán?
¿Y qué si digo que Dios mismo es un hijodeputa?
¿Qué va a pasar?
¿Qué va a suceder?
¿Me va a caer un rayo?
¿Me va arrollar un autobús?
Parece que no
Al menos ahora
Y si pasa, ¿qué?
¿Qué?
¿Van a sacudir sus cabezas como muñecos?
¿Se van a tapar la boca, ese agujero del infierno?
Van a temblequear como sapos diciendo:
“Eso es la justicia divina, lo que se merece”
¡Hipócritas!
¡Escoria inmunda!
No pasa nada porque aquí no hay miedo
Esa agua tan bendita con la que se atragantan
Esa hostia que se meten hasta por el culo
Que no es sino veneno amargo
Para el de corazón impuro
Y dinamita encendida
Que les va a volar en mil pedazos
Sí, el miedo voraz que tienen
De vuestro Dios acusador
Si tal cosa existe
Es el que les impide
Conocerle
¡Nunca lo harán!
¡Nunca lo harán!
¡Nunca lo harán!
Ni vuestros ministros, sacerdotes o pastores
Ni vuestras masas de gente
Sino sólo los santos
Solamente los santos
¿Y cómo estoy tan seguro de ello?
PORQUE ESTOY CONDENADO
Y RECONOZCO LA MARCA EN OTRO CONDENADO
¡Mierda, que equivocado parezco estar!
¡Tanta gente pensando
que es el último pan
del desierto!
¡El maná que descendió de arriba!
¡El gran hombre virtuoso!
¡El gran filántropo, el gran benefactor!
¡Cada cual se dice a sí mismo
que es un ángel de Dios, tan puro
tan servicial, tan correcto moralmente
tan probo, tan honrado, tan íntegro
tan bello, tan bueno, tan casto y honesto!
¡Hoy todo el mundo se cree perfecto!
CUANDO QUE LO ÚNICO QUE YO PUEDO DECIR
CON ESTA PESADA JOROBA DE DOLOR EN MI ALMA ES:
“¡APÁRTATE DE MI, SEÑOR
PORQUE SOY HOMBRE PECADOR!” (Lc.5-8)

COMENTARIOS MENOS INTERESANTES QUE EL FÚTBOL

¡Qué alegría la mía, al descubrir que los legendarios rasgos típicamente paraguayos, que tanto impresionaban a los extranjeros de todos los rincones del mundo, siguen vigentes hasta hoy en día! Me refiero, claro, a la generosidad y a la hospitalidad; características infaltables desde que el primer español preñó a la primera india (y, a propósito, ¿por qué mierda siempre es “un español y una india”? No pueden ser un indio y una española, o dos indios o diez, o veinte españoles sobre una india, o los españoles solos en sus caravelas?). La generosidad, virtud paraguaya por excelencia, es harto manifiesta cuando se deja campantemente a los políticos robar los fondos estatales, con inmunidad garantizada y derecho a reelección. Ya que si la plata del estado es de todos, y alguien se la apropia para sí, ¿no significa esto que nosotros somos generosos, magnánimos, dadivosos, al no sólo dejar o esperar, sino alentar este tipo de comportamiento de ciertos personajes? Exactamente. Otro ejemplo: esta costumbre que está tan de moda por estos tiempos: el de poner la música a todo volumen. ¿Cuánta generosidad la del que lo hace, ya que no sólo él pretende disfrutar de su polca-cachaca-onda-de-verano-tema-del-momento, sino que, con toda buena intención y predisposición, “comparte” con todo el vecindario su enriquecedora música, demostrando la amplia cultura y educación del paraguayo. ¡¿Y lo de la hospitalidad?!, claro, casi me olvido. ¿No es un hecho irrefutable, que niños, indígenas, campesinos, seguidores de fulanito o menganito, familias enteras, gremios cualquiera en huelga, disfrutan del cómodo y confortable alojamiento de las calles? ¿Para qué fabricar camas? ¡Durmamos en las aceras! ¿Para qué fabricar WATERS? ¡Caguemos en las plazas! ¿Para qué construir casas? ¡En las calles se vive mejor! ¿Para qué trabajar por una vida decorosa y honrada? ¡VAMOS A LA CALLE A GRITAR PARA QUE SE NOS DEN COSAS! ¿Para qué ser decente? ¡Acá tenemos una vida digna de un rey de reyes! Evidentemente, el darle la bienvenida en las plazas, jardines, espacios públicos, a estos compatriotas nuestros, ¿puede significar algo distinto que nuestra infinita hospitalidad?

Cuando los obreros o albañiles, taxistas o colectiveros, mecánicos, gomeros, etc. (o todo trabajo que se haga “en la vereda”) se ponen “en ronda” para tomar tereré en su “momento de ocio”, ¿acaso hay alguna duda de que se ponen a babosear? Hasta las hienas y los elefantes (que, por supuesto, después de unas cuantas botellas, entran DE CABEZA) levantan sus rostros al saberse “afectados” por el pornográfico diálogo, la “edificante, vigorizante y educativa charla”, acerca de cómo han o quieren meter sus penes por cuanto agujero en movimiento asome las mugrientas calles o imaginaciones de tan “finos” personajes. ¿Sería un buen consejo recomendarles que, ahí mismo, se hagan la paja entre ellos, saciando directamente su “trabajadora” libido?

Para poder manejar en Asunción no basta tener registro: hay que ser piloto de carreras.

Los políticos son tan honestos, que todo el mundo confía en ellos; tan generosos, que privarían a sus propias familias de pan para compartir con otros; tan flacos, que padecen desnutrición, bulimia y anorexia; tan pobres, que no tienen ni para su pasaje; tan trabajadores, que ni siquiera pueden descansar; tan correctos, que se sonrojarían ante una propuesta dudosa; tan veraces, que tartamudean TODO si planean mentir; tan populares, que todos desearían ser como ellos; tan creyentes, que casi se les cae la aureola. No sé para qué existen santos y ángeles si ya hay políticos; no sé cómo han podido imaginar que hay un “Cielo”, si ya los políticos han hecho de la misma tierra un paraíso; no sé por qué siguen hablando de pobreza, hambre, ignorancia y robos, cuando que los políticos han luchado con todo esmero, fuerzas y abnegación humanamente posibles, para lograr el jardín precioso en el cual vivimos; no sé por qué la gente dice que no hay más solución, cuando que los políticos no solamente han solucionado todos nuestros problemas, sino que son la única esperanza que realmente tenemos. AMO A LOS POLÍTICOS. A todos y a cada uno de ellos. Los amo tanto, que en vez de tener que elegir entre ellos en votación, me gustaría darle a todos el mismo cargo, y a sus esposas, hijos, hermanos, amantes, empleadas domésticas, perros, gatos y gallinas; también me encantaría subirles a todos el sueldo, diez, cien o mil veces, incluso, sin importar que contraigamos deudas, para premiar la divina labor que hicieron por nosotros. Es más: creo que sería genial si todos los cargos pudiesen ser vitalicios, para así no preocuparnos más de nada, y vivir felices para siempre. ¡Viva el Paraguay, viva el Paraguay! ¡Vivan los políticos eternamente! ¡Y “vivamos” nosotros, que TANTO LES QUEREMOS!

En esto consisten los exámenes: un tipo expone acerca de lo que no comprende, a otro tipo que escucha sin conocer lo que escucha, acerca de lo que ninguno de los dos entiende. Entonces el que habla, habla acerca de lo que se tiene que hablar y el que escucha, escucha lo que quiere escuchar: ambos salen beneficiados y nadie jamás aprende. Y si es escrito o selección múltiple, hay simplemente un mamarracho de por medio. O dos…

Los parques se visten de gala para recibir a sus más nuevos inquilinos: los indígenas. ¡Qué honor! ¡Qué pompa! ¡Qué glamour! Especialmente cuando se mean y cagan encima de nuestra tranquilidad, haciendo señorial despliegue de tradiciones precolombinas sobre los jardines. No que los parques en sí fuesen hermosos o bien cuidados, ni mucho menos... es que el pueblo-mierda (que es el pueblo paraguayo), aborrece la honestidad en demasía, prefiriendo siempre, la morbosa seguridad de la hipocresía. O si no, se escucharía de gargantas sinceras: “Un indígena abriendo el esfínter, ejercitando el instinto más bajo y pestilente en la floreada obviedad. ¡Qué metáfora más hermosa de nuestro pueblo!” Y no le culpo a los españoles, esos ñembo católicos, no. El indio guaraní, al olfatear las primeras botas europeas, simplemente SUFRIÓ UNA METAMORFOSIS, y empezó a echar lo más grosero, grotesco y despreciable de sí. El resultado: la raza paraguaya. Entonces, al verle cagar a los indígenas en las plazas, más que indignación, deberíamos sentir esperanzas. Renovar la fe, la confianza en que la providencia moldee de ese “barro” una raza mejor, más digna y menos corrupta.

Es muy difícil clasificar la fauna corrupta paraguaya. Ya que, si bien corrupto y político son lo mismo, dependiendo de muchos factores, existen características dominantes y recesivas en cada especie. Por ejemplo: el lustrabotas-lamehuevos, el prepotente ñembo-mbarete´i, el asqueroso gordo seccionalero, el planillista o mero zoquetero, el títere o chivo expiatorio, el incompetente (que, en la mayoría de los casos se masturba con el poder-cargo-responsabilidad-función que tenga, por pura diversión), el mero haragán o perezoso, el hijito de papá, el puto vendido al mejor postor, el ñembo correcto, el puro coimero, etc, etc, etc, ad infinitum. Las combinaciones son innumerables y las variables inagotables. Pero lo cierto en todo ellos es lo mismo: el deseo de meterse el consolador estriado del poder, lo más adentro en el culo posible, hasta hacerlo sangrar. Después, por supuesto, ponerse las venditas de los fueros y/o mandarse mudar.

¿En qué ley dice que no se puede odiar a este país? Si pago mis impuestos, si saludo a mi vecino y si no concurro en ningún ilícito, ¿cómo alguien puede decirme nada? ¿O acaso está en la Constitución: “Amarás a la República del Paraguay, a sus gobernantes y representantes, sean quienes fueren, lindos o feos, honestos o ladrones”? Porque si no dice eso, o algo similar, estoy con todo el derecho del mundo de odiar a este apestoso pedazo de tierra inservible. Ahora, si sale alguna nueva ley con ese artículo, ciertamente que soy un delincuente, pero si no, ¿a quién le importa?

¿Quién puede negar que la cacareada, pero casi nunca analizada, frase “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, es la sola y pura verdad? ¡Seguro que muchos “puros” se rasgan las vestiduras al ver a su “potencia de América” siendo violada brutalmente por los pandilleros-al-poder todos los días, pero, ¿acaso hay otra cosa que ver? Puesto que muchos son los “plagueones” que pegan el grito al cielo sin hacer un pito; como los que viven la dolce vita, colgados de las tetas del “país de las maravillas”, cantando aleluyas. La mejor prueba de lo estúpido de plantearse (siquiera) esto es que países como Suecia, Luxemburgo o Nueva Zelanda, no hacen el planteamiento: no se preguntan si tienen o no el gobierno que se merecen, puesto que nunca hubo duda al respecto. ¡Claro que ellos tienen el gobierno que se merecen! Así como nosotros...

Antes (no puedo creer lo estúpido que era), me lamentaba de vivir en un país de ignorantes. Hoy: mi alegría se desborda de sus fronteras. No sé si los paraguayos son analfabetos en el sentido estricto (tengo mis dudas…), pero sí son ANALFABETOS VOLITIVOS. Publico lo impublicable, justamente porque sé que nadie se va a interesar en leerlo; o sea que puedo decir lo que se me dé la gana sabiendo que mis palabras solo harán eco en el vacío: tal es mi poder. Entonces, soy libre para desarrollar un estilo que abarque las profundidades de lo pútrido y asqueroso, y las alturas de lo sublime y celestial.

Escribir es literalmente limpiarse el culo. Si alguien es tan tonto como para acercar su cara al “papel impreso”, ¿he de ser yo el culpable?

No puedo decirte cómo escribir menos de lo que puedo convencerte de que tus ojos ven... Ahora, si sentís que las entrañas se te queman con sentimiento, quizás puedas agarrar el teclado... o tirarte un pedo. Así que, solo tú puedes saberlo, ese picor de garganta (que no se calma con caramelo para la tos; NI CON WHISKY, Bukowski), esa ansia lujuriosa por gritar (que no se satisface con un solo orgasmo, por monstruoso que fuere), ese ciego impulso de restregarle la realidad a la gente por la cara y esa carencia total de miedo. Los que no sintiesen esto, son fantasmagóricas figuras del momento, la niebla que ofusca por un santiamén. ¡Quién tuviere esa gloriosa visión de los poetas “laureados en la eternidad”!

Como dirían aquellos chiflados, denominados conjuntamente ZEN: “No imites a los maestros, busca lo que ellos buscaron”. También se puede agregar que, la obra, está perfecta, no cuando no se le pueda agregar algo más, sino cuando queda estropeada si se le quita algo, como dijo Saint-Exúpery.

Hay una gran tentación de escribir de manera excesivamente sutil y sublime, como para dar el gusto a los exquisitos, esos trolos reprimidos que leen mucho y que tienen muy buen gusto. Pero, ¿qué va a pasar si todas las bebidas del mundo fuesen solamente champagne? La gente quiere cerveza, y se la damos. Ahora: el verdadero genio consistiría en crear una bebida que, dependiendo del que la beba, le sepa a cerveza, o a un buen vino.

Soy un escritor de retaguardia, como Marco Aurelio o Wittgenstein, escondido en las trincheras de una guerra que sé que ya gané. No busco eso que los demás buscan, esas palabritas de elogio, esa masturbación mental, ese cumplido insincero. Eso es tarea de los escritores DE VANGUARDIA. Ahora, si me preguntan si sus obras (la de estos “escritorcitos en boga”) son buenas... pues... ¿no ganaron PREMIOS y demás yerbas...? Ahora: lo que reciben por la RETAGUARDIA, ya no me importa…

Con sus premios, dan testimonio de ello. Evidentemente, por estos tiempos, ganar un premio es NO MERECERLO EN ABSOLUTO. Punto final.

Hay que tirar todas las novelas al basurero, como diría Borges (es cita apócrifa). Es increíble cómo hay un desprecio total hacia la prosa. Ciertamente que los antiguos sólo sabían DE poesía. Quien no fuere capaz de que su prosa HUELA a poesía, ciertamente que es un mentecato.

Lo que pasa con el pensamiento es que es una cosa demasiado DESPRECIABLE como para deshacernos definitivamente de él, como una ex novia. Entonces lo utilizamos de vez en cuando, hallando morbo y placer en él, sabiendo que realmente nunca nos perteneció a nosotros en primer lugar...

Ahora está de moda elegir mujeres en la primera magistratura. Digo, si ya los presidentes se dejaron coger tanto, ¿qué se puede esperar de las damas?

Había una tipa tan segura de su sexualidad, que, cuando su chongo le confesó una infidelidad, ella, entre risas, le dijo: “¿Y valió la pena?”, puesto que sabía que tenía la concha más caliente, mojada y apretada de toda la región (no porque haya nacido así, sino porque era una maestra en el arte de la alcoba). El mentecato, cabizbajo, admitió: “No”.

Había un tipo tan seguro de su sexualidad, que, cuando su chonga le confesó una infidelidad, él, entre risas, le dijo: “¿Y valió la pena?”, puesto que sabía que tenía los huevos bien puestos, la pija más resistente y dura de toda la región (no porque haya nacido así, sino porque era un maestro en el arte de la alcoba). La mentecata, cabizbaja, admitió: “No”.

No, no, la familia es sagrada. ¡No, te digo!, disculpame. Si fueses soltera, todo bien, todo tranqui. Pero si estás casada, tenés novio, sos mamá (que quiere “mantener” un papá), no, no señora, nunca, jamás. Te aseguro que si fueses sola, te cogería tanto y tan bien, que aunque tengas derecho de ir al cielo, le dirías a San Pedro: “No quiero entrar al Paraíso. Quiero quedarme en la tierra y que Leo me siga cogiendo”.

La tipas SIEMPRE deciden: ESA es la cagada. ¡Jajajajaj, hay que dejarles que se cocinen solitas, que se cocinen bien…! La humillación…

Maya (la ley de la relatividad, el principio “ilusorio” del universo) es la mujer de Dios. Y Dios es un polígamo… el muy hijo de remil… Tiene una mujer que le prepara el desayuno, otra que le da un beso antes de ir al trabajo, otra que ve casualmente menear las nalgas en la calle, su secretaria de la oficina, su “brunch” de media mañana, su compañera de almuerzo, la moza que le trae el café de la merienda, la colega con la que se va al bar después del trabajo, la amante con la que coge antes de llegar a casa, la esposa que le espera con la cena lista, y la puta con la que duerme al finalizar el día. Ah, también la exuberante perra con la que tiene sueños húmedos. Todas esas mujeres son una sola mujer, y el nombre de esa sola mujer es Maya. Ahora, Maya cree que “le engaña” al buen Dios, y éste, “disfruta” siendo engañado, por más de que PILLE el chiste. ¿Basta agregar que todas estas mujeres se odian entre sí, se devoran, se aniquilan, se despedazan? Y claro, Papá-Dios, “llora”, “lamenta”, la pérdida, la muerte de las que se van, poniéndose “orondo” cuando, alguna de las demás, pare una nueva mujer para él. Maya es así. Una puta deliciosa, la misma amante del Dios Padre. Y aunque intente engañarle por todos los medios, e inclusive “llegue a meterle los cuernos”, simplemente no lo hace, puesto que Papá sabe todo (y si llega a hacerlo, ¡sorpresa!, no es sino él mismo). Es fácil imaginar entonces, porqué Lilith (la “primera” mujer de Adán), fue “rechazada”, y subsecuentemente Eva, fue “aceptada”. Este Dios es un baboso… ¡claro que él tuvo que probar y “ver que era bueno”, como está escrito!

La “justicia” (al menos acá en Paraguay) debería empezar a ser llamada tortuga, en vez de “justicia”. O mejor: “Tortuga podrida”.

Si me atás las manos es como que me tapases la boca. Ni siquiera estoy hablando. Ni siquiera sé lo que digo. Solamente hago ruido, estoy generando energía. Como un dínamo, como un acelerador de partículas. ¿Por qué no podés ver? Porque tenés la mente descontrolada, etiquetando esto, etiquetando aquello, imposibilitada de toda cognición verdadera. Ella simplemente te pone zancadillas y no ocurre el discernimiento, que es a cada momento. No digo nada, sólo hago ruido. Es una fogata, si sos lo suficientemente inteligente vas a ver el brillo y sentir el calor. ¡Pero no te quemes!

Hay dos cosas horripilantes: un niño demasiado lúcido y un anciano demasiado lúcido.

Bueno, abuelo, ya tenés la pinta de un cadáver, ¿para cuándo pensás adquirir el ESTADO de cadáver?

La cosa no es ser rico o ser pobre: la cosa es no preocuparse jamás por la plata.

La única diferencia entre las grandes sumas y las pequeñas sumas es la cantidad de veces que se bañan quienes las manejan, o sea, si usan perfume o tienen katï. Pero la codicia es igual.

Estamos todos angurrientos por la plata.

No puede haber tanta plata en un lugar sin que haya cierta irregularidad en su manejo.

La ventaja del rico es que sabe (o cree saber) como son las cosas abajo. La desventaja del pobre es que imagina que las cosas arriba no son tan sucias.

Mientras menos pienso en la divinidad, más me divinizo.

Hay que decirle a los demás que tienen razón en sus estupideces. Se ahorra más tiempo.

Si no saben comportarse sobrios, ¿por qué esperar que se comporten estando en pedo?

La vida es una gran pavada que continúa, continúa, continúa…

La almohada es el amante más constante que tuve. Nunca me ha dicho que no.

No tengo estado físico para farrear: es verdaderamente un sacrificio. El ruido que lija los tímpanos, el napalm para las neuronas, el humo que satura hasta las medias dentro del zapato. Ir a farrear es como ser ese pedazo de carne que se condimenta para poner a la parrilla: al fin y al cabo ya estaba muerto antes de sentir nada. Las drogas hacen las presentaciones más rápidamente, aunque siempre va a haber cierto tiempo: el tiempo que tarda en llenarse de sangre el pito, o sea, en tener una erección. Y por cierto: la idea de manejar sobrio es tan estúpidamente ridícula como la de ir a un concierto siendo sordo.

Pensar es peor que masturbarse. Porque masturbándose es posible llegar al placer, pero el pensamiento es una migraña, un picazón, un ruido sin switch de off, que sólo causa molestias y nunca da sensaciones placenteras... a no ser, claro, que sea ESA clase de pensamientos… jaja, en fin.

Ni siquiera existe eso que llaman relación, esa cosa muerta. Una especie de contrato, de ciega y mutua repetición, de moldes que no encajan con el solidísimo ser humano. De lo que sí se puede hablar es de RELACIONAMIENTO. Un elegir de instante en instante estar con otra persona, llámesele amante, amigo, pariente o camarada. Así que básicamente no debe haber relación, el individuo no debe existir; si no sería tirar de la cuerda hasta que uno de los dos caiga al fango. Para que resulte una relación, o un relacionamiento, se debe dar todo lo que se es, pensado en que eso no vale nada. Pero si se cree que todo lo dado, tiene un valor, por pequeño que sea, es como robarse a uno mismo.

La conciencia es un movimiento. Un movimiento de sí misma, en sí misma. Todo brilla de conciencia. Es como el viento: cuando sopla, todo se mueve. Las copas de los árboles, las hojas, las flores, las ramas, el pasto, cada brizna, cada hebra y partícula, el agua y sus modulaciones. Pero el cuerpo no se mueve: no puede hacerlo. ¡Hasta la ropa que tiene puesta se mueve, pero el cuerpo no! Es solamente un símil, un ejemplo. Por eso los antiguos decían SPIRITUS, SARAYU. Ellos sentían esto, esta presencia, y decían, aquí hay algo FUNDAMENTAL, algo interesante. Pero la expansión de la conciencia no ocurre por la fijación, por el apego, por la gravedad ególatra que se proyecta desde y hacia el cuerpo. Y aunque ocurra esta expansión, este sentirse en otra cosa (planta, animal, ser humano, cualquier objeto o suma de objetos), no es la gran cosa. Ya que el movimiento es el mismo, mejor o peor organizado dependiendo de quien lo lleve. También, la presunción de que haya “otra cosa” en la cual se deba proyectar la conciencia es sin verdadero fundamento desde el inicio.

Andate conmigo.

Cuando Jesús decía “ten fe”, el quería decir: “Sé que “fe” es una palabra demasiado pequeña como para resumir el estado del que hablo. Puesto que ni toda la fe del mundo ni de los cielos pueden conseguirlo, como yo lo he hecho. Por tanto, lo que hago es pedirte que seas como yo (aunque sea por un momento), que he asimilado la totalidad, en toda plenitud, llegando hasta Papá: lo que muy pocos están dispuestos a hacer. Entonces, no solamente sé como yo; sino sé yo. Sí, sé yo mismo. Conviértete en mí. Conviértete en “Yo Soy”. Ten fe”.

Una creencia jamás puede ser cierta o falsa. Solamente puede ser de buena o mala fe.


Solamente hay dos cosas que controlar:
1- Lo que entra en la boca
2- Lo que sale de la boca

Tres reglas universales:
1- Renunciar a toda forma de poder
2- No reaccionar
3- Controlar la boca, lo que entra y sale (bueno, bueno)

Frases del novio:

Soy tu luz y vos sos mi vida

Cuando te hago el amor, le alabo a Dios

Soy tu chancho y vos sos mi chiquero

No hay más que vos. ¡Hasta vos sube la escala! No existe otro nivel más alto que el tuyo. ¡Sos lo máximo que hay!

Te amo. Y mientras MÁS me odias, MÁS te amo

¿Querés formar una nueva familia conmigo?

¡Puta! ¡Puta! ¡Puta! ¡Puta! ¡Puta! ¡Puta!

¡Uuuy mi bebé! Mi bebita, muamor, mumu, etc.

Tenés una cola perfecta

Decime la verdad que DUELE

Yo no le chupo la pija a mis amigos

Sos una puta de mil guaraníes

¡Nunca vas a conocer el amor!

Sí, tenés posibilidades de llegar a ser una santa

Es mejor que me odies, es más fácil llorar y odiar. ¡Pero qué difícil es AMAR de verdad!

Siempre vas a ser mi “cocó”


Frases de la novia:

Sos un mentiroso

Sos el mejor novio del mundo

Sos un santo.

¡Sos un hijodeputa, sos un hijodeputa, sos un hijodeputa, sos un hijodeputa!

Me quiero casar contigo

¡Callate, callate, callate, no quiero escuchar ni una palabra, callate, callate!

Y nuestros hijitos bla, bla, bla.

No me importa tu familia

¡Sos el hombre perfecto!

Ya abusás ya otra vez de tu poder

¡Haceme lo que querés!

¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!

¡Eyaculame!


Frases del cuerno:

Hola cacho. Hola papá. Dale papito. Bueno papá

¡No es lo que pensás!

¡Soy homosexual! ¡Soy homosexual!

Yo tengo más chica. Y a mí me cogen SEÑORES. Sí, yo tengo orgasmos POR EL CULO

Si no fuese porque esta tipa te quiere, TE REVENTARÍA, etc.


Las energías están disparadas.

Juan ha dicho: “Poned a prueba a los espíritus”. ¡Los cojones que ha de tener quien cumpla con esta exhortación! Pelear con hombres ya no es divertido, ciertamente, para el que ha visto las muchas caras del demonio. Gran puta: ¡La farra que va haber cuando se decidan en hacerlo! Y no es como Jacob-Israel, que luchó solamente una noche y ganó. Sino que esta furia debe ser desatada cada día del resto de tu vida. Hay que pisotearle la cara a Dios: es así de simple. Hay que arrancarle las barbas al viejo pelotudo. Quien no lo haga, jamás será salvo.

¿Y qué es la salvación? ¿De qué? De tu propia estupidez, amigo, de tu propia estupidez.

Los “vegetarianos” morales le ponen un poco de sal a su pollo, un poco de pimienta, un poco de mentiras, y les queda delicioso. En primer lugar, las gallinas no crecen en los campos ni en los bosques, aunque se les riegue con agua o con agroquímicos. En segundo lugar, dicen: “Yo no soy responsable de su muerte”. ¡Bravo necio, superas al estúpido de Aristóteles en lógica! Simplemente hagan el experimento. Pregunten a la cajera, al colocador, al distribuidor, al productor, y a mamá gallina si es que pueden: “¿Quién es responsable por la muerte de este pollito?”. Solamente el tonto, el último eslabón de la cadena, el “vegetariano”, ha de responder: “Yo no, yo no”. ¡Bah…! Así de fácil es engañarse a uno mismo.

La ventaja de ser vegetariano es que puedo comer carne cuando quiero.

Filosofía fast food.

En el principio (si puede haber tal cosa), es delimitar el territorio de las aserciones, como: “Abarcará todo el mundo material”, o “Se circunscribirá a lo sensible”, “Comprenderá todo el rango de lo posible de pensar”, etc. Sin olvidar definir inequívocamente los conceptos y significados de las palabras utilizadas.

Luego se procede a trazar el punto de partida, una pregunta fundamental, sobre la que se construirá todo “el sistema”. No es completamente necesario que tenga una lógica “lineal” estricta, en la cual cada afirmación es sustentada por la anterior (¿axiomática… anyone?), siendo todo sujetado por la “fiabilidad” de uno o varios “principios”. También puede ser una lógica “geométrica” o “radial”, o cualquier clase de imaginación o fantasía que, pueda ser corroborada por otro ser racional, y sea consistente consigo misma y con el campo aplicable.

En el principio (si puede haber tal cosa; lo cual implica un punto de referencia de inicio de aplicación de las conjeturas, como por ej: el tiempo, un evento de la conciencia, etc.) hubo el pensamiento.

Y la primera pregunta es: ¿Cuál es la primera pregunta?

Nada puede ser pensado, elucubrado, elaborado, dicho, teorizado, explicado que no esté intrínsecamente errado, equivocado.

¿Qué son los demás? ¿Existen aparte de uno? ¿Hay existencia aparte de uno? ¿Existe lo otro?

Tomar la buena fe.

Discernimiento y discriminación. Distinguir claramente entre lo uno y lo otro. Preferir inclinarse hacia algo habiendo hecho la diferencia.

El problema surge cuando se dice: “Esto sí, esto no”.

La paz es el fin.

Si mi señora dice que soy un buda, entonces lo soy.

La filosofía definitiva.

No se parte de una certeza. Tampoco se empieza dudando. Esta filosofía no parte de ningún lugar, no tiene un comienzo definitivo. Y esta situación no causa asombro ni maravilla, pero tampoco tedio o hastío. Realmente este no-inicio está carente de toda sensación o pensamiento, que no es una no-sensación o un no-pensamiento. Entonces no existe el juzgar ni el comprender nada en el comienzo; y eso es muy importante.

Sabiendo y sintiendo que no se sabe nada, se está listo para abordar esta filosofía. Puesto que si hay algún bagaje conceptual o teórico anterior, es completamente fútil, ya que siempre se estará relacionando y comparando lo nuevo con lo viejo, lo cual obstaculizaría esta investigación. ¿Es posible desembarazarse de todo conocimiento anterior? No parece tan fácil...

No juzgar ni catalogar.

¿Somos seres bípedos? Claro que una casa es una casa y que un auto es un auto, pero eso no significa que en realidad no sean incognoscibles, ¿verdad?

¡A cuántos hombres hubiese devorado si no fuese vegetariano!

Casualidad y causalidad son hermanas

Crucificame si querés, ¡pero no me obligues a llevar tu cruz!

Convirtieron el cristianismo en una vulgar superstición. En realidad, lo que siguen se llama “Jesusismo”, que es idolatrarle a Jesús, pero no interesarse en hacer lo que él decía que se haga. O con más precisión: en hacer EXACTAMENTE lo opuesto a sus enseñanzas. Todos ustedes son Jesusistas, ¡no lo nieguen!

El buen uso de la lengua es necesario para con las ingenuas tanto como para las exigentes. Con las ingenuas sirve para, con un moñito en la mano, hacerles creer que somos príncipes de un castillo y que las llevaremos en un corcel blanco a pasar unos días al Paraíso. Y con las exigentes sirve para chuparle la concha como los dioses, a fin de cuentas, el sexo oral es el amargo (o dulce, depende de los grados centígrados, y etapa del mes…) pragmatismo de la filosofía de las artes amatorias.

Por sobre los dos pilares principales de la academia de Platón, se dice que se leía: “No entre aquí el que no sabe geometría”. Últimamente, entre las yiyis, se impuso la moda de tener un tatuaje por sobre las dos nalgas, en ese resquicio entre el jean y la blusita o remerita. La inscripción, pareciera decir: “No entre aquí el que no sepa de groserías”. Ya que si una tipa es lo suficientemente “sumisa”, como para quedarse de cuatro frente a un tipo que le “dibuja” con un “pincel”, el tatuaje de su agrado; ¿no es obvio que estaría dispuesta a hacer lo mismo por otro, aunque carezca de talentos artísticos? Digo, porque, la “clase” de “pincel” (o brocha si se es de raza negra), que se utilice, ¿hará gran diferencia en las manos de un Da Vinci, o un Rafael (a Buonaruotti lo excluimos por ser DEMASIADO evidente)? Entonces, lo que el hijodeputa de Platón debiera haber escrito (ya que ningún ateniense decente ignoraba la geometría) en su academia, así como las yiyis en sus retaguardias es: “¡Sean todos bienvenidos!”.

Las tetas y los culos de la tierra nunca se van a acabar.

La única solución para la libido de la humanidad es que todos los habitantes del planeta cojan con todos los habitantes del planeta. Y ni aun eso es la solución.

Por cada rubia despampanante y perfecta, hay un tipo aburrido, harto, cansado de cojerle; que coge con cualquiera, pero que si cualquiera coge con su rubia, ¡ahí sí que se hace el celosito!

Coger es fácil… no coger: ¡ESO ES LO DIFÍCIL! Cualquier hombre acepta… pero no cualquier hombre rechaza… ¡ay, ouch, arrrgghh! ¡Fuck! Pero un verdadero hombre está por encima de esas tonterías. POR ENCIMA. Y ya se puede decir de esa persona que es un dios, y, ¿qué tiene que ver un dios con hombres o con mujeres…?

Hay que ser fieles hasta en el pensamiento.

Los perros le increpan al que tiene novia EN SERIO que “en algún momento, cuando ella te corte (o te engañe), te vas a despertar a los cuarenta años, diciendo: “¿Qué puta hice de mi vida?””. Ahora, los dominados INTELIGENTES, responderán riendo: “Son ustedes, muchachos, los que se van a despertar, con olor a cigarrillo y resaca, a los cuarenta años, diciendo: “¿Qué puta, hasta ahora, hice con mi vida?””. Supongo que quien se hace la paja solamente, nunca tiene estas “dudas existenciales”.

No entiendo por qué la gente se quiere casar. Si todos van a coger con todos nomás luego.

Ésta es la definitiva solución al enigma, al misterio atroz, a esa estúpida batalla de los sexos. ¡¿Gran puta, cómo mierda pude haber vencido?! EL HOMBRE DEBE ABANDONAR LA LUCHA, sí, lo siento donjuanes, DEBE SER ASÍ. Hay que aceptar esta alegre derrota, ¡o conformarse con una victoria pírrica en donde se gana solamente el fracaso! Debido a la intrínseca ventaja que la naturaleza ha otorgado a las damas (el universo gira en torno a la concha), el hombre debe tragarse a sí mismo, y dejar ser. ¡Gran puta! ¿Qué sabio, qué buda, qué iluminado comprenderá esto? Dejando a las mujeres hacer lo que quieren hacer (al fin y al cabo, nunca se pudo evitar que sea así), ELLAS HACEN EXACTAMENTE LO QUE UNO QUIERE. ¡Hijoderemil…! Es así. Pero NO SE DEBE QUERER esto, se debe extirpar el “deseo de ganancia” como un cáncer y arrojarlo lo más lejos posible. La mayoría de los hombres y mujeres ni siquiera maduran, PERO ESTO ES MÁS QUE HABER MADURADO. Esto es haber superado irrevocable, perentoria, categórica y terminantemente todo el estúpido jueguito, la farsa deliciosa, la broma pesada que es esa competencia de poder, de “quién le domina a quién” entre el hombre y la mujer. ASÍ Y SÓLO ASÍ SE SUPERA ESTE DRAMA HUMANO, este entramado basural emocional y de pensamientos, de sentimientos y emociones, de lógica y raciocinio. ¡Ahí ya no se es ni hombre ni mujer! ¡Puta!, ¿existe alguien en el mundo que me comprenda? Jaja, jaja, no lo sé, ¡no lo sé! Lo que sí sé, es que voy a tener que ver a mucha gente revolcándose en el fango de esta estolidez por muuuucho tiempo… ¡uf!

NUNCA VOY A MENDIGAR SEXO. Es definitivo. A excepción, claro, de que la tipa sea “mi mujer” (amiga, amigovia, novia, esposa, amante, etc.), y forme parte de todo el jueguito previo y demás yerba. Deben saber que estoy FUERA DE ESTE JUEGO, sí. Puesto que he logrado la verdadera abstención: la del corazón. ¡En este mismo instante puedo ser llevado al cielo como Elías, “sin mancha de pecado original”! Ya que para ustedes el sexo es UN IMPULSO, para mí, UN REFLEJO (como cuando el doctor viene y te martillea la rodilla, ¡pum!, sola se movió, NADIE HIZO NADA. ¿Quién comprenderá esto…? ¿¡Quién!?). Y aun las mujeres siguen mendigando… ¡puaj! LA VANIDAD FEMENINA DEBE SER DESTRUIDA, es un hecho. Me es imposible ponerme en un lugar inferior a la mujer, puesto que he trascendido toda esa estupidez. Simplemente no puedo hacerlo. Ellas deben deponer su “orgullito”, al menos por una noche… ¡la que puede ser la mejor noche de todas sus insignificantes vidas! Y no me equivoco: SUS VIDAS SON ABURRIDAS, patéticas, apáticas, insignificantes, despreciables. No necesito conocerlas para saberlo. Y conocerme A MÍ, es un hecho único en la vida, singular, misterioso, casi como una gracia divina. ¡Afortunada la que tiene el mérito acumulado de muuuchas vidas para llegar a pararse frente a mis ojos! Puesto que es más fácil que ocurra una alineación planetaria, un evento de cósmicas proporciones antes de que una mujer sea hallada digna ante mí! Es muy simple, y NO ES MI EGO HABLANDO, no. No me malinterpreten. ESTO LO SÉ, PORQUE LO HE EXPERIMENTADO, y no hay vuelta atrás. No me estoy promocionando a mí mismo, damas, no lo estoy haciendo. ¡Si es que recién acabo de decir que he logrado la abstinencia! En mi experiencia, NADIE HA COMPRENDIDO ESTO, NADIE. Por eso estoy tan seguro de ello. ¿Qué estaba diciendo? Sí, bueno. No más mendigar estupideces, no más andar como perro rastrero. Claro, pueden ciertamente decir que cuando alguien les vence, o es todo, o es nada. ¡Jaja, pobrecitas! ¿“Ustedes pierden”, van a decir ya otra vez? JAJA, ¡tontillas!, ¿no saben acaso que: “The house always wins”? Chúlina… eso es lo que puedo decir de ustedes, CHÚLINA. Y no me burlo, no. Hay muchos motivos para burlarse de ustedes y de mis congéneres, esos “hombres” tan “machos”. ¡Jaja! Me río con todos y disfruto de verdad. Pero NUNCA PODRÁN SER COMO YO, nunca. ¡Piiipuuu! ¿Habrá alguna VERDADERA MUJER entre vosotras, lo habrá, alguna “DIOSA” perdida por ahí…? ¡JAJA! (Miro mi reloj y medio que se me hace tarde…)

Destruir la vanidad femenina es más placentero que tener sexo. O sea que, una noche cualquiera incluso puede ser mejorada por otro; pero si de oblitera de cuajo su vanidad: ¡nuca en la puta vida nos ha de olvidar! Independientemente de que se puede asegurar concha en el toque, ¡o ganarse una enemiga de toda la vida! Todo o nada.

¡Ah también lo que dice el Buda en el Dhammapada! “Una cosa es el placer, otra el éxtasis. Abandona la pequeñez del primero, y busca la grandeza del segundo”. This always does the trick! : )

Esta es mi nueva definición del noviazgo: dos personas que aparecen juntas públicamente pero cuya vida privada solamente es conocida a través del chisme. ¡Y del matrimonio ni qué hablar!

Esa capa sutil, esa lámina finísima, esa membrana casi invisible y desconocida, ese tesoro guardado para el pirata elegido, ese santo grial que sólo UN caballero conocerá, eso que diferencia a una santa de una pecadora, eso, ESO, es el himen. No que tenga un valor intrínseco, en lo más mínimo, sino que cualquier hombre decente sabe que vale la pena luchar por ello. Y si piensa que no, aún no ha madurado… y, como muchos, con toda probabilidad: no lo hará jamás. La virginidad femenina ha TRAUMADO a las civilizaciones, para bien o para mal, y seguirá desquiciando cabezas (las de cuello corto y las de cuello largo) por mucho tiempo. Eso sí: el ver la cara de decepción de uno de nuestros camaradas al pillar la farsa, al caer en el desencanto, AL SABERSE ESTAFADO, al haber sido víctima de la mentira más atroz y despiadada que las damas pueden proferir, eso, ESO, vale la pena mirar.

Por las mismas razones por lo que no: sí.

Dvorak. ¡Ese hijo de remil putas! Grandísimo imbécil. Tenías que terminar todas tus obras así, ¿verdad? Reventando bombas nucleares en medio del espectáculo para terminar con fosforitos. ¡Cogiéndote a tres mil putas sin eyacular jamás! Maldito bastardo...

My life is my life´s work.

-¿Que conexión tenés, fibra óptica?
-No. Intravenosa.

Extraña y paradojalmente, no se puede vivir la vida en plenitud sin comprenderla; pero, se puede seguir viviendo sin saber lo que se está haciendo.

Otra paradoja: vivir la vida seriamente, pero sin ser serio.

¿Qué es la fidelidad? ¿Tiene algo que ver con el hecho de tener sexo con tal o cual persona? Según lo veo, la fidelidad, y de acuerdo a su acepción originaria, simplemente significa tener fe. FIDES, fe, ser fiel (FIDELIS) a uno mismo para empezar, y “a los demás” luego. Sólo que muchos dirán: “¿Por qué debo ser fiel, si no sé si la otra persona es fiel a mí?”, y ese razonamiento es equivocado. Como si, al despertarse temprano, estando descalzo se dijese: “¡No me voy a poner este zapato hasta que vea que tengo puesto el otro zapato!”. Ridículo, ¿no? UNO MISMO DEBE SER FIEL, si es que pretende la fidelidad, sea para sí mismo o para los demás. Uno se coloca primero un zapato, y luego, cuando ya está bien puesto, podrá pensar en colocar el otro. Pocos entenderán esto, ¡algunas veces el sufrimiento es mejor maestro que la sabiduría! No importa. Y aun sabiendo que “la otra persona es infiel”, ¡con más razón se debe ser DOBLEMENTE FIEL, PARA UNO MISMO, Y PARA LA OTRA PERSONA!, o si no, ¿cómo podrá aprender ella jamás? Hay que ser verdaderamente fieles, HAY QUE TENER FE.

Mi amor, disculpame. Esta fruta no te está permitida tener. Simplemente NO PUEDE SER TUYA, NI LO SERÁ JAMÁS, lo siento. No es tu culpa. (Y luego de que vuelva a insistir). ¡No, dulzura, no! (suavemente pero con firmeza). Mirá: es más fácil que la tierra se suba encima del sol antes de que yo permita que vos te subas encima MÍO (¡¡¡Y se dice “mío”, “ENCIMA MÍO”, cerdos de la academia!!!).

Mirá en mi frente: “Nunca te vas a olvidar de este tipo”. ¿Eso es lo que está escrito, verdad? Luego de que te haga el amor, simplemente nunca vas a poder olvidarme. No es que yo quiera que eso sea así, en realidad, me parece una calamidad. Puesto que va a ser un gran castigo, una gran penitencia, ¿para qué conocerle a alguien increíble, único, espectacular, si luego nunca se le va a poder olvidar? Mirá ahora detrás de mi oreja, ¿qué dice? “Principe azul. Made in China, 1984”. ¿Ves? Soy el último que hicieron, ¡luego de mí cerraron la fábrica! No seas tonta, ¡todo es verdad! ¿Para qué he estudiado tanto, el Kamasutra, el Arte de la Alcoba, Teología, etc? ¡Desde que era niño me he esforzado!, ¿ y todo para que nadie pueda disfrutarlo…? Y mi seguridad no solamente proviene del sueño que tengo (aspirar a la santidad), sino que naturalmente surge de mí puesto que no tengo intenciones de convencer a nadie de lo que digo, ¡puesto que es cierto! ESTOY FUERA DE ESTO, eso también. Son muchos factores los que me hicieron lo que soy, no hay duda. Y no me gustan las miedosas, las gusanas, las patéticas; si te gusta algo, lo señalás, te esforzás, ponés la pata y no la quitás: te lanzás al precipicio. Es así de simple. Y vale la pena hacerlo, aun por alguien que no valga la pena.

Una vez, tuve sexo con tres mujeres al mismo tiempo, que eran hermanas, sus nombres eran: Neurosis, Psicosis y Paranoia. Luego se unió una prima de ellas: Histeria.

En el enamoramiento hay tres supuestos:
1-Una sola de las personas “cae”; y la otra no siente la más mínima “atracción”, es indiferente, o incluso siente repulsión hacia el enamorado.
2-Una de las personas “cae”; y la otra, aunque no sienta lo mismo que ella, alberga cierta especie de “afecto”, “buena voluntad”, “cariño”, hacia esa persona.
3-Ambas “caen”.


La santidad es una sicosis que no solamente afecta a la persona en sí, sino al entorno circundante. Como si el universo fuese de cera, y el santo fuese el fuego que lo derrita y amolde a su antojo o capricho.

Acepto clara y públicamente que ESTOY POR DEBAJO DE MI MUJER. Es cierto. Y he cumplido mi sueño de ser un MANTENIDO. Supongo que mi “pene de oro” (es el apodo que ella me dio) bien lo vale. Muy tontos son los hombres que siguen creyendo que ellas “no tienen que trabajar”, ¡bah! ¡Este es el siglo de las mujeres!, hay que dejarles que jueguen un poco con el mundo, a fin de cuentas, el hombre no es que lo convirtió en un paraíso. Claro, me pueden increpar que “no sé” lo que mi mujer hacer de día, PERO ELLA BIEN SABE LO QUE LE ESPERA DE NOCHE. ¿Quién paga por todo esto? Yo no, ciertamente. Siempre le digo que lo mejor es hacer las cosas con rectitud y honestidad, con “la inocencia de la paloma y con la astucia de la serpiente”. En realidad, ningún hombre que conozco es tan exitoso, capaz y emprendedor como ella: verdaderamente le admiro en todo sentido. Y según lo que veo, ella me considera una especie de Dios del amor y del sexo, lo cual está bien por mí. En fin, sé que no soy ningún Dios, pero si tal cosa existe, supongo que nos bendijo con su ASQUEROSA felicidad.

Todas las mujeres son mis madres, todas las mujeres son mis hermanas, todas las mujeres son mis amantes, todas las mujeres son mis discípulas, todas las mujeres son mis hijas, todas las mujeres son yo mismo.

La amistad PURA entre el hombre y la mujer solamente se puede dar dentro de dos supuestos:
1-Que ambos sean santos (Por ej: San Francisco y Santa Clara de Asís).
2-Que sean marido y mujer, honestos y FIELES el uno con el otro.

No entiendo cómo la gente se hipnotiza a sí misma, creyendo que tiene tal condición o relación, tales hábitos, tales virtudes o defectos, tales circunstancias, etc. De repente me paseo por las calles sorprendido de ver a tantos actores alienados, narcotizados con el papel que representan. Y ni con mil cachetadas se les pasa, ni aunque se golpeen diez mil veces la cabeza por la pared comprenderán. ¡Qué maravilloso!

Una mujer sin neurosis es algo así como un hombre sin pene…

Si no tuviese apego sexual realmente sería un hombre perfecto.

¿Por qué puedo escuchar “I miss you” de Blink 182, meciéndome entre los dioses; e inmediatamente después, disfrutar de la misma manera escuchando el aria con coro “O Isis und Osiris” de Die Zauberflöte, de Mozart? ¿Por qué? Quizás porque la belleza no está en esas obras, sino en mí mismo, y soy yo, en verdad, quien las hace bellas. Luego sigo: “Burbujas de amor” de Juan Luis Guerra, “Wachet auf, ruft uns die Stimme” (BMW140) de Bach. También la mente adquiere una tremenda capacidad de “cambiar de vibración”, acorde a lo que está paladeando, como si su sensibilidad se adaptase hasta la dulzura requerida. Sigo: “New Wild Heaven” de R.E.M., y luego el segundo “Kyrie” de la “Missa Sanctae Caecilia” de Haydn, etc. ¡Ah, y por cierto, puedo decir (así como dijo Anthony Damiani del quinteto en Do de Schubert) que SUPE QUE HABÍA UN CIELO cuando escuché la obertura (o “preludio”) de “Die Meistersinger von Nürnberg”, de Wagner! Increíble (como diría mi hermano Pablo) cómo un “imbécil” pudiera hacer algo tan hermoso. ¡Verdaderamente quise arrancar mi corazón del pecho, y mientras seguía latiendo, hacerlo mil pedazos! ¡Já, al menos ALGO tengo en común ese loco de Nietzsche! (Además del obvio hecho de que AMBOS estamos completamente locos, jaja).

¡Ah, tampoco quiero que olviden que sigo pensando que Rachmaninov es lo máximo! En fin, creo que todos ellos son lo máximo… bué. Saben a lo que me refiero, jaja.

Los católicos no son católicos.

Más fácil mantener la ecuanimidad en el medio de una guerra que en un harén.

Nunca le vas a controlar a tu esposa, mi amigo. Lo mejor que podés hacer; o sea, lo máximo a lo que podés aspirar, es controlarte a ti mismo.

Cuando hablo mucho de Dios, me da la sensación de que al final termino hablando de mí mismo nomás luego.

La mejor manera de fingir es siendo auténtico.

La santidad es una especie de locura.

Nunca vas a creer en los milagros, ¡a no ser que tú mismo sepas cómo se hacen!

Las mismas sustancias de las drogas, pueden ser producidas por el cerebro. ¿Para qué salir a comprar afuera lo que ya se tiene en casa?

El hombre se admira de lo hermosas que son las flores, se va al jardín y exclama: “¡Oh, qué belleza!”. Pronto morirá y se convertirá en abono para dar crecimiento a más flores, aun más hermosas que esas. Y vendrá otro y dirá: ¡”Oh, qué belleza!”.

No existe ninguna cura verdadera. Y lo que el tiempo hace es solamente cicatrizar; por tanto, si es que alguien viene y clava un cuchillo en el mismo lugar de la cicatriz, aunque se haya cerrado completamente, volverá a abrirse. En realidad, no hay ningún problema en ningún lugar: es solamente el efecto de vuestras mentes desordenadas, confundidas, corriendo a campo traviesa y fuera de control. Con la iluminación se acabó todo. No hay necesidad de crear ni destruir problemas, aquí ni en ningún otro lugar. Puesto que para el iluminado, todo lugar es aquí, y aquí es todo lugar: su omnipresencia es patente. Quien llega a este estado, no necesita hacer nada más en el mundo: es verdaderamente un liberado. Puede renacer, resucitar, ser elevado al cielo, o (y aquí viene la parte chistosa) “morir”. ¡Jaja! Como no puedo explicarlo, lo llamo “misterio”, aunque toda palabra es inapropiada. Ustedes son eso, sépalo, créanlo. O si no, sigan siendo el excremente de siempre, el polvo de siempre, el desperdicio de energía de siempre, el aborto fallido de siempre. Quien nace de la luz, luz es, e ilumina al mundo. ¡No que quiera hacerlo! Puesto que quien es suficiente luz para sí mismo, es necesario que el universo entero se prosterne a sus pies. Es una ley natural. Alguien así es venerado en todos lados. Pero este gesto es insignificante. ¿De qué le sirve a un rey las alabanzas de un mendigo?

¿Por qué yo soy la abeja y ustedes la mosca? Porque la abeja sólo toca cosas puras, como flores, néctar, miel y otras delicias. Ustedes son la mosca porque ella no diferencia entre lo puro y lo impuro, puede estar posada en un rico manjar, pero luego irá inadvertidamente a un tacho de basura. De hecho, a la mayoría de las moscas le gustan más la basura, las porquerías, lo podrido y putrefacto; se hallan naturalmente en su medio cuando están en eso. Debido a mi pureza, Dios mismo me evita infinitas inconveniencias y problemas, con los que debería lidiar normalmente; y aun, no es su deseo que lo haga, puesto que así perdería esta pureza. Ustedes, sin embargo, gozan de las porquerías de este mundo, como moscas que se sumergen y se alegran en los tachos de basura, y que no disciernen entre lo bueno y lo malo, estando imposibilitados de obtener la pureza. Pero, por otro lado, ¿por qué soy la mosca y ustedes la abeja? Porque, aunque mi mente y mi corazón se deleiten en la pureza, éstas pueden desentrañar cualquier cuestión o asunto, sea carnal o espiritual, con la misma naturalidad con la que una persona que ha aprendido a caminar, camina. Esto no ocurre con ustedes, puesto que se burlan de los santos, de sus costumbres, de su manera de actuar, tildándolos de simplones, tontos, etc. Puesto que la abeja sólo fabrica la miel, besando a las flores; así como ustedes coadyuvan al divino propósito restregándose ciegamente el mundo por los ojos mientras exclaman: “¡No hay otra cosa más!”. ¿Cómo es esto posible? Por eso soy la mosca en ese sentido, porque comprendo perfectamente la basura y el jardín, la tierra y el cielo, lo carnal y lo espiritual. Es el deseo de Dios que se le conozca, y quien cumple con este deseo va liberándose poco a poco, como reo que está por cumplir su condena, mientras se le van revelando todas las cosas que existen, y los misterios revientan suavemente como burbujitas insustanciales.

Tengo un objetivo en la vida: lograr la santidad. A toda costa, pase lo que pase, sin que nada importe más. También tengo una misión: mostrar que el ser humano común y corriente puede establecer una relación con la divinidad de igual a igual, puesto que él mismo es divino. Es absurdo que yo me pregunte el porqué de esto, y estúpido que otro venga a hacerlo. Mejor sería que le pregunten a las flores por qué florecen, a las abejas por qué fabrican miel, al cielo por qué llueve, etc. ¡Luego de que ellos respondan he de responder yo! Mas, apropiado es, que cada cual se pregunte por qué hace lo que hace (¿Por qué soy doctor?, etc; ¿Por qué hago esto, lo otro?), puesto que así devendrá él mismo en algo significativo, contundente, vivo. Sólo que luego se llega a desechar todo porqué como la cigarra deja la cáscara de su cuerpo. Es muy profundo, pero es cierto. Ya no hay nadie que se pregunte, “¿Por qué hago esto?”, sino que todo es hecho por sí mismo, por sí solo. Sé que mi objetivo y mi misión en la vida son basura para Dios, y no lo hago para mí o para los demás, sino para él. ¡Paradoja extraña! Y es que ni siquiera soy yo el que hace nada, ¡sino que él hace todo! Que cada cual descubra su misión en la vida y que la lleve a cabo: es mi consejo. Y la humildad es fundamental, ¡no todos pueden ser presidentes, generales, magnates, famosos, poderosos, etc! He hallado digno al pequeño y aborrecí al “grande”, puesto que en verdad, la máxima santidad, el máximo logro, el máximo poder pasa inadvertido, cual hojita que se cae suavemente de un árbol.

La alegría es, indudablemente, el ingrediente primordial en todo esto. Esa alegría de aquel que decían era el hombre más amable después de Jesús: San Francisco de Sales; y de ese otro, apóstol de la juventud, que fundaría una congregación en honor a aquél, San Juan Bosco, que, según sus biógrafos, era perseguido como por estampida por la gente, sea cual fuere el lugar a donde iba. Ellos piensan que esta alegría es como un “don espiritual”, un “carisma”; pero, en realidad, no tiene nada del otro mundo. “Estén alegres, hagan el bien, y dejen que la gente hable”, decía el santo de la amabilidad; “Estad siempre alegres”, hacía eco Don Bosco. La alegría bien podría ser la sal-enseñanza a la que se refiere Jesús en su sermón del monte, que “si pierde el sabor, ¿con qué será salada?” (Mt.5-13). Debo ser más alegre, ¡es como una droga para los demás! Su cara se vuelve luz, su sonrisa se expande hasta abarcar el sistema solar, y su predisposición cambia no solamente hacia mi persona, sino hacia todos los que nos rodean en ese momento. Y usar el método de estos santos, el de “no mostrar” nuestra alegría al que obra mal, para que por sí sólo se dé cuenta prontamente de su error. Aunque reprender con ecuanimidad, e incluso con escándalo (non scandalizaverunt…), al puro estilo de Jesucristo, se hace a veces muy necesario. En fin, la alegría debiera ser una constante permanente en el trato con los demás, incluso con los animales y seres inanimados.

Hay una dinámica del bien y del mal, que permea el universo todo, saturándolo, y emborrachando a todo ser racional, que se queda alelado tratando de descifrar el alcance de tal juego. La “santidad” occidental es distinta de la “santidad” oriental (¡me llevaría otro libro explicar esto!); en el sentido de que los occidentales participan “activamente” del bien, mientras que los orientales simplemente lo “trascienden” de manera paradojal. La síntesis sería entonces, HACER EL BIEN siempre que se pueda, y cuando no, NO HACER NADA.

Me siento como quien tiene una pepita de oro, pequeña, insignificante, única, auténtica; rodeado de muchas otras personas adornadas, llenas de joyas de juguete. Claro, comprendo la parquedad de mi intelecto, de mis conocimientos en comparación a la omnisciencia divina, o al mero conocimiento de cualquier otra persona; y aun, veo con claridad que ESTA PEPITA, aunque minúscula, es lo único real, en contraste a las infinitas ilusiones hipnóticas y caleidoscópicas de arcoíris que existen en el universo.

Debo destacar la tremenda INCONSCIENCIA, con la que vive todo ser humano. Es increíble, impensable, destructivamente asombroso. Puesto que ”la vida continúa” normalmente, como siempre; hasta que ¡PAS!, ocurre algo que disloca la vibración normal de la mente (estoy trabajando, estoy almorzando, estoy durmiendo…), y la deja embotada, alelada; como una persona que corre a toda velocidad y cae estrepitosamente al suelo. Por ejemplo alguien es robado frente a nosotros, o un conocido muere, u ocurre algún accidente, etc. Esta inconsciencia debe ser erradicada por todos los medios posibles. Puesto que si la mente sigue funcionando automáticamente, ésta deviene una bomba de tiempo, como un auto de fórmula uno que se desenrolla dando vueltas hasta que para calcinado, como salchicha quemada. Los antiguos crearon esa palabra: CONCIENCIA, sentir juntos. O sea que hay dos entes ahí: CUM, SCIENS. Pero debe haber sólo uno, una cosa, un solo bloque sólido de realidad, como dice Nisargadata, creo. Por tanto, HAY QUE SER MÁS CONSCIENTES. Lograr que la mente sea como un límpido espejo en el que nada sea reflejado salvo ella misma.


¿Quién es capaz de comprender su propia irrealidad, fugacidad, fluctuación, contradicción, falsedad? ¿Quién puede ver claramente la verdad, como un príncipe subido a una colina, admirando el reino a heredar? LA VERDAD, que he alcanzado, y que ni tres mil budas ni ochenta mil demonios me lo pueden quitar (¡porque es de todos!), es ciertamente lo real; o sea, DIOS mismo, que santifica o legitimiza el universo como un barniz que deja brillante la madera. A través de esta VERDAD, mi dedo, al igual que el de Midas, trastoca las cosas en metal precioso, y las deja fulgurantes, como el barro convertido en hombre, que fue llamado Adán. Esto es verdadera VIDA, ¿quién la comprenderá? Infinitos misterios bailotean en el cosmos, ¿quién será sabio entre los hombres, guerrero entre los budas, rey entre los cristos para discernirla, para levantarse y, como el explorador ansioso que ha encontrado un tesoro, señalarla triunfante?

¿Cómo explicarles lo que la VERDAD significa para mí…? Hay un hermoso pasaje de San Gregorio Magno, hacia el final de su biografía de San Benito Abad, en el que cuenta la visión de dos monjes que, alejados el uno del otro, tuvieron una misma e idéntica visión el día de la “muerte” del Bendito: Ellos vieron “un camino adornado de tapices y resplandeciente de innumerables lámparas, que en dirección a Oriente iba desde su monasterio al cielo. En la parte superior del camino, un hombre de aspecto venerable y lleno de luz (un ángel, evidentemente), les preguntó si sabían qué camino era el que estaban viendo. Al contestarle ellos que lo ignoraban, les dijo: "Éste es el camino por al cual el amado del Señor, Benito, ha subido al cielo". ¿Qué puedo decir de mí mismo, demonio pecador, sino que ESE ES MI CAMINO, Y SE LLAMA VERDAD?

O si prefieren, Juan 18:37.

En realidad, para mí, DECIR UNA MENTIRA, ES UNA IMPOSIBILIDAD FÍSICA, como comer por el culo, o cagar por la boca: simplemente un hecho fisiológico inconcebible. En la epopeya Mahabharata, el Dharmaraja (o rey de la virtud) Yudisthira, es un caso parecido. Parecido, digo, porque en realidad, en un momento dado, SÍ DICE UNA MENTIRA (¡una sola!), ¡razón por la cual debe IR AL INFIERNO! ¡Jaja, imagínense! Bueno, al final sale todo bien. En fin, la VERDAD es lo máximo y punto. Y quien miente se jode a sí mismo.

Quien miente comete verdaderamente un “suicidio espiritual” (como dice quizás Yogananda), negando su propia naturaleza y la del universo. ¿Por qué y para qué mentir? Miedo, codicia, protección, ganancia, etc. Nada de ello lo vale. Así como para una flor, lo más natural del mundo es exudar fragancia, para un ser humano lo más natural es decir la VERDAD, puesto que él mismo es la VERDAD. Yo aplico un método dialéctico con las personas, que consiste en decirles a ellas mismas que ellas son LA VERDAD, ¡hecho que no pueden admitir ni refutar! Pero yo mismo no puedo decir que soy algo (¡mucho menos la VERDAD!), puesto que, ¿acaso la flor dice: “Miren cómo exudo fragancia?”. Nunca van a apelar a mi vanidad, nunca me van a hacer pecar de palabra, para que diga que yo soy esto o lo otro, eso no va a pasar. Y si por si acaso digo algo de mí mismo, deben saber que es porque recibí una sanción interna, o una “venia divina”, que nulifica mi persona de tal manera que no pueda estar sintiéndome orgulloso al decir las cosas como son.

Quien dice la verdad por mucho tiempo, con toda buena fe e intención, sin motivo de ganancia y sólo queriendo agradar a “Dios”, queda cauterizado del mundo y su funcionamiento. Esto es, que queda como flotando en medio de la mugre, impecable, prístino, brillante, pero al mismo tiempo, queda ABSOLUTAMENTE VULNERABLE en todos los flancos. Por ejemplo, si en una pareja, uno de los individuos empieza a confesar y a decir toda (y me refiero a TODA) la verdad, evidentemente que surge el brote de un huracán que arranca de cuajo toda ilusión de status quo que pudiera haber antes. Lo que implica que el otro individuo se halle ante una situación imposible: con todo el “poder”, de hacer lo que se le dé la gana al otro. Es una situación parecida a la que estaban los jueces y verdugos con respecto a los mártires. Por tanto, la verdad es peligrosísima: veneno puro. Y quien la practica con excesiva asiduidad, naturalmente terminará siendo obliterado. Al decir de Ramakrishna: hay que ser como la serpiente, que aunque tenga veneno en los colmillos, ésta no es afectada por su propia mordida. Ese es el punto medio adecuado, el de haberse destruido a sí mismo en completitud, habiendo dejado lo suficiente como para que los demás sean beneficiados.

Lo que pasa en la mente de los hombres es basura. ¿A quién le interesa hurgar en ella? No importa qué clase de basura sea (restos de comida, de ropa, etc.) es simplemente eso: basura. Pero lo que pasa en la mente de los budas sí que es interesante, como los objetos deslumbrantes en una joyería, cada cual tan lleno de detalles hermosos y luz. “Hurgar” en esa clase de pensamientos sí que es digno de encomio.

Yo mismo antes era un tonto que me pasaba mendigando la existencia, lloriqueando, quiero esto, o no me gusta lo otro, o por qué tiene que ser así, etc. Como una tonta abeja que trabaja toda su vida sin probar una sola gota de miel, era un miserable pordiosero que se lamentaba de todo. Cuando finalmente me di cuenta que yo mismo soy la colmena, llena de preciosa miel, plena, perfecta, completa, saturada de bienaventuranza. Y desde ese día, hay muchas abejitas que quieren probar un poco de esta miel, ¿y qué les diré? ¡Cuando que ellas mismas se niegan a probar lo que se les pone en la boca! Dicen: “¡No, no, no! ¡Tengo que trabajar! ¡Tengo que hacer esto, tengo que ganarme lo otro, quiero méritos, esfuerzo, sudor, merecimiento!” ¿Qué puedo hacer? Solamente ser la colmena que soy y estar llena de abundante miel que soy yo mismo. Me sorprende cómo es que vienen a mendigar cuando que tienen la billetera llena. ¡Son como reyes que se prosternan ante un rey de juguete y le dicen: “¡Quiero ser como tú!”. ¿De algo va a servir que les diga que ya son como yo…? ¡Y ni siquiera puedo afirmar que existe verdaderamente algo como “yo”! LO ÚNICO QUE HAY ES OMNIPRESENCIA, beatitud, pasmo, éxtasis. No hay ningún yo en ningún lugar, ¡y hay un solo yo en todo lugar! No es algo tan maravilloso: siempre fue así. Y todo va a ser cumplido.

¿Puede servir a algún propósito útil que declare abiertamente que “soy” como eran Jesús o Buda? Incluso el pensarlo me parece ridículo. No. Es solamente vanidad y engreimiento. ¡Jesús era Jesús y Buda era Buda! Punto.

Los científicos no pueden negar que el universo es regido por leyes. Tampoco pueden negar que en cierto tiempo, ciertas leyes básicas eran desconocidas, como por ejemplo la de la gravedad. Así también, ¿quién podría negar que podrían haber leyes que permanecen fuera del alcance de la ciencia moderna? De hecho, hay leyes que siempre van a ser “descocidas” por la ciencia, pero que, de hecho, existen para quien las descubre. Nunca supe cómo hacer milagros hasta que comprendí cómo estos operan. Como un pastelero, tuve que analizar concienzudamente todos los ingredientes, estudiarlos, mezclarlos, hornearlos: hasta que ya estuvo todo listo. ¡Cualquiera puede hacerlo! Y lo más tonto es que este cocinero no probará ni una pizca de este pastel, ¡es para los demás!

DIOS ES COMO GANAR LA LOTERÍA, no importa qué se haga de la plata, nunca va a ser suficiente. Es cierto que el bien “predomina” sobre el mal, pero también es cierto que los maestros se sirven del “mal”, para hacer efectiva sus enseñanzas. Con la plata de la lotería se pueden ayudar a los pobres, comprar armas para la guerra, etc. Pero es imposible gastar toda esa plata. Y aun si se la ha gastado, ¡se gana otra vez la lotería, y otra vez, y otra vez! ¿Comprenden…?

En el Reino de los Cielos todos tienen los ojos vendados. Y quien comprende esa frase, ¡verdaderamente está en el Reino de los Cielos!

¿Qué es un pecado carnal? Es una situación que no se puede rever, como por ejemplo el adulterio, el asesinato, o el simple acto de comer carne. Se diferencia del pecado común (mentir, robar) en el hecho de que el daño hecho no puede ser restituido (ya que se puede enmendar una mentira, devolver lo robado), pero no se puede deshacer un adulterio, resucitar a un muerto, o devolver la vida a la carne consumida; excepto claro, que se tenga poder sobrenatural. Además de que el pecado carnal se paga con dolencias del cuerpo, en dinero cantante y sonante de sufrimiento corporal, y los otros pecados se subliman creando otra clase de shock, del tipo mental-sicológico.


Si se piensa en lo que se está haciendo y se sigue echando en cara, por mucho que se haga, no se estará amando. Si no se piensa en lo que se hace, y no se echa en cara nunca, por poco que se esté haciendo, se estará amando

No hay que creer que se tiene cuerpo, jaja.

Así como el extranjero está libre de ciertos impuestos, quienes sufren enfermedades, pagan el impuesto de infringir las leyes naturales; y quien se considera “extranjero” en su propio cuerpo, y le da lo adecuado, está TAX FREE.

¿Por qué será que los peluqueros tienen esa maldita manía de pasarte navaja en el cuello? ¿Será que algunos fantasearán con al idea de cortarle la cabeza a los clientes? Y, por cierto, ¿si algún gordo, patilludo, calvo y con la espalda peluda se requiere un corte de “pelo”, tendrán alguna podadora de césped para trasquilarle el culo?

Soy como una profesora viviendo dos mundos, el de sus alumnos y el “de verdad”. Y tengo entusiasmo de saber todo lo que el año ha de traer, ¡sólo que el examen no está en mis manos!

Como pordioseros medio muertos al lado del hospital. Así vivo yo: con un pie en la tierra, y otro en el Reino de los Cielos.

La religión es como la farándula... excepto que por más que se espere miles de años cerca de la “alfombra roja”, las celebridades nunca vendrán.

Hablo muchos idiomas, pero el amor es mi lengua materna.

No hay que rezarle a Dios: hay que pelearse con él. Es una cuestión interesante, ¡puesto que acá no hay el “hacerse el machito”. Es como el saludo de los muchachos adolescentes, que se pegan un poquito, se empujan, ñembo se amenazan y juegan que están peleando, algo así. ¡Sólo que es inevitable que la pelea se vuelva “en serio”, algunas veces, una feroz batalla en el que el que pierde “muere”! Jesús mismo dijo: “…el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mt.11-12); y él mismo mostraba este dual carácter, el de ser “manso” con los que lo merecen, y “violento” con los que no merecen un bledo. Pero por estos tiempos (lo cual significa: “siempre”), se utiliza el método del “amor”, de la suavidad, del cariño. En realidad, a los maestros “les place” mucho más la humildad, “del pecador”; que la falta de humildad, del que cree ser “justo”. Además: a Dios no le agradan los cobardes. Si desde tiempo inmemorial han habido hombres que han sido considerados “dioses” por sus heroicas hazañas, y el mismo Jacob-Israel “peleó” contra Dios y “venció” en una sola noche. Mi técnica es romperle las bolas, hincharle, joderle, y si no me da pelota, ponerme terco, nervioso y empezar a amenazarle. ¡Este conocimiento debe ser tomado con mucho cuidado! Dios se mofa abiertamente de quien se cree “el audaz”, de quien quiere conquistar “todo bajo el cielo” (¿al estilo Huang Ti?) en un solo día, sin tener ni la suficiente fe, ni el suficiente mérito. Me ha costado mucho obtener la respuesta divina, y mantenerla no es menos esfuerzo. Lo que sí debe saberse es que Dios siempre escucha las plegarias, independientemente de que las “conteste” o no; y que mira la pureza del corazón y la sinceridad del pedido; así como también, si se merece o no lo requerido. Aunque siempre va a ser mejor simplemente decir: “¡Que se haga enteramente tu Voluntad, y me des fuerzas para sobrellevarla!”.

La religión cristiana cuesta mucho trabajo. A no ser claro, que se “reciba” directamente el Espíritu Santo: ¡ahí la cosa cambia! Ahí sí se puede ser un ENFANT TERRIBLE, jugando con la vida y la muerte. Ahora, el Advaita, es oootra cosa. Es el fast food de las filosofías religiosas, ¡más rápida que Mc Donalds! Es un asco. Como esas pastillas para adelgazar: “Sea omnipotente en una semana: Advaita. ¡Tómelo! ¡Garantizado o le devolvemos su dinero!”.

Es increíble cómo al devenir una persona “más espiritual”, mi ira fue creciendo como una enredadera sin podar. ¡Ahora le comprendo a Jesús cuando le echó a patadas a la gente del templo, cuando “vociferaba”: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas…!” (Mt.23), “¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar?” (Lc.9-41), “…generación mala y adúltera” (Mt.12-39), “¿Por qué me tentáis, hipócritas?” (Mt.22-18), “¡Nunca jamás nazca de ti fruto!” (Mt.21-19), etc. Al parecer, aunque él mismo diga que era “…manso y humilde de corazón” (Mt.11-29), también podría decirse que era un tipo un poco “irascible”, jaja. Eso es sin siquiera mencionar la “pedagogía” que aplicaba a sus discípulos, a los que acostumbraba a llamar “hombres de poca fe”, “faltos de entendimiento”, etc. Y esto es viniendo de un tipo que dice que: “…cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio” (Mt.5-22). Pero el quid de la cuestión aquí es: “¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado?” (Jn.8-46), ¡ciertamente muy pocos logran este estado! Esta license to kill es como arrojar una gigantesca roca a los otros; roca, por cierto que no tenemos la intención ni la fuerza de llevarla nosotros (los pecados acumulados). Parece ser que en el Reino no hay tiempo de atemperar el carácter: ¡se está muy ocupado “acumulando” riquezas en el cielo (Mt.6-20)! Pero también hay que conceder que a esa gente le convenía recibir una reconvención verbal, ¡antes que el verdadero CASTIGO CELESTIAL! Imagínense, si el Hijo era así de “furioso”, ¡cuánto más lo será el “Padre”! Eso es otro punto: lo rápido que Papá concede el perdón y la misericordia a quien le pide de todo corazón, ¡y lo roñosamente lento que es al castigar! Como si les dejase decir a la gente: “Ah, bueno, qué gusto. Hice esto y lo otro, y nada me pasó. Voy a seguir haciendo lo que se me dé la gana…” ¡Ay, pobrecitos! ¡Pobrecitos! ¡Pobrecitos! Quien logra la pureza, ciertamente es “rey”, así como Jesús, ¡los demás no son sino “esclavos del pecado”! Y papá es verdaderamente bueno, él dice: “Hijito, mira, no hace falta que te ensucies las manos; déjamelo todo a mí”. ¡Un santo puede obliterar tan sólo con la mirada, con su mero pensamiento! ¿Qué será de nosotros?, jaja. Es cierto. En lo que a mí concierne, esta bebida (la “autoridad” que confiere ser puros ANTE DIOS primero, ante los hombres después), es más embriagante que el licor; por lo que conviene simplemente tener la cabeza gacha, y dejar que se cumpla todo por sí solo. Todo eso de lo del “lloro y crujir de dientes” no es mentira, créanlo, ¡por favor! En fin: no está en mis manos. Hagan lo que quieran… ¡total, siempre luego hicieron así!

Es realmente terrible tener a disposición estos poderes espirituales. ¡Es una verdadera maldición! Puesto que el deseo de usarlos le carcome a uno las entrañas, como hombre lascivo que de repente se halla en un harén (a quién primero, de qué manera, etc, etc.). Es realmente lo peor que le puede pasar a una persona que anhele el amor de Papá. Como si ÉL mismo nos dijese: “Bueno, hijito, YO MISMO soy omnipotente; así que tomá, probá un poquito de mi omnipotencia”. ¡Wow!, ¿quién pasará está difícil prueba? Yo mismo ya ni siquiera me divierto luchando contra los demonios (a los hombres los vencí hace mucho…), ¡quiero reventarle la cara al mismo Dios! Es jodido el tema. Es muy jodido. Pero hay que perseverar. Los poderes espirituales (y sí, hay muchísimos más que los carismas enumerados por San Pablo) son una forma de entretenimiento muy peligrosa, muy peligrosa. ¡Es más fácil tragar vidrio que usar estos poderes con sabiduría! En fin, quien los logre, que los disfrute; y quien los quiere, que siga queriendo. Jaja, si pudiese venderlos, lo haría, ¡sólo que tampoco me importa mucho el dinero! Así que estoy completamente jodido… ¡uf! Quien es como yo no tiene absolutamente nada que hacer… se rasca la cabeza mirando a los demás, mientras dice: “…”, ¡mientras se queda mudo, perplejo, maravillado! Ellos seguirán creyendo que sentarse en el trono de Dios es distinto de sentarse a su diestra… ¡Jaja!, ¡insulsos! Como el chiste que aunque se escuche mil veces siempre causará risa. Estirar la cadena es más interesante que sus opiniones, pero no, ellos quieren seguir opinando (mandando más mier..) y vamos a seguir estirando la cadena. ¿Quién se cansará primero? Si usase mis “ultrapoderes” podría convertirme en rey del mundo, pero eso es una migaja en comparación a la VERDADERA OMNIPOTENCIA, la cual es generalmente desconocida, tanto en apariencia como en manifestación (taoístamente hablando). Y aunque sea cierto que esto era una función natural en los sabios del pasado, cualquiera puede lograrlo, lo que lo hace vulgar, chabacano, despreciable. Lo que me rompe es que va a llegar un punto (¡no es lo que quiero, es lo que ÉL quiere!) en que no voy a poder ocultarlos más, como quien escondió mucho bajo la alfombra hasta que llegó casi hasta el techo, y van a venir en manadas por estas migajas. ¡Si en la plaza, le das una sola migaja a una sola paloma, de seguro que veinte más se lanzarán a la carga! Y bueno… que sea lo que sea.

La trinidad (Padre, Hijo, Espíritu Santo) o trimurti (Om, Tat, Sat) debe ser trascendida antes de ingresar al VERDADERO Reino de los Cielos, el cual es comprender la suprema trinidad (el veedor, lo visto, el proceso de ver). ¡Ahí hemos de ver si hay algo por ver (valga la súper redundancia)!

¿Será cierto que mientras más le comprendo a Jesús, Buda, etc; más me vuelvo como ellos?

Vos mismo sos la Verdad. ¿Qué tiene que hacer la Verdad para conocerse a sí misma? Cualquier intento no solamente es ridículo, sino eternamente infructuoso. ¡Tú eres la Verdad que buscas, buscador! ¡Deja de correr como la gallina a quien han cortado la cabeza! ¿Puede alguien criticarme si digo que soy similar a Jesús o a Buda?, ¡sólo ellos mismos o alguien similar a ellos podría hacerlo! NADIE PUEDE CONOCERME, y es absurdo que diga que soy como fulano o mengano, puesto que es un hecho autoevidente. Y sería completamente estúpido que yo mismo alabe o siquiera reconozca a Jesús como Jesús, y a Buda como Buda. ¡Sería como ir junto a un hombre y decirle: “¡Oh, eres un hombre, eres un hombre!”. Ellos saben quiénes son, y YO SÉ QUIÉN SOY, punto final. Lo chistoso sería que diga directamente: YO SOY DIOS, ¡carajo! Y ver cómo los otros dioses intentan discutirme, jaja. Como si mis dos manos jugasen hakembo, o chipiun. Todo es su juego, su lila. Y quien se canse de tanto reír y llorar, puede venir a mí, ¡pero que no me diga palabra! De seguro que le guiñaré el ojo… y si es de la estatura espiritual de Maha-Kashyapa, comprenderá; o si no, simplemente pensará que soy un pillo, o una especie de loco… ¡igual va a ser divertido!

¿Verdad que es más fácil pensar que soy solamente un chiquilín que no entiende nada de la vida? Una especie de tontito, inocente, estupidito nene que no sabe nada de nada. Es muy tentador, ¿o no? Ya que entonces podrían decir: “Oñe´embarei” y pegar la media vuelta sin remordimientos. Caso cerrado. Pero si no pensasen así, tendrían que aceptar (al menos tácitamente), que lo que digo tiene cierta pizca de verdad, ¡lo cual les convierte en bestias estúpidas a ustedes mismos! ¿Y cómo van a permitir eso, eh? ¿Eh? En realidad, no tiene importancia. ¡Ah!, y por cierto, la “inocencia” es un arma mucho más mortífera que la “viveza”. Tomen mi palara, LO DIGO POR EXPERIENCIA.

Los simplones retienen, junto con su necedad, la esperanza de que tribunales celestiales dictaminen a su favor; pero, si existen, ¡parecen ser tan incompetentes como sus colegas “de abajo”!; y si no, ¡qué cosa temible el que una cucaracha que funge de juez sentencie arbitrariamente, y qué terrible que lo haga “con justicia”! ¡Qué pena por el verdugo que aplicó la ley a tantos, y por el magistrado que mató a muchos más! (¿O es que ambos son la misma persona?).

Como el pan dulce en navidad. Así es la concha bien preparada.

¿Qué es la humildad? Si vas a hablar de virtudes, hablá de las virtudes de los demás. Si vas a hablar de defectos, hablá de tus defectos.

¿Hay una grandeza, o hay varias grandezas? Una. Entonces: participá de la grandeza

No me impresionan los milagros que hago, pero tampoco entiendo porqué le impresiona a los demás.

Hay tantos milagros a cada instante. Cada segundo ocurren más de diez milagros: es imposible contarlos todos. Y aunque se los catalogue, muchísimos quedarían olvidados. La vida misma es un milagro impresionante, pero un mayor milagro es PARTICIPAR de ella.

Siempre es mejor un milagro subjetivo que cualquier otro: como un secreto imposible de contar.

Aunque todos los hombres me amen con amor infinito, ese amor va a ser infinitamente inferior al que Papá siente por mí.

Papá me da todo lo que yo quiero: hasta lo más insignificante. ÉL CUMPLE CON TODOS MIS CAPRICHOS. Si yo le pidiese, por ejemplo, un helicóptero, quizá no aparezca con un ¡pas!, delante de los ojos de los demás; pero sí sé que se iniciaría una reacción en cadena, una concatenación de hechos que terminarían inevitablemente en un helicóptero a mi disposición: es así de simple.

Dos alas: libertad y amor

Dos piernas: rectitud y fe

Mejor que el bien o el mal: la pureza del corazón.

No sigan mis “enseñanzas”, sigan mi ejemplo.

Papá es grande en el cielo, es cierto; pero es infinito en el corazón.

Se puede desarmar tanto al hombre como a la mujer con la mera mirada. Al hombre hay que mirarle como si se fuera realmente a despedazarlo, con una furia de mil leones, de mil dráculas, de mil terremotos listos a desencadenarse sobre él: y ahí se tranquiliza como un cachorrito. A la mujer se la debe mirar como si en la punta de nuestro pene y en cada porción de nuestra piel hubiesen moléculas orgásmicas, simplemente listas a reventar sobre ella sin escapatoria alguna. ¡Pocas personas aguantan estos tipos de mirada! Y los que lo hacen, ¡bien vale la pena que se les demuestre que no estamos jodiendo!

Hay un sólo acertijo en la vida y es éste: el de llegar a ser lo que ya se es. Lo cual es estúpido e imposible, como la vida misma… pero maravilloso también.

¿En qué se diferencian el Nirbikalpa samadhi o el Sabikalpa samadhi del chocolate o del helado? Ambas experiencias son deseables, y tanto quien lo ha experimentado como quien no, anhela experimentarlo otra vez. Entonces, la cuestión no es si se ha experimentado o no, sino si se sigue queriendo experimentar, sea samadhi o comer cosas deliciosas. Por tanto, se debe destruir ese deseo ahora mismo, y ya no habrá ninguna diferencia en ningún lugar. Es como la varicela, si alguien le describe a un niño que nunca lo ha conocido, con toda buena fe podrá negar su existencia, pero si él mismo alguna vez tiene la enfermedad, ¿no afirmaría su existencia con la misma buena fe? Quien ha experimentado en carne propia sabe todo esto. Así es como todo debate de este tipo es fútil: sabe quien tiene que saber, nadie más.

¡Ni aunque sientas que tu cuerpo es el universo entero! Cuando termine la experiencia, vas a ser el mismo estúpido y pecador de siempre.

No por oler mucho incienso tus pedos van a dejar de ser nauseabundos.


SALMOS A LA ETERNIDAD

A los salmistas

En las profundidades del infinito río del silencio
Que ubicuamente corre en toda la creación
Y más allá de los linderos del espacio
He clavado cien mil estentóreas navajas de inspiración
Que abrieron innumerables bocas hechas de éter
Mientras resonaba en todo el universo, como eco reverberante:

“¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Somos las voces de los que han partido
Hace años siete mil
Que han compuesto los cánticos y salmos que has escuchado
¡Ea!, henos aquí, no ya en forma de espíritus silenciosos
Sino en cuerpos de carne y hueso vivos
En donde se deposita etéreo aliento y corre sangre hecha de luz
¡Ea! Venid todos, ¡cantemos!
Traed las guitarras los tambores y las trompetas
Que con redobles y panderetas
Estallaremos en canciones y poemas
Como lo hemos hecho en aquella época
¡Ea, aleluya, aleluya!
Traed a todos los hermanos
Porque con gargantas de hierro
Nuestra voz, más fuerte que el acero
Clamará en todos los rincones del universo”

Luego de este brutal estruendo
No pude sino quedar patitieso
Con el corazón como hielo
Igual que un cadáver, totalmente muerto

A los antiguos

Con el espíritu corcovado
Y el ánimo aquietado
Por el miedo recientemente experimentado
Recé, con los ojos cerrados
Y alzando mi alarido a los cielos:
“¡Dios clemente, grande y misericordioso!
¡Disculpa la ignorancia, el temor y la estupidez de tu siervo!
¿Pero quiénes son estas figuras, medio oscuras
que aparecen ante mí?”

A lo que respondieron así, los aludidos personajes:

“¡Ya te lo hemos dicho, necio!
Somos tus antepasados
Seres de siglos pasados y épocas remotas
De las cuales no sobran sino papiros y tumbas
Que las arenas y el viento han acariciado
Sí, hijo, somos más que los abuelos de tus abuelos
Cuyas barbas son más frondosas que bosques
Con canas más blancas que las altas cumbres
Y arrugas más profundas que los grandes cañones
Mas, henos aquí hoy, en apariencia contemplable
Para tus carnales ojos
Porque somos los poetas, filósofos y cantores de antaño
Que hemos sido premiados con raudales de años
Que fluyen en la eternidad”

Alzando, entonces, mis párpados
Tragaron, desfloradas, mis pupilas, luces que jamás habían percibido
¡Visión extraordinaria la de espíritus puros, con capas y vestidos!
Mujeres y hombres, de lumínica apariencia y sonrisa de niño
Me acariciaban con ventanas que reflejaban almas de hermosura infinita
¡Ojos prístinos e impecables, que brillaban tanto, tanto!

A los que rinden justos honores

Llevado, entonces, por un súbito impulso
Me arrojé al suelo y apreté mi frente en el piso, diciendo:

“¡Ya comprendo! ¡Ya comprendo!
Sabios venerables, honorables espíritus
¡Cuán grato me es verles!
¡Cuán gustoso me es vuestra visita!
Ciertamente que este prodigio paraliza mi vista
Y llena mi corazón de gozo
Permitid, mujeres y hombres, que les presente mis oblaciones
Mis laudos y encomios por haber dejado profundas huellas en el camino sagrado
Cual estela de un cometa, firmemente anclada en el espacio sideral
Vosotros habéis hollado el sendero de la virtud y la sabiduría
Que pocos han percibido siquiera
Y aun menos han recogido la valentía para emprender
¡Loas, loas, a mis maestros del bien y sacerdotisas del discernimiento!
¡Aleluya, ea, aleluya!
¡Por siempre, por siempre!
¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Hallándome lleno de divino placer al hacer estas exclamaciones
No comprendía la serenidad de los espíritus
Que parecían no conmocionarse ante mis chillidos
Cual si fueren madres descorazonadas con sus chiquillos
Uno de ellos, no obstante, tomó la palabra diciendo:

“Hijo, estas almas aquí presentes
Han estado alabando desde antes que existiese cosa alguna que alabar
Por tanto, escucha lo que han de decirte
Presta oídos a nuestras palabras
Y discernimiento a nuestras razones
Para entender verdaderamente
El significado de alabar
Ya que hay algo infinito, supremo, inmanente, gozoso
Que es lo que es
Y que tiene muchos nombres
Que, al ser recitados con verdadera devoción
Infunden delicia y delirio al que lo hace
¡Alaba esto, hijo, alaba esto!
Y tus aleluyas no terminarán nunca
¡Te verás a ti mismo en un rincón remoto del cosmos
gritando a voz viva
un canto sin melodía
pero de inconmensurable duración!
¡La verdadera e infinita canción!
Tus estentóreos clamores perseguirán a la eternidad
Acosándola cual ladrón a la vera del camino
¡Que salta por sobre su víctima aterrorizada!
¡Así es como se recita el nombre!
Y se canta alabanzas
Por tanto, no nos rindas honores a nosotros, siervos miserables
Que meramente dependemos del nombre
Como el postrado y tonto hombre
Vil, depende de su vicio
Por tanto, levántate, y mira atentamente
Despierta tu conciencia y discierne a quién debes rendir honores
Para que estos lleguen, a través de las puertas de la ciudad sempiterna
A la morada donde reside el inmortal nombre
Así como el jinete llega atravesando valles y desiertos
Trayendo el tan esperado mensaje”

A lo intangible, que suele ser denominado espíritu

De pie y con una sonrisa en mis labios
Aventuré, entonces, a decir:
“Habladme más de este nombre
Que conduce a la morada perenne
¡Que vuestras sabias palabras destruyan por completo mi ignorancia
y mi incorrecta manera de obrar!”
Respondió así, el mismo espíritu:

“Esto que alabamos
Y a lo que entonamos loas y cantos
Es lo que es
¡Más allá del ser!
¡Y más allá de lo que está más allá!
Entra y sale de ti como tu respiración
Mas no puedes verlo, como el aire
Vibra en cada célula de tu cuerpo
Mas no puedes sentirlo, cual si estuvieres profundamente dormido
¡Despierta, buscador, sacúdete de tus insustanciales sueños!
Y de tu inconsciencia
¡Y vele!
Levántate de tu cama de autocomplacencia
Arroja lejos las sábanas de comodidad
Y destruye la almohada de pensamientos dudosos que rondan la mente
¡Y vele!
¡Te perderás, como nosotros en nuestra adoración, como gotas
en el vasto océano!
Estas aguas etéreas mojan de amor y placer divinos
Y destruyen ejércitos de egos
¡Piérdete en este océano de espíritu, hijo, piérdete!
Sólo así serás encontrado
Tu carne será helada, tu cuerpo arraigado inamoviblemente
Tu aliento succionado a las altas regiones
Donde hasta el más leve pensamiento es pesado
Y la más leve ondulación destruye este extático estado
Nada se compara con el espíritu alabado
Puesto que este está en todos lados
Y a todos es dado
¡Cómo resuena modulando
las infinitas variaciones del ser, que van girando
en un carrusel donde eones van danzando
dando luces y color a lo creado!
Alaba, hijo, canta, ¡alégrate!
Abre los ojos, párate
¡Y vele!
¡Vele!
Y percibirás lo incausado
El intelecto, atrapado
Nada ve sino lo que está sujetado
A la muerte, anclado
En las profundidades de lo enlodado
¡Sacúdete, mueve el alma, agítate
de esta sucia carga!
Tira por la borda tus dudas vanas
Que vas en naufragio a la nada
¡A ella no le importa si nadas
o te ahogas para devorar todo
lo que no sea este espíritu!
¡Arriba, hijo, ea!
¡Levántate y vele!
¡Vele!
No hay dudas que destruir ni desafíos que cumplir
Para el que tiene en los ojos la certeza
Y en el alma la pureza
¡Habiendo pisoteado a la pereza
en una batalla en la que sangró tanto, la dureza
de su corazón inexperto y sin pulir!
¡Diamante en bruto el cual habría que reconstruir
en inamovible estructura que permitiría a la devoción salir!
¡Déjala fluir, hijo, déjala seguir
su rumbo resonante!
Y levántate, ve firme hacia adelante
¡Y vele, vele…!
¡Vele de una buena vez, vele!
Y las aleluyas caerán como cascada
Deliciosa que sale de cada poro
Haciendo de cada célula
Una fuente de dicha inexplicable
Ya que el éxtasis es una tierra inhabitable
Para aquel que respuestas busca a todo
Porque tú, hijo, ya sabes que lo que buscas
Es imposible encontrar
Porque no se puede mostrar
Simplemente confía y canta
¡Haz buen uso de esa garganta!
Y quizás veas que lo aparentemente inmanifestado
Está expectante y ansioso, a tu lado
Diciendo fuertemente
¡Veme!
¡Veme!
¡Ea, heme aquí!
¡Aleluya!
¡Veme!
¡Veme!

A los que se esfuerzan

Ni bien hubo terminado
Este espíritu inspirado
Su canto sagrado
Pude verme claramente embotado
¡Palabras hipnotizantes y embriagantes
las de este experto en divinas alabanzas!
¡Aguardiente, licor dulce y tonificante
cayendo en bonanza
parecen ser
las loas y cantos al espíritu que no se puede ver!
Hablando entonces a los maestros de estas sublimes melodías
Dije tímidamente así:

“Sabios y sacerdotisas
De esta excelsa ciencia de la alabanza
¡Cuán grande es mi ignorancia
y cuán enorme mi necedad!
Puesto que estoy falto de toda iniciativa
Careciendo mi mente de toda inventiva
Y talento natural
Para lo que en vosotros parece tan simple
Y en lo que sois tan diestros
¡Mi destino es siniestro
puesto que no sé ni cómo dar el primer paso!
¡Pareciera ver ya el ocaso
inminente de esta travesía!
¿Qué pié moveré, acaso
estando como estoy, atrapado en la melancolía?
¡Mil huellas dejaría
en odiseas de ciencias divinas
si tan sólo un momento pudiese vencer
mi temor por fracasar y perecer!

Entonces, otro de los espíritus, con súbita iluminación dijo:

¡Calla tu llanto insustancial necio!
¡Cierra el pico parlanchín, tontillo!
Este ejército de trovadores celestiales
Te consideran digno de erguirte ante sus lumínicas figuras
¿Y tú dudas…?
¡Arriba el ánimo!
¡Levanta el alma!
¡Seca el mar podrido de tus dudas!
Puesto que, aun teniendo un honor
Que nadie jamás ha tenido
Te consideras vencido
En la encomendada labor
De escuchar y cantar las alabanzas
¡Que nos han dejado los eones!
Ya que este ejército de leones
Desea que uses el discernimiento cual balanza
Para medir adecuadamente tu capacidad
Con verdadera sinceridad
Por tanto, ¿cuál es esta prisa,
esta injustificada ansiedad?
Nadie espera que seas perfecto desde el inicio
Puesto que eso sólo es lanzarse al precipicio
Intenta, joven poeta, da el paso primero
Mueve esos pies rastreros
Y levanta polvo valioso hollando en la experiencia
Porque los ancianos han luchado mucho por su ciencia
Usando canas como medallas y sonrisas como doctorados
En la verdadera sabiduría
Por eso ten alegría
Nada perderás, te lo aseguro
Intenta, joven, intenta
Y verás que hay mucho por aprender
¡Tanto por saber!
No tengas vergüenza de tu ignorancia
Porque nadie vino al mundo
Hablando con sofisticación y elegancia
¡Sino llorando y desnudo!
Además, de que el sabio de verdad
Es solamente uno que ha admitido su necedad
Haciéndose por esto mismo, un venerable
Sólo que nadie nunca nada logró con miedo
Y cobardía, ¡ese estado deplorable!
Que hace evaporar sueños tan loables
Antes de haber siquiera hecho un mínimo esfuerzo
¡Sólo con trabajo, dedicación y sacrificio construirás un universo
lleno de méritos verdaderos, de astros de satisfacciones luminiscentes
ganadas dignamente
en el sendero de verdad!
Por eso no dudes, joven poeta, no dudes más
Sacúdete, resquebraja el polvo de modorra
Y da el primer paso
¡El que ha de marcar por siempre
el sendero infinito
por el que has de transitar!

A los que logran la resolución

En ese momento
Sentí una súbita ráfaga
De valor por sobre mi pecho
Ascendiendo como llama explosiva
Dirigida a derrumbar muros de miedo
A voz viva, y sin dudar, exclamé:

“¡Entiendo ya, camaradas
hermanos poetas
espíritus invencibles
lo que queréis decir!
Ya que, aun consciente de mi estupidez
Siento irse mi antigua pesadez
Y mi cúmulo de dudas
¡Guijarros inservibles
y piedras tan fácilmente rompibles
me parecen ahora mis antiguas ilusiones
frente mi nueva misión de crear canciones
que queden para siempre!
No que sea profeta
¡Ni siquiera poeta!
Sino que, en honor a vuestra visita
Al acudir a esta asombrosa cita
Y para no decepcionarles
Rejuntaré todas mis fuerzas
Para lanzar alaridos estrofados
Gritos rimados
Y clamores métricos
¡Gracias, inmortales!
Por haberse dignado
En hablar a este desdichado
Poeta de cuarta
Bufón de las palabras
¡Le habéis infundido esperanza
con la potente lanza
de vuestra voz de relámpago!
¡Ha nacido un nuevo vástago
de sí mismo, como parido
de su propia carne!
¡Gracias, iluminados
trovadores milenarios!
Que aunque sé que no sea merecedor
De tan alto honor
¡Ciertamente que pondré verdadero empeño
en cumplir este sueño!
Sabiendo siempre
Y sin olvidar un sólo segundo
Vuestras gestas cinceladas
En la piedra dorada
De contundente eón
Y la perenne canción
Que reverbera
En los ríos de la eternidad
¡Qué calamidad!
Ya que mis ojos vieron este mismo día
Extenderse hasta el fin del mundo
¡No importa lo que pase!
Ha llegado al oasis
Esta sedienta alma mía”

A los que participan de la gesta universal

“¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Hijo
Hermano
Finalmente has recogido del bosque
Las flores de valentía
Y los setos del coraje
¡Gritando “al abordaje”
guiarás ejércitos sedientos
de los líquidos rayos de las estrellas!
Arremete contra esas ciudadelas siderales, hijo
Declara la guerra a la infinidad del espacio
Y rasguña la perpetua tela
Del vanidoso tiempo
Así como los héroes de antaño
Han enjugado su paño
Con la sangre de los dioses
¡Brebaje terrible
más fuerte que mil licores!
Así que, hijo
Imita a los grandes
Imita a los inmortales
Pero más que imitar, supérales
Puesto que cuando entiendas
Que la gloria es nada
¡Habrás encontrado verdadera gloria!
¡Estalla en amores, hijo!
¡Destruye todas las barreras, poeta!
Sube a las autopistas cosmogónicas
Y contempla a Dios cara a cara
Accede a sus misterios
Para finalmente unirte a nosotros”

Cantó así una figura cimbreante
Con voz de aguas

“¿Mas—contesté—cómo
finalmente he de lograr
la palma de la victoria?
¿Cómo arrebatar la inmortalidad
del grial luminoso
escondido en el corazón de la tierra?
¿Cómo coronarme con la omnisciencia
de los dioses?”

Pero nadie respondió
Las almas ancestrales
Con luminosos ropajes
Quedaron mudas
Cuando una voz de fuego y trueno
Se abrió paso a través
De las paredes del silencio:

“¿Este patético gusanillo qué se cree?
¿Es este batracio la mota de polvo
a la que insuflé mi vida?
¿Qué es este reclamo de botín
de divinas riquezas que escucho?
¿Esta intentona de motín
de unas cuantas piedras
contra la montaña?
¿Qué significa esto?
¿Cómo es que las células
pretenden rebelarse?
¿No saben que solamente pueden vivir obedeciendo?
Y aunque puedan solas, es sólo gracias a mi aquiescencia
¿Qué es esto que estoy oyendo?
¿Cómo podrá la cáscara reclamar a la esencia
el néctar reservado para el núcleo
para el centro, para lo oculto, para lo jamás develado
para lo perpetuamente guardado?
¡Habla, gusano!
¡Habla si valoras tu vida!”

Con el corazón congelado
Y la sangre paralizada dentro de mis venas
Con los labios secos y la lengua atada
A la cantera del paladar
Pude expulsar estas palabras:

A PAPÁ, CREADOR DEL CIELO Y LA TIERRA

“¡Necio de mí!
¡Mortal inconsciente!
¡Nada menos que nada!
¡Criatura inmunda y despreciable
que osé en despertar al gigante dormido!
¡Perdón mil veces, Dios de Dioses!
¡Y mil veces más!
¡Disculpas infinitas elevo
mientras me sangro las rodillas por el suelo!
Haz tu infinita piedad caer del cielo
Sobre esta rata, este puñado de barro
Esta cloaca fétida
Que aspiraba al néctar de los inmortales
¡Ahora veo mi error, gran espíritu!
¡Ahora, me he hallado
ante mi inminente destrucción!
¡Ahora, me he hallado a mí mismo
sólo para ser pulverizado!
Así pues, ¡me resigno!
Si pecado es aspirar al cielo
Pues alabaré la justicia
Si es que ésta me lleva al infierno
No que sea temerario
Ni me apriete los labios
¡Mi corazón no esconde resentimiento
ni sobresaltos!
¡Heme aquí!
¡Listo para recibir lo que me he ganado!
Sea esto una canasta de risas
O un ramo de lágrimas
Como un niño me ofrezco voluntario
Al sacrificio
¡Por más de que este gesto sea vano
y de que no tenía poder
para disponer de mi vida en primer lugar!
Y si soy culpable
Al menos seré valiente
Y enfrentaré cara a cara
Al verdugo que me espera”

Hubo un silencio devorador
Y los poetas parecían mirarse entre sí
Como esperando a que se diga algo
Mientras yo, volví a arrojarme al suelo
Con el cuello corcovado
Y el rostro llorado…
Fue cuando un clamor de océanos
Y tormentas esparció su bramido:

“Hijo
Sí, te digo
¡Hijo mío!
¿Dónde crees que se encuentra la inmortalidad?
¿En los pútridos versos del poeta?
¿En la seca mano del amante?
¿En la oxidada espada del guerrero?
¿En la polvorosa barba del erudito?
¿En la arrugada boca del avaro?
¿En la tonta imaginación del sacerdote?
¿Y aun, en la oscura figura
de estos espíritus
que no son sino sombra
en comparación al verdadero sol?
La inmortalidad no se siente halagada
Con fatuos versos
Ni complacida con adulaciones de donjuanes
Ni coaccionada por las hazañas del conquistador
Ni conocida por el sabio
Ni comprada por el rico
Ni contenida en el insípido ritual del monje
Nada de lo existente puede ser comparada con ella
¡Y no creas que por tener vagas ideas de lo inexistente
la encontrarás!
No
¡Eso jamás!
Esta divina joya suprema
Se encuentra en ti mismo
En tu mismo núcleo
¡Hijo, eres una montaña!
Y esta preciosura se halla dentro de ti
¡Cava en lo profundo!
¡Sacúdete en terremotos espirituales!
¡Sucumbe bajo estampidas místicas!
Esto es lo único que puede salvarte
Puesto que mi voz es como el fuego
Y mi soplo como la tormenta
Con una sola palabra construí el universo
¡Y con un pensamiento puedo reducirlo a la nada!
Por tanto, no temas
Que aunque nunca puedas alcanzarme
Tienes que, no obstante, intentarlo
¡Así que vamos, ea, a levantarse!
¡Sube ese ánimo!
Y que nada te detenga
Dispara esa tu alma ya
Por los senderos de la perpetuidad
¡Pero no me vengas como un mendigo!
¡Como un miserable pordiosero!
Ya te he dicho “hijo mío”
¿Acaso un hijo legítimo mendiga a su padre?
¡Esto sería para él, algo peor que un insulto!
¡No!
Ven a darme algo tú
Dame algo
Para que luego te dé todo…
Dame un sueño de burbujas
Corriendo por estanques de colores
Pintados en el azul del cielo
Dame un deseo legítimo
Explotando en flores
De fuegos de artificios
Por la aurora boreal
De una mente pura
Dame el meticuloso cálculo
Del discurrir de los astros
Sobre espíritus anhelantes
¡Sobre cielos de bienaventuranza!
Dame tierra de un alma prístina
Donde los brotes de virtudes puedan crecen
Y expandir mi luz en arenas espirituales
¡Suelo de mansedumbre infinita!
Dame alegría
Y lluvia de colores risueños
Devorando todos los sueños
Exquisitamente azucarados
¡Todos los que pasen por aquí serán electrocutados
por el éxtasis de quinientos mil santos!
DAME A TI MISMO
Truncado en el lodo de la desesperación
Desmenuzado por deseos cortantes
Diezmado por el afilado tiempo
DAME TU CORAZÓN
QUEMADO POR EL DOLOR
Calcinado por la desilusión
Saturado de humildad
Limpiado por lágrimas arrepentidas
Dame algo que nadie puede dar
¡DAME A MÍ MISMO!
¡Y ahí tendrás de qué hablar!
¡Dame un espejo en el cual me pueda observar!
Un espíritu en plenitud
Una mano asiendo la infinitud
Una multitud de mariposas brillantes
Llenas de estrellas
¡Galaxias flotantes viajando sin dejar huellas!
DAME A MÍ MISMO
DÁMELO TODO
DÁMELO TODO
Y te despojaré completamente
¡Verás verdaderamente
cómo ha sido todo desde el inicio!
No más esfinges misteriosas
Guardando secretos
Todo velo será rasgado por nuevas rosas
Perfectas, que aunque espinosas
Las abrazarás como a nuevas esposas
En lujurioso arrebato
Que no se acabará
Jamás
¡Jamás!
¡Jamás!
¡JAMÁS!”

Entonces, de éxtasis saturado
Y por el viento de fuego golpeado
Hablé, con la valentía de mil soldados
Mientras atacan al enemigo malvado:

“¡PAPÁ!
¡PAPÁ!
¡PAPÁ!
¡SOY YO, PAPÁ!
¡SOS VOS!
¡SOMOS UNO!
Entre fangosas estrellas, cegado
Por materialistas sueños envenenados
Vivía..
¡Qué!
¡Qué vivía!
¡No!
¡No, digo!
Moría, Papá
¡Moría!
No hay vida sin tu vida
No hay amor sin tu amor
No hay misterios con tu sabiduría
Ni secretos sin tu aprobación
¿Qué se yo de todo esto?
¿Quién soy yo para descubrirlo?
¡En realidad no hay secretos, Padre Santo!
No hay nada guardado de tu mirada
Ni apartado de tu mano
No hay rincón sin tu luz
Ni esquina sin tu sostén
¿El hombre quiere contender contigo?
¡Já, le digo!
¡Já, una y mil vez!
¡Tonto y despreciable gusano que no comprende!
¿Y, de nuevo, quién soy yo para comprender, Papá?
¡Si ni siquiera estos santos, sabios y poetas lo han entendido!
—ante lo cual todas las figuras espirituales
pusieron la cabeza gacha y el corazón doblado—
Por eso te pregunto:
¿Te he comprendido yo?
¿Yo, otro gusano de lodo
otra bestia hecha de heces
otro insecto con corazón de polvo?
Papá, ¡eres lo más grande que hay!
Todo se invierte ante tu poder
El rico se vuelve pobre, el sabio necio
El malo bueno, el pecador santo
El iluminado tonto
Y el dios un diablo
¿Quién comprenderá jamás tu gloria
así como yo (¡blasfemia!) la he comprendido?
Papá, ¡finalmente he comprendido!
¡Finalmente he comprendido!
Así que guarda tu omnipotencia
Tus tesoros planetarios, tu control de las mentes
Tus perlas de sabiduría, tus comandos del tiempo
Tus visiones milagrosas, tus sanaciones instantáneas
Tus infinitas riquezas y omnipresencia
¡Guárdatelo todo!
¡Guárdatelo todo, si es esa tu voluntad!
Papá, ¡soy tu hijo, verdaderamente soy tu hijo!
¿Qué digo, qué digo?
¡Soy tu bebé!
¡Vos me pusiste acá!
¿Tengo acaso yo algún poder
alguna autoridad
sobre el cielo, en los mares, para con las montañas?
¡No tengo nada, Papá!
¡No le tengo a nadie, Papá, salvo a vos!
¡A vos y sólo a vos, Padre santo y verdadero!
¡Padre bueno y justo!
SOS MÍO Y SOY TUYO
¡ES VERDAD, ES CIERTO!
¡TODO ESTO ES REAL!
SOMOS UNO, PAPÁ
DOS Y UNO, SEÑOR
DOS Y UNO, PAPÁ
HASTA QUE NO QUEDE NADIE
NADIE
NADIE
NADIE MÁS”

Fue entonces cuando
De oráculos metálicos
Pegados a los labios del Señor
Y de las espadas filosísimas
De sus dientes
Desde donde salía lava viva
Y truenos líquidos
Pude discernir las siguientes
Palabras:

¡HIJO TONTO Y NECIO!
¡HIJO MALCRIADO Y CONSENTIDO!
¿QUÉ ES ESTE ACTO DE REBELDÍA?
¿Estos berrinches de criatura?
¿Estas rabietas, una vez más?
Escucha hijito amado
Deja de lado tu tonta niñez
Y aprende el negocio de tu padre
Nunca más digas: “Nadie”
No profieras esas palabras: “Nadie más”
¿Lo entiendes?
Mi creación no es para el disfrute de los omniscientes
De los santos solamente
De los iluminados
De los inmortales
No, te digo
Esta danza multicolor que es el cosmos
Fue producida para todos
El vino debe emborrachar a las masas
Como así el claroscuro del universo
A todos los seres vivos
Sí, te digo
YO SOY TODO
YO SOY PARA TODOS
PARA TODOS, HIJITO
Y cada cual me alaba sin saberlo
¿Comprendes, la dulzura de mi juego?
Los malos y los buenos no hacen sino darme gloria
¡No que la necesite!
¡En absoluto!
YO TENGO TODA LA OMNIPOTENCIA
TODO EL CONOCIMIENTO
EL PASADO, EL FUTURO, LA INFINITA MEDIDA DEL PRESENTE
En mis manos todo está
Y, es cierto, a algunos doy mucho más que a otros
¡Pero eso no significa nada!
Ya que TODOS ME TIENEN!
Es verdad
Desde la más pequeña bacteria
Hasta el más inmenso quásar
Todos fulgen de mi amor
Todos brillan en mi luz
Todos tienen mi alma eterna
¿Lo ves?
No te creas, que por haber vislumbrado
El gran misterio
Eres más que tus hermanos
Ya que, si quiero, puedo hacer
Que una brizna de hierba sea la reina del mundo
Y que las bombas nucleares se conviertan en humo de incienso
¡MI VOLUNTAD ES SUPREMA!
Y esa es una verdad que has comprendido
Y que espero que la esparzas
Para regocijo de tus hermanos
Así que, de ahora en más
Quédate en mis caminos
En mis leyes
¡Tengo tantas!
Elige la que más te guste
Y hazme, con el martillo de la santidad, un monumento
¡Yo te daré un premio!
Un regalo que es imposible de imaginar
UNA INMENSIDAD MÁS ALLÁ DE INFINITUDES
¿Qué es la eternidad para mí
sino polvo bajo mis pies?
Has logrado progreso, hijito, te lo concedo
PERO AUN TE FALTA MUCHO
Para verdaderamente hollar caminos de bronce
Con pisadas de fuego, y a la velocidad de la luz
Así que, hasta que consumemos nuestra unión
Has de retener todavía tu “individualidad”
Para trabajar por la humanidad
¿Quién sabe lo que harás?
SÓLO YO, EVIDENTEMENTE
EN FIN, ES PARTE DE MI JUEGO
Así que, SIGUE BIEN LAS REGLAS
Con verdad, valentía y amor
Verás un reino de luz construirse bajo tus pies
Te lo prometo
LOGRARÁS CUMPLIR CON TU MISIÓN EN LA VIDA, hijito
Ya lo sabes
Y, con mis bendiciones
Nunca más tendrás miedo, sí
Por tanto, ya estás listo
¡Has llegado al pórtico de los cielos!
¡Y cuán ansiosas están las puertas de abrirse para ti!
(Deberás hacer pasar
a muchos, antes de que puedas tú entrar)
Pero no nos precipitemos
Y trabajemos
A tu lado siempre he de estar
No lo olvides
CUMPLE MIS MANDAMIENTOS
Lo mejor que puedas
Que yo haré el resto
Te amo, hijito
Eres digno del amor de tu padre
No lo pierdas
Y logra la inmortalidad
Recuérdalo: todo en todos, hijo
TODO EN TODOS
TODO EN TODOS
Por siempre
Para siempre
Hasta el fin de los tiempos


SPLASHES OF LIGHT

Splashes of absoluteness

In the vast void, unknown and unexplored
I planted a little seed of time
This unending nothingness was ever ignored
But is the true body of mine!

So endless, so long
The vacuity´s song
Then, having dropped the little egg of origin
I leaned back in eternity´s ghostly margin

And I thought with trillions of minds, not yet created:
“Rise from nothingness, Thusness and be celebrated!
Open your mouths, infinite potentialities of realities!
And cry the perennial Word that is beyond dualities!”

“Wake up, lazy time; arise, strong space!
So you can sustain the very fragile vase
Containing all the flowers of creation
Infinite bouquet of flickering vibration!”

So they did, and started working
Fabricating the mold and closing
It with frames of eons and abysses of noumena
Impossible to surmount by phenomena!

And so, this was the little cradle
From which began many a battle
Between time and eternity
Between space and vacuity

Splashes of creation

Before the very first second, minute and hour
Flickering shadows of energy, time and power
Danced in a sinchronicity that was gathering
Matter to be born out of an explosion expanding!

So loud would the labor-cry of the universe be
That no one indeed was fit to ear it but me
And terrible too, was having to watch
The cutting of Thusness with relativity´s hatch

Alas!, even if it hurt, it had to be done
Just like a mother is hurt when born is her son
Forgetting all pain afterward
In joyous peace: a just reward

And as the fire became a bit cold and calm
Fierce star´s liquid was spilled like molten alm
Into little pieces of spherical coins suspended
Candles that would light up all that was extended!

So this humble and poor saddle, the up-roaring mind
Set up vast space´s curtains, covering all and behind
Ancient time´s blurry origins, expecting a valiant knight
That would mount eternity´s steed and ride tonight

Splashes of beginning

Tangled and intertwined were light and dark
Dancing the song of chaos, the black dog´s bark
While touching each corner of my little box
Bouncing and rocking like a drunken ox

But this flux, was slowly and smoothly separating itself in gentle velocity
Giving birth to reality, and cosmic eggs that would explode with such ferocity
That vibrating nebulae, shining galaxies and trembling planets would
Be launch, unstoppable in space´s net, to rebound again as they could

So these little rubber balls should be lighted up
With recoils of fire of explosions that rose up
In the first second, that first second that started a race
That would never stop, time´s entangled and dark maze!

Such speed, such velocity, such uncontrollable haste!
This turmoil of time, vomiting rivers of trembling taste
That deposits itself in thousand-fold perceptions subdued by stress
Of minds in collapse, spilling valuable essence all over causing a mess

And chaos would sprout again from these minds in pain
Resounding in each corner, in each step, destroying any gain
Of beauty so carefully stored, so anxiously saved
Of joy so treasured in memory, by eons´ acid dissolved

Chaos then, begins and ends with all that can be known
Reality´s very own soul, and the vast spirits of gods unknown
But Light shines secretly beyond any turmoil or movement
Waiting in noumena shadows, to reveal only my commandment

Splashes of dawn

While resounding volcanic drums and rollers of planets
My omniscience ordered the reunion of irons and magnets
Earths being formed, moons in construction and a mysterious mixture of colors
For the canvas of skies and the secret scent, invisible but powerful of flowers´ odors

Aroma of creation! Sunburst of many a material!
Air, earth, water, sunshine and the vapors of ethereal
Breathings, souls not yet born but anxious to shine!
With these and more, I would build up this shrine

Come elements!, stand up proto-spirits!, let us sing
This pleasurable clamor of a new born being
A universe of life, a cosmos full of light and consciousness!
A massive organism ready to destroy nothingness´ vast loneliness!

All in order, nothing left aside, each part falls in its rightful place
Stars, horizons, black holes of sinergy, all conform eternity´s unchanging face!
Cosmogonic visions are put, grain by grain, in the hourglass
Of a reality famished by time, space and mind, as it always was

But visions have no real truth beyond what they show
Just like an arrow will go no further than the shot of the bow
So all of these rainbows of enlightenment and quasars of suffering
Fall apart when wisdom´s wand starts its perennial muttering

Splashes of life

When life´s first light shone among quiet stones
Millennial chants would rise to become flesh and bones
And the green, life in sleep, would join its ranks of leaves
With specks of savia to form the bloody meat that truly lives!

Not that anything in all creation is completely dead
But that the many mouths of atoms leave things unsaid
Truly, life cascades from everywhere to nowhere in blaze blinding!
That no one sees because they´re dead! Deep in shadows drowning!

But unconsciousness deadly scimitar is understood only by a few
While life´s haste to grow takes everything with a terrible spew
That began with saintly nuclei, the innocent ameba and cells anxious
Quite a big army to begin intelligence´s hasty race, indeed obnoxious!

But that would come later in time, when dawns of joy and lakes of peace
Would be forgotten. Because in the beginning I commanded all of this
Until it was decided to exchange blind instinct for the intelligence´s light
A two edged weapon, incredibly sharp, a flaming sword indeed bright

Splashes of consciousness

Racing since the beginning, life´s unending quest once enjoyed unaware solitude
In the depths of herself, watching eons fluctuate while drinking dews of beatitude
This was the true Life, begot from Thusness itself in the womb
Of eternity. So sad that she would prefer a cold and dark tomb!

But this was decreed before time was born
How unbelievable the way it was torn!
Nevertheless, the Light of Life shines beyond
Blinding lights of nebulae and suns of diamond!

Then, having descended the curtain of dark
Tides of darkness started flooding life´s mark
And the shadows spread flickeringly with suspicion
The diabolic seed of ego-ness began its mission!

Not that this objective was not predicted
Or out of control
But from the abyss of time long expected
As the other role!

Because Life had foreseen everything
While resting in the laps of Perfection
How can there ever be anything
Without her millennial reflection?

Unfolding galaxies well kept in time´s treasure chest
Will never know their true origin, cosmic egg´s nest!
Not that time itself hides reality whatsoever
But he who finds reality will swallow time forever!

Splashes of evolution

From the burp of millions of years shining
In the mirror of eternity, limbs of life rising
Took forms and images with vigor and pride
Bodies and bones moving side by side!

This phantasmagoric but solid multitude
Would move pillars in the deep and breathe altitude
Of skies. So real the souls in flesh encased
Seem, immortal until they become deceased!

Shy cells introducing themselves
Would become mind in shelves
Nurtured by trillion brains
In faster-than-light trains

Because the millennial odyssey of these particles of life
Began at the tip of the sharp axe of strife
Swallowing sunlight and sucking waters and food
To be swallowed by bigger creatures with angry mood

Splashes of memories

In the verdant garden of my young soul
I was enjoying life innocent, with no goal
Free of troubles and worries
And of responsibilities and “sorries”

Like deer and butterflies, running amok
I wondered through green meadows with no rock
So soft, so gentle the blades of grass
Caressed my feet like cotton´s glass

The child that my flesh did hide would not know
That something beautiful was held behind mountains and snow
Far greater than the highest peek, than a bottomless ocean or Beauty herself
This present was and is, hidden in the secret library of the heart, in the deepest shelf

But, alas!, many miles these young feet needed to withstand
Of places and vistas, of seashores and forests, so they could understand
That the path of Light lies beyond sunsets and horizons, far, far away
In a place of Spirit, unknown to anyone who has not seen soul´s pathway

So this innocent but ignorant boy, full of sins
Was staying in many a desire´s houses and inns
So far from Light´s mellow and warm protection
In unconsciousness´ dark temple always full of tears and affliction

But one night, not dark like any other night
The Spirit was preparing something, hidden to sight
Divine ambush of flaming skies raining
Ecstasy beyond clouds and spaces veiling!

The broken body, breathless, motionless
Stayed there mangled, cold and soulless
A boy stretched over nebulae and galaxies
Swallowing stars, solid dreams of planets and fantasies

Lo! How many ethereal moons are being sucked in the infinite abyss
Of consciousness, that devours perceptions and time in unstoppable bliss
Never would this whirlpool be sated!
Never would this hurricane be satiated!

Omniscience reaches universes beyond creation
Grasping more than unending imagination
Tornado of sprouting desires instantaneously fulfilled
While staying away in a vast distance with spirit stilled!

This gigantic soul keeps growing on and on
Reaching far nebulae, feasting with the living´s groan
There can be no death for a being in this state!
No anger, greed, sorrow, sadness nor hate

But endless plains of pleasure, meadows of bliss and skies of happiness
In the oceanic mind of shinning and spherical lightings of consciousness
Lo! Far behind the race between life and death, who shall win?
Blessed the one to whom the true Life is shown within!

Though a million suns engulfing in saintly gluttony, insatiable
The perennial mouth would expand far beyond distances incredible
At an accelerated pace, like a whirlpool
Of waters of light, illumining eternity´s pool

So many forms move in these oceanic fountains
Foliage made of galaxies, stars forming mountains
All of them dancing at the marvelous rhythm of creation
Out of nothingness, hoping to avoid their destruction!

Inevitable seems to be this dissolution
Of matter, of forms maintaining an illusion
That is called collectively reality
An excrescence of the real verity!

And the shadows, o they move with recoils of pain!
Infinitely immersed in the search for gain
The main purpose of many lives, all wasted
After death´s tongue has had their flesh tasted

Of these heroes shall only remain relics, books
And many stories of angels and prophets with hooks
Clenching clouds in despair, looking for salvation
That which is causing so much suffering and starvation!

Is there a heart uncorrupted by this famish?
A pure red stone, spiritual without blemish?
A true saint, eagerly awaiting life´s deadly bullets
Of trials and tribulations, to put them in his pockets?

Is there anybody worthy
An inhabitant of my home?
A citizen that will come
To my villas, someone praiseworthy?

O celestial haven of joyous desires always fulfilled!
Gleaming palace, of gods and angels filled!
High, high above in cloud´s citadels
Resounding rainbows with golden bells

Raining petals so soft and warm
Like a tender and calm storm
Lo! The drops of happiness sugared with dew
Colored loves so sweet as no one ever knew!

Away, away, ye roaches living asunder!
Nothing for you from our castles but thunder!
Lighting, lava and hot obliterating fire
Sorrows, lamentations and pain most dire

***

Splashes of mirrors jump to eyes!
Syringe of joy turned flesh to ice
The sandstorm of breath stopped tonight
By might of a titan´s soul, invincible in any fight

The body stilled, rooted deep into the soil
The heart in rest, having forgot any toil
The lungs frozen, touching nothing but emptiness
The spirit in alert, consumed by unknown restlessness

New sensation, no doubt to the beginner
A new start, having tasted the divine dinner
Who would run after worthless burning ashes on the floor
With eternity´s flavor in the lips, and on the tongue heaven´s flour?

Despicable bums would mankind appear to sight
But no matter how sad, our hearts should bear the burden tight
Together will our souls resist these tasks
Tearing apart all of our egos´ masks

“How heavy, how hard, how difficult this mission
is!”, says in sigh the receiver of the heavenly vision
Because price and praise come hand in hand with toil and pain
And the warrior of Truth will have to prefer none and seek no gain

Except sweat, tears and blood
And a river of troubles in full flood
Swim with all strength, little fish
And seek thy water´s line of finish!

But do not spend all of your energy´s stores
Having a throng of days in front of you like sores
That will ache and bother in your soul chambers
Palace of spirit being invaded by crooks and gang members!

Let them invade, let them attack, let us receive their blow
We will prepare our arrows, our quivers and our bow
Of discernment, attention and love without differentiation
Between murderers and saints, let us care for all with elation!

Splashes of impetus

Don´t you see, my dear son
That there´s a higher place than the sun
From which I guide and see
Your world, which is nothing but me?

So the wise man testifies on my behalf
Having cut down his ego half in half
Lo!, there goes alone the purest of men
Without judging his brethren living in a wolf´s den!

Wisdom´s pricy jewel lies in hide
Deep in the heart, deep inside
Weary burden, no doubt would cry
The heathen´s mouth, with hate´s reply

Do not let thy spirit be deceived, intrepid seeker
The toils of my tests, will never make thee meeker
But stronger than steel itself with diamond bones
That fools would later worship, like lifeless stones

This true life potion could be the cease of any emotion
But love divine, which was the only true motion
That I proposed, before the creation of the universe
Or the thinking or pronunciation of any verse

Fragrant stars would look up to thee in awe
When you navigate eternity in your spirit´s dhow
Endless river of immense proportions
Ever plenty with souls´ devotions!

O, yes, mighty warrior, look for legitimate advice
In those who live in humbleness´ hut, that art so wise
With lips in smile, with mouths perfumed with peerless words of ancient lore
These mine sages are usually quiet, but when they talk, thou will ask for more and more!

Wise words obliterate ignorance no doubt
Making thee wanting to march to truth´s redoubt
Go!, my non-violent army and conquer all hearts
And vanquish all egos with compassionate darts!

Allons! Mine warriors, take your arms and to the fray!
Sing aloud the reveilles of love, proud and gay!
Legions of angels will stand aside and demons will fall back!
Before we take the sword of virtue and launch the attack!


Because no one who has circumnavigated the vast globe of omniscience
Has stood aside this battle between dark and light, which is the essence
Of my game, sweet child. So get ready and aspire
To everything, like proud poets singing with the lire

Take then, your guitars
And ejaculate notes of cloud
Be brave, children, beyond scimitars
Await many angels proud!

Lo!, o wonders, how the soul arises!
From its lethargy, having destroyed its graveyard into slices
Like a million waking suns shining rays randomly like dices
Of all shapes, colors, forms and sizes!

Universes of pleasure divine, get inside
The body-caged soul, turned happily aside
Little lifeless scare crower
Destroyed by pleasure-stars shower!

Leak the powder of sparkling suns and their golden flavor taste!
Then stand up and put asteroids´ belt up to your waste
And expand, beyond airs, those lungs of steel
So my breeze of ether, in those heights, could you feel!

Many a star would step aside this growing light in sincere respect
Left in the vast shadows of a universe chained by cause and effect
How can they not admire you, gigantic sun of ghost!
Hot spirit speeding its rays beyond planets of frost!

Omniscience flows its cool waters in the refreshing spring of peace
Far away from mind´s mirages, life, death, light, dark, health and decease
This whirlpool of universes sprouts more thoughts than all the gods
Exploring imaginations of possibilities and creations beyond odds

All, truly, becomes meaningless compared to this delightful pain
Like a thousand arrows charged with laughter and exquisite strain
How would you like an invasion of such an army of pleasure
And win a million battles against the hordes of ignorance with leisure?

A fool, a bum? That may very well say of you, my son
But then, again, they have never seen my face, a glowing sun!
Because they live in darkness, in full ignorance
Of themselves and me, that I keep no distance!

How then, can any worthless beggar always asking for happiness
Ever imagine, that his legitimate efforts in the desert of sadness
Would sprout an infinite, ever expanding oasis of ecstasies
Flooding anything but love, the ultimate catharsis?

This water destroys everything that puts up resistance
And true Love will always give in, that is its consistence!
Drowned all, launched in the deep
Nothing else then, remains to keep

Fight, true seeker, with truth´s might tremendous
Ever strong, ever magnanimous
Like a silver lion of moonlight petals
Giving rays of courage as hard as metals

No more will the venomous fear dare an invasion
On your indestructible body, recently subjected to an immersion
In eternity´s flaming smith, the most impressive chamber of creation
From which all dreams and fantasies came, all minds and imagination

When your fragrant virtues assemble
All flesh will surely tremble
O Light, O Joy, thou art an exquisite fire!
That kills me, leaving nothing but a burning pyre!

Lo!, the little hot cradle
Of the broken body, a sad saddle
For the horse of my soul in constant expansion and evolution
Allons, my steed, go fetch immortality´s prize without desires´ intrusion!

Fiery lights and blazing waters block the highest glory throne
No common man will pass this road, most will moan
Grabbling and putting the ashes of earth in their mouths hoping to taste
The poisonous sugars of past sins and of a life thrown to waste

A fun sight for ghastly death indeed
She will be terrible, as it is her role and deed
O black death, how do you enjoy so much, so much
Sucking stupid souls and tearing them apart with your hatch?

Truly, your role suits you and you deserve none other
Because there´s but only one devil, the liars´ father
So great his evil, so much his followers
Like a decaying sky raining black and rotten flowers

His descendants sprout night by night in rotten places
Witches, banshees, spiders and other horrible faces
Making a lot of preparations and arrangements
For the day of battle, the most important engagement

And after this, times will come liken days olden
When epochs were known as ages golden
In which molten hearts of divine sages
Wrote in history many a day´s pages!

Those seers are not gone, as many would believe
But they have achieved the highest state, because they live
Eternally in the now, ever joyous, ever in peace
There can be no more pleasure than what feel these!

So stop your mourn
And pass the test
So you can truly be born!
Like the best!

And go, mighty cavalier, strong and still, frenzied and fast!
And fly with style majestic and head high, over the past
Present and future of suffering
Without a word muttering

While unfolding my creation´s secrets and unraveling mankind´s
The teachings that I´ve send you over the running years
Drink from my eternal oasis of bliss
And be immortal, after receiving my kiss


POEMAS A LA TRABAJADORA

I
Cuando estoy contigo los demás me parecen sombras
Navego, navego en el río de tu alegría
Y tus brazos me protegen de la mentira de los hombres
Flechas de las que aún no has salido ilesa

Dulzura, eres la miel que sorbo de las estrellas
¡Y tu figura es más hermosa con cada parpadeo!
En tu sonrisa veo todas las cosas
Hasta aquéllas que permanecen debajo de la tierra…

Vuelo y vuelo por el cielo de tus labios
Y las rosas de tus besos me entregan su húmeda ofrenda
Cuando te abrazo es como si el mundo entero desapareciera
En un apretón de manos con tu chispeante silueta

¡Ah, trabajadora, que tus manos construyan un imperio
en mi corazón repleto de tu anhelo!
Y cuando me entregues esa flor escondida
La haré mía y la llenaré de sueños

Ay, ricura de cielos y paraísos
Quién pudiera sorber el néctar de tu lengua
Y permanecer cuerdo
Conociendo el laberinto de tus deseos

Mi amor no basta para tu oceánica alma
Ni ningún otro nombre o poesía
Si pudiera darte todo, te lo daría
Con tal de que me perdones el amarte

Ni siquiera quieres que te diga cariñitos
Mujer fuerte, responsable e independiente
Y yo que quiero ser tu niño y beber de tu leche
De esas lámparas que alumbran mis fantasías

Y es que tu cuerpo forjado en mis sueños
No me bastará nunca, dulzura
Ni toda tu alma, ni el agitado orbe de tu corazón
Quiero todo, quiero todo, sin ninguna razón

Ser tu completitud, tu eternidad, tu plenitud
Y socavar las raíces de mi infinitud
Dentro de tu vientre de madera recia
Dentro de tus ojos de cristal pulido

Como el loco me pregunto si esto es real
No sabiendo si estoy despierto o dormido
Pero sonriendo sabiéndome vivo
En este nuestro sueño de amor inmortal

Quedarme aquí para siempre quisiera
Contigo y con el fruto de tus entrañas
Ese amor profundo y verdadero, sin mañanas
Que derrumba del infinito la vidriera

Trabajadora hermosa, preciosa luz
Debes saber que ahora y aquí te amo
Y en ningún otro lugar ni tiempo
Porque quizás me vaya y ya no me palpes con tus carnales ojos

Pero te veré siempre, dulzura, siempre
Desde el espejo de la eternidad
Consumando nuestro amor quizás fallido
Desde más allá de las cortinas del tiempo

Navegaré, dulzura, navegaré
En la miel de tu cuerpo
Volaré, preciosa, volaré
En la gema de tu aliento

Y me recordarás, lo sé
¡Cuánto lo sé!
Ya que nadie ha conocido el amor
Como hoy yo lo he hecho

Así que no me conozcas, hermosa
No lo intentes
Ya que el misterio, como la rosa
Espinas tiene

Más bien disfruta, gozosa; disfruta, y bebe del agua de mis besos
Ténme encadenado a tus anhelos
Y no me liberes de la esencia
De tus secretos

Ven, trabajadora, guardemos nuestro amor en un cofre eterno
Donde nada ni nadie lo sepan
O donde quienquiera descubrir el enigma primigenio
Pueda encontrarlo, y estar contento

Ven, dulzura, andemos
El trecho del dios excoriado
Y por amor muerto
¡Muramos ya, amor mío, en la cruz de nuestro lecho!

Ámame, preciosa, ámame
Y pierde tu vida para siempre
Pero hállala de nuevo
En las costas de la mar de mi alma

Piérdete, trabajadora, piérdete en mí
Y para siempre en mí
Así podrás encontrarte a ti misma
Y podremos disolvernos en el amor por siempre


II
Estoy fuera dulzura
Y estoy dentro…
Buceando en tu alma
Y fuera del odio ignorante de los hombres

¡Oh, cuánto los amo! (no saben lo que hacen)
Si conmigo los amases (tanto a mujeres como a hombres)
Dejarías de temerme
¡Y podrías tenerme!

Estoy en cada pedazo de luz
En cada pétalo de tiempo
Estás en cada latido mío
En cada respirar, tan íntimo…

Dulzura, ¡te siento en todo mi cuerpo!
Y no en este trocito de carne apasionada
Sino en mi verdadero ORGANISMO
Que es la naturaleza toda, el cosmos entero

Estoy lejos, trabajadora
Lejos del mar pútrido de los deseos
Y estoy dentro, tan dentro
¡Que si atiendes me escucharás con tus suspiros!

Estoy en cada beso que las aves canten
En cada brotecito que las flores borden
Estás en mis ojos mismos
¡Que no dejan de verte!

Y cuando los cierro, corazón
Siento la noche invadiéndome con tu dulzura
¡Que sabe a besos de abeja
borracha de tanta miel!

Estoy más allá, trabadora
De lo invisible
¡Y más acá
de lo que puedas ver!

Estás más cerca que mis abrazos
Y más lejos que mis pasionales anhelos
Estás en todo
Estoy en nada

¿Puedes comprender este misterio?
¿Puedes amarme sin miedos?
¿Puedo entregarte como un fresco ramillete
esta eternidad atesorada en mi pecho?

No me canso, dulzura, no me canso
Puesto que, así como el amor
¡La inspiración no necesita
ser puntual!

En medio del atareado día
De responsabilidades lleno
Te arrojo mis pensamientos sonrojados
Y te molesto con mí tímida ansiedad

O a medianoche, cuando estás cansada
Te importuno con mis sueños
Que, con la sed de tus carnes
Hacen que me avergüence de tanto desearte

¿Pudiera sólo Dios corresponder este amor?
¿Este verdadero suplicio, esta tortura despiadada?
¿Esta fantasía palpitante, esta ilusión azucarada?
¿Este frenesí lleno de delicioso dolor?

O, quizás, pudieras tú, mi amor
Colmar esta sed que no apagan los océanos
Llenar este apetito que no abarcan montañas de carne
Saciar este deseo que no colman las galaxias vibrantes

Sí, preciosa, tú puedes hacerlo
Lo que ningún héroe, con toda su fuerza
Ningún sabio con sus canas llenas de discernimiento
Ningún Dios lleno de omnipotencia, pueden

Con un leve movimiento de tus ojos
Puedes más que mariposas de luz
Llevando visiones extáticas
A santos llenos de bienaventuranza

Con un sólo gesto de tu mano
Fulminas de lleno
A miles de reyes
Tan orgullosos de su justicia

Con un suspiro tuyo
Derramas más calor que el mismo sol
Y más frescura
Que las aromáticas cremas de la luna

Estoy fuera, dulzura, estoy lejos
Estás dentro, amor mío, estás cerca…
Lo siento, lo sé, lo sabes
Es sólo una cuestión de tiempo...

¡Este tiempo que nos vio nacer
nos verá crecer
pero que no tendrá ojos
para la eternidad que lograremos!

III
Mi eterna inspiración
Mi musa llena de poesía
¡La más dulce melodía!
Eso, amor, eres tú

Cada segundo es una tortura
Si no estás conmigo
Te extraño como el sol
Extraña los campos de trigo…

Cada pensamiento tuyo
Es como una cuchilla
Que corta mis carnes
¡Sedientas de las tuyas!

Dulzura, te amo en cada rincón
De mi cuerpo
En cada resquicio de tus pensamientos
Que vuelan en bandadas de palomas hacia mí

¿Será cierto
que esta mujer tiene al menos
un poco de piedad
para este viciado de sus besos?

Ay de mí, soy como un borracho
Sediento de tus ojos
Como un murciélago que busca la sangre
De tu cariño

Trabajadora, he de buscarte
Por desiertos, mares y cielos
Por el mundo todo
Con tal de poder sostener tus manos

Y acercarme a tu pecho
Del que brotan
Sinfonías brillantes
De amor secreto hacia mí

¡No las guardes más, mi amor!
Amiga del alma y del cuerpo
Entrégamelas y ríndete a mí
Que soy un soldado bondadoso

Y he luchado, preciosa, he luchado
Por los campos de tus fantasías
Y por las ciudades de tus deseos
Con la sola esperanza de conquistarte

Y por el sólo anhelo de verte
De verte siempre
Rendida a mi sonrisa
Una vez más

Quedarme eternamente
Arraigado en tu suelo es mi sueño
Crecer y brotar en el oasis de tu mente
Ser libre al fin, dentro de los confines de tu corazón

Dulzura, ¿serás capaz de entregar
tu más precioso tesoro, tu libertad
a este mendigo sin redención
lleno de fiebre el corazón?

¡Eres mi estatua de la libertad!
Anclada entre mi alma y mi cuerpo
Sosteniendo tu farol
De carnales luces, y dorados sueños

Siguiendo un camino de nubes
Casi había desaparecido, trabajadora
Hasta que te topetaste, como columna de hierro
Entre mis pasos de fuego




Esta burda imitación de santos del pasado
Esta cucaracha buscando un poco de luz
Quedó embriagada, confundida, estúpida
Ante su nueva diosa

Mi amor, ¿a dónde quieres ir?
¿Qué puerto espera el navío de tus anhelos?
Ya que tus ojos no mienten, preciosa
Ni tu trémulo cuerpo ante mi tacto

Si pudiera entregarte ahora mismo la felicidad
Lo haría sin dudar
Con tal de que me dejes entrar
Al recóndito espacio de tu vientre

Y sentirme verdaderamente hombre
Haciendo brotar de tus labios y senos
Un verdadero jardín delicioso
Que no me cansaré de regar

He de bregar, entonces, en el campo de batalla de tu cuerpo
Y de tu mente, para llegar a conquistar tu corazón
Dulzura, ¿sientes el temblor de mis ejércitos
que se lanzan sin miedo a devorarte?

Por eso he de alabarte
Sorbiendo tu dulzura
Mientras tu alma me entrega el santo grial
De la inmortalidad


APUNTES DE SERVILLETA PARA LA HUMANIDAD

Mensaje

Nadie jamás puede estar autorizado a sermonearnos acerca de nuestra vida. En el supuesto que seamos adultos con dos dedos de frente y sin camisa de fuerza. La fiera resistencia a prestar oídos a toda crítica, censura u observación es un rasgo común en todos… y, el que lo niegue, ¡no estaría sino afirmándolo en sus actos!

Nos resistimos y rebelamos constantemente en contra de todo, pero más en contra de nosotros mismos: he ahí el quid de la cuestión. ¿Cuál es el sentido, entonces de intentar hacer llegar vacuas palabras cuando estamos tan inmersos, subsumidos y avasallados en nuestros propios problemas? Como dice mi hermano Pablo: “Cada cual cree que su problema es el más grave del mundo”. Imposible escuchar siquiera monosílabos si no bajamos el volumen de nuestros pensamientos, prejuicios y preconceptos.

En este contexto, quizá sería posible atender a lo que los ángeles (haciendo uso de su etimología original) vienen a decir. No que se deba tener alas o vestir piel de camello para estar capacitados a eso de: “He aquí, yo envío mi mensajero…”, etc. O sea, si algo o alguien (llámesele Dios o como se quiera) intenta decirnos algo, ¿no deberíamos prestar atención a ese mensaje? No que otros ya lo hayan hecho, o que se deban aprender lenguas, no; los receptores y el mensaje podrán o no cambiar a través del tiempo. Lo cierto es que ahora, concretamente nos toca a nosotros descifrar la cuestión fundamental.

Puesto que ésta existe, ineluctablemente. Ni aun el que niega toda concepción de “Inteligencia Superior”, “Poder Supremo”, etc; considerándolo todo como producto del azar, podría negar que existe “algo”, borroso, indefinido, pero que se trata en las ciencias filosóficas: una “cuestión” peliaguda, pero presente, existente. Y aunque lo negase, ¿no sería raro y sospechoso que “simplemente no haya nada”, quedando el misterio doblemente concretado en la “inexistencia de una cuestión fundamental”?

Polémica a lado, es dado decir que “ese algo”, es lo que nos preocupa las neuronas. Ese algo es lo que nos neurotiza, nos hace comer las uñas y hace trizas toda esperanza de una vida en paz y sin preocupaciones. Y ese algo es lo que hace que nos desquiciemos cuando algo o alguien viene a interferir en nuestra vida pretendiendo sermonearnos la existencia.

Por tanto, volvemos a lo de que solamente nosotros mismos estamos autorizados y capacitados para descifrar este “mensaje” (configúrese como Cuestión Fundamental, Bien Supremo, Belleza, Tao, Reino de los Cielos, etc.), nadie más, nadie menos. Y para eso, es menester conocernos a nosotros mismos, como lo puso el barbudo feúcho. Ya que, ¿quién, en sus lúcidos cabales, ha de enojarse consigo mismo? ¿Quién podrá “rebelarse” o “resistirse” a sí mismo? ¡El que sepa esto que responda con sinceridad! Ciertamente que únicamente lo ha de hacer quien ha aplicado la autocrítica y el examen interior con el bisturí de la atención consciente.

Entonces, hemos de prestar atención, simplemente (o complicadamente) a nosotros mismos. Y he ahí que empieza lo interesante…

La revolución

La revolución ha sido enarbolada a través de la historia para cometer un sinfín de atrocidades. ¿Y en qué consiste, pues? ¿En el resquebrajamiento de las estructuras de poder, en el brusco cambio de administración política, en la masacre indiscriminada de uno u otro bando? Absolutamente no, por más que los libros de historia se empecinen en decir otra cosa. Ya que ésta, ciencia supuestamente cronológica, como se dice, ¿no termina siendo escrita por el “ganador”…? Totalmente.

Si hay algo que la humanidad posee en su haber a granel, son las conflagraciones. Las excusas esgrimidas son lo de menos, ¡puesto que el dolor se siente igual en cualquier “idioma” y la sangre corre con la misma “convicción” religiosa, política o filosófica! Concretamente, ¿sirvió de algo tanta violencia en nombre de la libertad o la justicia? Esta es mi interrogante. Si realmente vale algo la revolución empuñando armas o estandartes…

La experiencia lleva a acotar que, innegablemente se han hecho grandes avances en lo que concierne a libertades civiles y demás (o al menos en cierta cantidad de países), pero, tampoco se puede negar que, individuos como Gandhi o Martin Luther King han hecho avanzar en muy poco tiempo, lo que difícilmente se hubiera logrado con rabietas y griteríos en muchos años. Sí, porque, mirando retrospectivamente, nadie que investigue la vida de este tipo de personas puede dejar de admirarse o asombrarse ante la estatura humana de estos grandes; sin importar cómo tuvieron que abandonar este ingrato mundo…

Llego finalmente a lo que quería decir: la revolución, si es que existe tal cosa, sólo puede darse interiormente en cada ser humano, en cada corazón; siendo exteriormente manifestada como ahimsa o no-violencia, trastocada por momentos en “furia de la verdad”, que sería la manifestación humana de la “ira de Dios” tan cacareada por el medioevo.

Por eso es importante recordar, que ni aun el Mahatma, pudo hacer a otros llevar a la práctica su pilar principal, o sea: que no pudo aplicar la no-violencia en masa, fracasando estrepitosamente con el costo de muchas vidas. No que se le endilgue a él la falta, sino a la estúpida muchedumbre que no obedeció y que cedió a la violencia, terminando masacrada.

Así es como, por más paradójico que sea, la revolución de las masas inicia en el corazón individual de cada uno. No-violencia, fuerza de la verdad (satyagraha, como el movimiento de Gandhi) y paz (no olvidando jamás lo que el Mahatma dijo: No hay caminos para la paz, la paz es el camino). Cualquier persona o grupo de personas que carezca de uno de estos elementos, o los tenga en desequilibrio corre el serio riesgo de ser exterminada por las hordas sedientas de sangre del mundo. ¡Ojalá pueda tener la suerte del Mahatma de recordarle a Dios en su último segundo!

Conflicto

Lo voy a decir sin más prolegómenos: el ser humano se define en el conflicto. Es así de simple. Así como los metales, purificados en las más altas temperaturas; así como las aguas, depuradas por el más estricto proceso; nosotros, cual arcilla pronta a ser moldeada, nos plasmamos en el mundo. Literalmente: nos construimos a nosotros mismos.

¿Por qué negarlo? ¿Por qué seguir alienados, escondidos en cuevas de falsas seguridades? Construyendo ciudadelas con metálicos ladrillos de justificaciones, castillos inexpugnables de prejuicios y torres de babel de estructuras mentales que suben hacia cielos borrosos y absurdos. El ego tan sensible… corriendo hacia las sombras de la molicie, hurgando en la tierra putrefacta de la falsedad para alimentarse con un poco de hipocresía… ¡Qué animalito más asqueroso y rastrero el que nos empecinamos en mantener bien gordo y mimado!

¡Que salga, pues, afuera y sea desmenuzado y cercenado por la verdad! Hay que comprenderlo ya mismo: hemos nacido para enfrentar, para contender. No hay vueltas que dar.

Comprender esto es terriblemente liberador. Terrible porque nos prepara para lo que viene y liberador porque la lucha fútil se terminó. ¡Todo confrontación que se haga luego de este punto levanta interés en un banco completamente desconocido, en el cual nos es imposible conocer nuestro crédito! O sea (y no que quiera hacer propaganda turística de regiones de “ultratumba”), que nuestros esfuerzos, se dirigen unívocamente a un mismo objetivo, por más borroso que parezca el panorama. La experiencia del que sabe esto es suficiente prueba.

Evidentemente, lo que quiero significar con “conflicto” no es lo mismo a lo que se refería J. Krishnamurti con la misma palabra. Hemos de saber que él hablaba desde otro plano, desde otro contexto. Lo que implicamos nosotros es que, sabiendo de antemano que la tribulación es el medio que destruye nuestras “estructuras obsoletas” (como lo pondría mi padre), hemos de ofrecer alegremente el ego para su sangriento sacrificio. O sea que, en plena relación con los demás, dejar de lado intereses propios e intentar de buena fe, resolver los problemas y pruebas que nos son dados en la vida.

Por eso hay que echar raíces inamovibles en la verdad, plantarse verdaderamente en la vida, lanzarse a la batalla. Puesto que si Mahoma no va a la montaña, ¡la montaña irá a él! Es ineludible, realmente. Muchos piensan que pueden descansar tranquilamente al margen, hacerse a un lado y dejar que los demás luchen en el mundo mientras ellos “toman tereré”, pero, no es así.

Entonces, ¿se debe temer? Absolutamente no. Dios aprieta, pero no ahorca, dicen, y tienen razón. Cada cosa en su momento, y cada momento en su lugar, lo que hemos de hacer nos será dado a cada instante, en la medida justa y exacta.

Porque vamos todos los días a trabajar, y siempre van a haber cosas que hacer.

De la fuerza de la verdad

Es verdaderamente difícil juzgar acertadamente a una persona. De ahí la exhortación: “Juzgad con rectitud”. El verdadero genio de Gandhi, no consistió en aferrarse a toda costa a la verdad, sino en combinarla con la no-violencia. Porque la fuerza de la verdad (satyagraha) es verdaderamente irresistible.

De hecho, en millones de seres humanos, el mecanismo de la mentira opera de manera tan automática, que ya les es indistinguible lo veraz de lo falso. Y esta confusión nos tiene en perpetua zozobra e indolencia ante la problemática mundial. Ahora: no es sino cuando la injusticia nos toca personalmente, de manera concreta, directa y particular, que somos capaces de ver su envergadura real. Ya que, mientras vivamos en la seguridad de un ego intocable, nada pareciera molestarnos. Ahí vendrá a jugar la verdad un papel primordial: el de exprimirnos las mentiras de nuestra existencia, dejándonos hechos trizas.

Sólo que son muy pocos los que conocen esta ley natural de decir siempre la verdad; la mayoría nos damos cuenta solamente cuando nos toca lidiar con una mentira que nos aplasta (ser acusados falsamente, ser víctimas de corrupción, de delitos o crímenes que queden impunes, ser traicionados en nuestra buena fe, etc.). Pero cuando se instala esta ley en nosotros, un fuego descontrolado explosiona desde dentro, pretendiendo enmendar el mundo todo. Es una terrible sensación que no puede describirse fácilmente y que, en distintas gradaciones, suele dejar hasta secuelas patológicas en los que la padecen. Sólo que es un claro indicio de un renacimiento espiritual en la persona.

Esta desmesurada indignación y furia que surgen de la mentira manifestada en el daño específico a nuestra persona, genera ingentes cantidades de energía que, si no están bajo control, se exterioriza en violencia pura, cruda y brutal. Quizás eso de: “Dies irae...” no estaba tan lejos de esto.

Ahí es cuando entra la ahimsa o no-violencia, definida por el Mahatma como: “Evitar dañar cualquier criatura viviente en obras o pensamiento”, viene a parar. Ya que, si bien, la fuerza de la verdad es arrolladora, no tendría sentido emplear la violencia para imponerla, puesto que esto implicaría avasallar y fulminar a los demás, cosa que generalmente hacen los mentirosos. Sólo que las masas difícilmente comprendan estos principios, como Gandhi mismo pudo comprobar.

Por tanto, lo ideal sería descubrir la verdad e intentar practicarla asiduamente, sin pretender imponerla a los demás; luchar por la justicia hasta el razonable límite de nuestras capacidades físicas y mentales. Ya que nadie por sí solo cambió el mundo, y esto se comprueba fácilmente por el hecho de que éste no anda tan bien que digamos.

Lo que sí podemos hacer es cambiarnos a nosotros mismos a través de las enseñanzas de personas como Gandhi: practicando satya y ahimsa (la verdad sin violencia) por el resto de nuestras vidas.

De la misericordia

Una de las cosas más estúpidas que puede hacer el ser humano es contender con la verdad. Porque, de una u otra manera, ella triunfa, para delicia de los buenos. Su victoria, asegurada desde el inicio, simplemente va desdoblándose en el espacio-tiempo para que sea inteligible a nuestras mentes, incapaces de verla en su esplendorosa infinitud.

Arjuna siente el gran peso de la duda al ver a tíos, primos y amigos en el campo Kurukshetra. ¿Cómo sería posible que se le exija luchar en contra de los que le enseñaron a luchar? Sólo que era parte de su deber y obligación, tanto mundana como espiritual. Porque la lucha en contra de uno mismo hace infinitas bajas en los deseos, alejando hasta a nuestros queridos, que, decepcionados y enojados nos muestran, desdeñosos, la espalda.

Esto es así porque, en la lucha por la verdad, vamos purificándonos de todo lo que no sea ella; y habiendo mucha impureza en nosotros mismos, hemos de ser “fritados” en la paila del mundo con el duro aceite de las pruebas y juicios que, hipotéticamente, deberían quemarnos el tuétano. Pero no lo hace para muchos, debido a que arrojan la toalla.

Por tanto es inevitable la confrontación, el conflicto, los “altercados y malentendidos”. Y las heridas serán agrias y dolorosas, las propias y las infringidas en los demás. Es la paradoja del dolor que el buda mismo encarnó (que para ir en busca de la cura definitiva para el dolor, él mismo tuvo que crear dolor en sus seres queridos, a quienes abandonó para acometer la mencionada búsqueda) y que todo buscador de la verdad ha de hollar en sus senderos: ¡Debemos luchar contra las mismas personas que queremos salvar! No que seamos mesías, no (puesto que no somos ni los perros de los sabios), pero, ¡ay!, ¡cuánta luz necesita el mundo!

El papel de la misericordia (miserere-corde), se hace evidente en esta lucha, como una constante en el comportamiento del que cosecha victorias en el campo de la verdad. Porque los mentirosos son intransigentes y terribles en sus fechorías; pero, el poder de la verdad, es lo más fulminante que hay: no deja cabeza sobre cuello. Esta es la gran diferencia entre las “ovejas” y los “lobos” a quienes se refería el que dijo: “Os envío como ovejas en medio de lobos”. De no ser así, los ladrones, los corruptos, los delincuentes serían indistinguibles de los justos, los sabios y santos. El que ha adelantado pasos en la justicia divina sabe a lo que me refiero.

Empero, la misericordia que debemos mostrar con estos lobos heridos, hienas agonizantes, cuervos moribundos, jamás se debe guiar por una sensiblería repentina, no. Puesto que el ser humano se destaca en el fingir; además, de que: ¡qué potente es el contraataque, con redobladas fuerzas, del inicuo repuesto! Para decidir si hemos de soltar el pesado martillo del castigo justo sobre estos personajes, baste un intuitivo análisis de su naturaleza: si lo merece o no. Puesto que el que no prosigue sus asuntos por miedo, pereza o falta de fe (o lo que fuere), es como si nunca hubiese emprendido la lucha. ¡Sería como hacer trizas una planta por no habernos dado sus frutos cuando lo esperábamos!

Es realmente penoso y paradojal el hecho de tener que luchar con la gente para poder ayudarles; pero si no hubiese inicuos, no habrían santos, y si no se campanease la corrupción en el mundo, ¿cómo podríamos forjarnos en el agridulce fuego de la tribulación? Por lo demás, el gran juez hará llover las sentencias, sellando las bocas a toda réplica haciendo que, como diría Mahoma, “nuestras propias manos y pies testifiquen” en nuestra contra, de todo lo que hemos hecho; por ahora baste dejar bien claro que en nuestro pecho no tendrá jamás cabida la mentira.

Del afán de tener

Casas, autos, trabajos bien redituados, fama, dinero, manjares, cariño humano, etc. Muchos seres humanos luchan afanosamente por conseguir, aunque sea migajas de estos ladrillos con los que construimos la ciudadela de nuestro ego. Lo que el mundo generalmente tiene en alta estima y por lo que pelea encarnizadamente es todo lo que proporciona un aparente y confortable resguardo: una falsa seguridad.

¿Y en qué consiste esto? En el insustancial espejismo de la supuesta felicidad que generan estos “bienes”. Pero, más allá de las apariencias, lo que realmente buscamos es una obnubilación y una alienación de nosotros mismos. Un frenético deambular, una cruzada por el mundo con nuestras agendas rebosando, un sinfín de actividades que no son sino futilidad. El horror de enfrentarse a uno mismo es difícilmente soportable para la mayoría: la angustia del vivir verdaderamente es un castigo peor que la muerte.

Nuestra mente divaga como dirigida por tambores de guerra, babeamos por las vidrieras deseando saciar nuestro abismo sin fondo de consumismo, buscamos controlar, subyugar y destrozar el pensamiento de los demás y avasallarlos; pretendemos erigirnos en arquetipos máximos y eternos de belleza física, moral, intelectual, cinismo, desprecio o rebelión; nos prostituimos desvergonzadamente por un poco de atención, en los diarios, en la tele, en las revistas; nos arrastramos penosa y obsesivamente por sexo; atacamos sin razón todo lo que, siquiera de manera sutil, va en contra de nuestros prejuicios y estructuras mentales; etc, etc, etc, etc.

La guerra de los mundos, para pesar de Wells, no consiste en tan sólo la escaramuza de dos planetas, sino en el incesante fragor de los billones de planetas mentales de seres humanos. Bajas de depresión devastadora aquí y allá, egos heridos y rabiados momentáneamente, odios frenéticos a toda carga, francotiradores de estafadores esperando a atacar, soldados de charlatanes ametralladoras, bazucas de insultos: ¡nadie sale vivo de acá! Excepto el que se resguarde en su búnker de poder, en la torre de su alta posición, en la atalaya de su fama, en el fuerte de su trabajo “estable”, etc.

En verdad, el pobre soldado raso con su vida como único bien, nada teme sino perderla, y su caída no será tan estrepitosa como la de los otros. Todo está para destruirse en esta guerra, y nadie con dos dedos de frente va a abrir su negocio en tierra de calamidad. La falsa seguridad es un serio impedimento para el aspirante espiritual porque le ciega y le hace dormir en un sopor altamente venenoso. El dar por sentado cualquier cosa en este mundo es una gran tontería que la tumultosa multitud de privilegiados (la que pisotea a la ingente masa sufriente) practica diariamente. ¡Cuánto dolor ha de caer sobre sus cabezas cuando sus migajitas les sean arrebatadas!

El que nada tiene que perder, nada teme. Porque el que renuncia a sus posesiones, adquiere el universo todo. La apropiación y toda forma de tenencia de cualquier tipo de bien, corroe el alma del que no entiende el verdadero significado de estas cuestiones. Si nuestro propio cuerpo somos incapaces de controlar, ¡cuánto menos los objetos ajenos a “nosotros”!

Si tan sólo pudiésemos parar por un momento y observar el jardín, masticar cada bocado, mesurar cada respiración, ralentizar cada paso, estar atentos al más leve movimiento de nuestra mente o del mundo…

Del empeño que se debe poner en luchar en contra de la injusticia

Lo mejor sería que siempre aboguemos por lo justo, por lo que corresponde, por lo apropiado, por lo correcto. Pero casi nunca es así. La dura condición para que la mayoría de nosotros persiga la justicia es que nos toque personalmente lo opuesto a ella; antes de eso, el llanto de los vecinos o compatriotas no será sino ruido molestoso.

Esta indiferencia surge del egoísmo inherente del ser humano, que busca, antes que nada, su propio bienestar, su propio contentamiento antes que el de los demás. Por tanto una fuerte cachetada de corrupción en nuestra cara, hace que abramos los ojos y veamos cómo el mundo sucumbe ante las fechorías de los deshonestos y mentirosos. ¡Cuán vasta y extensa es la horda de los hambrientos y sedientos de justicia, que vagan inciertos, desposeídos de paz, buscando alguna concreción de sus esperanzas: su único alimento!

Por tanto, son dos batallas: la interior y la exterior. La primera difícil, sutil imperceptible y secreta, cuya recompensa es la perenne paz; la segunda ruidosa, evidente, sencilla, con gloria, vítores y fama esperando al que la lleva a buen término.

Así es que es más tentador que para el alcohólico su bebida, este embriagador y embotador renombre y aplauso; este ser considerados justos, buenos, correctos; este ser mirados con admiración y encomio por nuestros coetáneos (por ser perseguidos por los poderosos); pero no es una muestra definitiva de que nuestras labores se dirigen a buen puerto.

De ahí que la justicia (o cualquier cosa buena), se busque y persiga principalmente en el interior, en lo profundo; y no sólo en códigos, leyes o tratados. La recompensa de intensificar esta búsqueda secreta, quizá sea mejor no difundirla a gritos como los chismes de farándula: ¡El que esté lo suficientemente interesado en el tema, que lo consiga por su propia cuenta y que diga si miento!

Porque si la voluntad es de servir y la brújula del discernimiento apunta al norte de la verdad, hemos de vislumbrar los pliegues de la toga de la señora justicia, que, aunque ella no nos vea, hemos de regocijarnos nosotros en su visión. Ella es a cada segundo, a cada momento: no sólo al dictar sentencia. Pero requiere ingentes sacrificios. La justicia requiere que purguemos nuestra injusticia para siquiera saber lo que ella es. Y al hacer estas ofrendas (insignificantes al principio, enormes luego), veremos mejor a través de libros de derecho y equidades, hacia lo concreto, específico, terrible e inequívoco foro de justicia divina: implacable y perfecta.

La prioridad está, por tanto, señalada. Los vaivenes de la opinión de los demás, de la popularidad, de los poderíos son como brisa fresca para el que está inmerso en el fragor explosivo de la observación interior. Es cierto, se han de deslizar uno o dos errores, aquí y allá en el trajinar cotidiano: pero al menos hemos de conocerlos para poder enmendarlos; acercándonos continuamente, paso a paso, a esa ciega dama, que, aunque no sepa cómo nuestro rostro es o cuáles son nuestros vestidos, nos estará sonriendo en bienvenida…

Del margen de hacer lo correcto

Todo ser humano tiene la capacidad de reconocer claramente el bien del mal, y la obligación y potestad de elegir lo bueno. El discernimiento es dado en la medida en que sabemos utilizarlo, pero, el margen absoluto y categórico es la clara distinción entre ambas sendas: lo correcto o lo incorrecto.

Si esto no fuese así, toda religión, filosofía o esfuerzo o intento de detener la entropía sería fútil y hasta despreciable: pero no lo es. El motivo principal de la venida del ser humano en este lugar es precisamente hacer el bien, lo correcto; pero para eso primero debe saber qué es.

Hay gradaciones y escalas, claro, pero las ambivalencias y dualidades (es una convención, pues puede hablarse de tríadas, como la concepción hinduista de las gunas, etc.) impregnan y saturan el universo todo. Porque el discernimiento impone una elección voluntaria, desde la niñez, entre estos dos caminos; una elección que no se acaba con el último aliento. Sólo que, si no es conscientemente evaluada, con el correr de los años, se vuelve difusa y borrosa, difícil e imperceptible: pero está, siempre está.

Por eso es de suma importancia enseñar a los jóvenes con el ejemplo, ya que si crecen sin guía, llegan a tener sus escalas de valores tan torcida que piensan que lo malo está bien, y aun: lucharán ferozmente, justificados y convencidos, para defender la maldad. Ya que, el hábito hace que la mente descanse plácidamente en estructuras que damos por sentadas son ciertas, estructuras erigidas en la inconsciencia y sin la práctica adecuada de la atención y el discernimiento.

Pero quizás el discernimiento de lo bueno no es tan difícil como la voluntad y la determinación requeridas para hacerlo. ¡Cuán pocos son los que se lanzan a cumplir lo justo sin hesitación alguna! La mayoría nos quedamos en las trincheras midiendo el daño que nos ocasionará arrojarnos a la lucha por el bien. Son gradaciones. Lo importante es ejercitar el discernimiento de lo correcto; ya que, como toda persona sociable sabe: aunque algunas veces obremos con buenas intenciones, por circunstancias ajenas a nuestro control, resulta ser que surge un daño enorme debido a algo que dijimos o hicimos.

Como dice mi padre: “No hay que perder la capacidad de indignarse ante la injusticia”, y el maestro: “Ancho es al camino que lleva a la perdición”. El facilismo tiende hamacas de seda plácidas que no son sino redes de acero que causan dolor. Es cierto, buscamos la comodidad naturalmente, lo fácil, pero la evolución se da en el fragor, en las pruebas que nos lanza la vida. Es el shock nervioso que causan estas tribulaciones lo que destruye nuestras estructuras mentales obsoletas (prejuicios, preconceptos, dogmas, etc.), capacitándonos una expansión de conciencia que, de saber cómo aprovecharla, ha de permitirnos hacer un mayor bien al mundo y a los demás.

Finalmente, hay que saber que la tarea bien realizada, la conciencia limpia, el obrar desinteresado, humilde, consciente y alegre, son un tónico delicioso para la sufriente humanidad. Ya que, si no vinimos a hacer lo correcto, ¿para qué vinimos?

De los grupos

Los partidos políticos, religiones organizadas, facciones militares y diversas otras asociaciones, colectividades, denominaciones y agrupaciones por ideología, raza, creencias o lo que fuere, están destinadas al irremisible fracaso. Suponiendo que tengan como objetivo un bien, habrán de lograr “momentáneas” victorias, eludiendo la final palma, quedando pírricamente decepcionados y desilusionados la mayoría de las veces.

Los fascistas deberían ser todos extremistas a ultranza, los comunistas grandes compartidores, los religiosos todos píos, los democráticos baluartes de conciencia política autocrítica (o al menos, el 51% de ellos, como bien lo observara Sarkar), pero esto nunca sucede. Por ejemplo, un grupo humano que persiga un fin honesto, tendría que tener al cien por ciento de sus integrantes rebosantes en aquella virtud, o, teóricamente debería expulsar inmediatamente al miembro que ha fallado en esta cualidad. Pero esto es casi imposible aplicar debido a imperfecciones inherentes en el ser humano; además de que, como dice el jurista romano: “Una excesiva rigurosidad en la aplicación de las leyes es una forma de injusticia”.

Vemos entonces que, elementos internos del grupo mismo, atentan contra su propia existencia. Un solo deshonesto, un solo rebelde, un solo capitalista, un solo herético, un solo anarquista, etc. Aunque se podría argüir que estos elementos “fraccionan” o crean nuevos grupos con su disidencia, pero esto sería espiralarse ad infinitum, puesto que no pueden haber tantos grupos como ideologías y pensamientos individuales; ya que, hasta los más “leales” individuos tienen secretas objeciones para con su colectividad. Esto es así por el omnipresente deseo de prevalecer sobre los demás e imponerles nuestros pensamientos.

En realidad, no existe tal cosa como un grupo, en el sentido comúnmente entendido. Sino una simple suma de individualidades queriendo atribuirse poder, que ha de dividirse dependiendo del sistema de distribución. Sólo que el egoísmo llueve redes que hacen inviable toda forma de organización que logre la construcción de los utópicos castillos que nuestros soñadores han imaginado desde la antigüedad. Ni los reyes filósofos de Platón, ni los gobernantes desconocidos de Lao Tsé han de solucionar nada (¡y vaya que este sapientísimo chino entendía del tema!). Aun siendo posible la concreción del gobierno perfecto, la Felicidad Definitiva estaría vedada trágicamente a la humanidad; y esto es desdicha perpetua.

Por tanto, un grupo nada hace sin individuos que funcionen adecuadamente; y un individuo que pugne por lo correcto, siempre logra victorias aunque se enfrente a todos los grupos existentes. Ahora: si ni todas las utopías superpuestas logran nada sin la Felicidad Definitiva, ¿lograría ésta algo en el más bajo infierno?

¡Que dé un paso al frente la persona o grupo de personas si conocen la respuesta!

Acerca del poder y del deber

Empecemos, primeramente por diferenciar las personas que buscan las exterioridades, los cargos, los grandes puestos, la remuneración pecuniaria, los beneficios económicos; de las que apuntan a los recursos humanos, a la calidad de la persona tanto profesionalmente como en lo moral y ético, a la honesta y madura disposición de “perder” en un negocio con tal de hacer lo justo. Puesto que es difícil encontrar alguien que obre de buena fe, alguien que renuncie a beneficios personales, que sea desinteresado, altruista y sacrificado. Indudablemente, nadie acudiría a otro si no fuese porque quisiese o necesitase algo, porque lo que hace girar el mundo por su eje inclinado, indudablemente es la aspiración.

Pero la ambición es destructora y cegadora, aunque mueva a las multitudes, aunque lubrique los engranajes de la sociedad. Además: no hay garantías de que el poder no corrompa, aun cuando no lo queramos. Por tanto, ¿qué hacer? Indudablemente el ser humano guiado por la rectitud, cumple con su deber; y los que no, abusan de su poder, por muy poco que lo tengan… si lo tienen.

EL IGNORANTE CONFUNDE SU PERSONA CON SU CARGO; y no es para menos, puesto que se les confiere excesiva importancia y enfermiza atención. Pero el morbo de los medios de prensa, propaganda y comunicación por el escándalo; el omnipresente afán de notoriedad, si bien son ingredientes importantes en la sopa, la ignorancia, constituye su principal especia. Puesto que el mediocre no tiene méritos en sí mismo, el rodearse de asistentes, de atención y poder, le deja bizco y borracho de locura, haciéndole mezclar su personalidad con los poderes y atribuciones que el cargo tiene en sí. No que no sean compatibles y hasta queridos, hasta cierto punto; pero convencerse y creer que uno es, en sí y por sí mismo, lo que el cargo designa; esto es, tomar las facultades otorgadas por cualidades propias, es el craso error del necio.

Hete ahí las arbitrariedades y atropellos. Esto es sin mencionar que en medios especialmente retrasados (como el nuestro, cuya forma de gobierno es la cleptocracia en su forma más pura) el cargo y la persona son una caótica mezcolanza y se convierte en un puesto de comando para las tropelías más bochornosas imaginables… todo por nuestra ignorancia.

Por tanto, si considerásemos siempre, que lo único que tenemos que hacer es cumplir con nuestro deber, que significa ayudar a los demás de manera desinteresada, jamás se ha de caer en arbitrariedad. Sólo que, siendo falibles, y aún más los líderes, el admitir el error de manera oportuna y contrita, da pie a que dejemos lugar a que la justicia clave su espada, especialmente en nuestro pecho, de merecerlo. Esa es la verdadera prueba de los Asokas, de los Marco Aurelios.

Que recuerde, entonces, el que quisiere seguir el camino de la rectitud dentro de la pedregosa arena de la administración: no importa cuán recto, sabio, sacrificado y honesto seamos; siempre el más bajo y vil hombre de la multitud podrá lanzar alaridos e improperios contra nosotros; siendo urgente y necesario, según las instituciones jurídicas y políticas, el prestarle atención y oídos a sus quejas.

Que el que siga el recto sendero, haga mucho más que sólo eso.

EL AMOR VERDADERO

1
Tengo que convertirme en una fuente de amor. Un verdadero oasis de donde mane siempre cariño y afecto a quienes acudan a él. Debo sobreponerme a toda costa, a cualquier precio: debo superar todas las pruebas. No importa lo que se me lance, piedras, insultos, garrotazos, montañas enteras: voy a soportarlo.

El mundo entero rechaza mi amor. Dios mismo hoy rechazó mi amor. Puesto que lloré y recé... pero nada. Debo ser mayor incluso que Dios. Él quizá no escuche mis súplicas, pero mi amor va a prevalecer. Va a crecer, abarcando, alguna vez, todo lo que existe.

Pero para eso, hay que desapegarse. Del mundo, de Dios, de todo. Hay que desapegarse de todo menos del amor. Este amor va a permanecer. Lo sé. Va a derrumbar todos mis miedos e imperfecciones, mis dudas y confusiones. Eso es el amor: eternidad.

Ciertamente que aun los santos dudan de Dios, pero ése no va a ser un problema para mí. Puesto que hoy mismo he de olvidar a este cruel Dios. Sí, así es. Mi nuevo y verdadero Dios va a ser el amor. Amor que pueda dar y sentir, regalar y sufrir, comprender y vivir.

Ya no quiero nada sino amor: ésta es mi salvación. Que los demás corran tras sus dioses y demás tonterías, yo he de aferrarme a mi amor a toda costa.

¡Y he de triunfar! Es sólo una cuestión de tiempo.

Sí, va a llegar el día en que Jesús mismo, o Dios mismo venga a pedirme que abra algún templo, funde alguna organización, pero eso no va a pasar jamás. ¡Ellos se creen en posesión exclusiva de este amor infinito! Y ya he soñado con todos los dioses, sabios, y santos habidos y por haber, ya hubo bastante de esas baratijas de mercado. No más mendigar sueñitos o visiones, no. Sólo la práctica y la recordación de este amor supremo. Nada más. ¡Van a tener que rogar mucho para que ceda cuando vean que soy esa fuente, ese oasis! Van a rogar así como yo les rogué. Sí, Dios mismo ha de arrodillarse ante este amor, ¡si es que quiere beber de él!

2
No más miedos, no más confusiones, no más dudas. Es cierto que no hay control total sobre el cuerpo o la mente, pero con paciencia, será todo cada vez más fácil. Los sustos, los segundos pensamientos, los llantos, todo eso puede quedar, si hace falta: lo importante es la capacidad de reponerse, y la rapidez en levantarse.

Hasta el mismo núcleo del cerebro va a ser rellenado con este amor, es inevitable. Todo puede pudrirse, claro, excepto esto. Sé que es así. Y no necesito ningún Dios, ningún sueño, ninguna visión o voz en mi cabeza que me diga que es cierto. El amor va a triunfar, y yo voy a ser el portaestandarte.

¡Qué asqueroso es el mundo de los hombres! Devorándose los unos a los otros, sufriendo y llorando, muriendo como moscas, dolor sin fin. ¡Son tan miserables, mugrientos, llenos de odio y codicia! Carecen totalmente de amor. Creyendo que controlando, mandando, ordenando, amenazando, coaccionando van a lograr algo. Y aun, ¡sus corazones son tan puros! Tan sólo necesitan una gota de amor, ¡y ahí la cosa cambia! ¡Ahí se prosternan ante uno, te juran lealtades, se lanzan a la batalla sin temor! Pero todo es para futilidad, puesto que todo ello lo hacen pensando en que uno es importante, valioso: y no es así. Es el amor en uno lo que idolatran, veneran, adoran. Y el que tiene este amor, ¿querrá acaso esas ruidosas “pruebas de amor”? ¡Claro que no!

Sé que tengo este amor, nada me falta. Por eso digo que no voy a fundar nada, crear nada. Este amor no se encuentra en organización, iglesia, templo, casa o patio alguno; este amor se encuentra en el corazón, y solamente en el corazón. Ahora: tóquense el pecho, escuchen y sientan, ¿qué hay allí dentro?

3
Antes de que hubiere cosa alguna, existía el amor. Entonces, de sí, por sí y para sí, fueron creadas todas las cosas, como manifestaciones de este amor. Y eso continúa hoy, para que se sepa esta verdad. Y si algún día, se decidiese terminar todo, ponerle fin a la creación, va a ser un acto de amor, para que todo sea reabsorbido y consumado en él.

Por eso la afirmación “Dios es amor” no es una ecuación, ni lo va a ser jamás, puesto que es errada. En realidad, Dios es inferior al amor, en la medida en que una hormiga es inferior al planeta Júpiter. El amor es lo más grande que hay, es superior a todo este mundo, puesto que puede abarcarlo, y al sistema solar, y a la Vía Láctea, y al cúmulo galáctico, y al universo... en fin.

Es así como no es necesario que venga ningún “espíritu” de ninguna clase para que infunda el amor, puesto que no puede haber ni Dios ni espíritu sin amor; ya que el amor hace que esas cosas existan y obren. Este amor es la medida de todo, lo absoluto, lo total, lo que confiere la plenitud, que hace trizas todo, excepto a sí mismo.

Ya que lo que el mundo necesita es más amor, infinitamente más amor, nada más. Eso es todo lo que hace falta: lo único. Ni el conocimiento, ni el poder, ni la plata, ni el cariño ordinario, ni los placeres, ni la paz ni los otros dones espirituales hacen falta: sólo el amor es necesario. Claro, es evidente que un siquiatra necesita de conocimientos técnicos para diagnosticar y recetar medicamentos, pero, cuando se experimenta en carne propia que toda enfermedad, aflicción, tristeza o sufrimiento es por falta de amor, ¿qué más queda por hacer sino amar? Evidentemente un arquitecto no puede construir una casa sin su pericia, pero, si carece de amor, ¿valdrá la pena el emprendimiento?

Esta convicción no se puede otorgar a nadie. Y en los ojos claramente se ve si alguien carece o esparce este amor, no importa. Uno mismo se sacrifica alegremente por todo ello. Ya que todo podrá o no desaparecer, pero este amor jamás va a desaparecer. Este amor va a continuar, va a seguir, sin preocuparse de lo que habrá de venir.

4
Experimenté lo que experimentó Paramahansa Yogananda: el samadhi. Experimenté lo que experimentó J. Krishnamurti: la atención sin opciones. Experimenté lo que experimentó Ramana Maharishi: el Yo-yo. Experimenté lo que experimentó U.G. Krishnamurti: la rebelión verdadera. Experimenté lo que experimentó Sai Baba: el desapego total y la capacidad de hacer milagros. Experimenté lo que experimentó Sócrates y Emiliano: escuchar la voz de Dios. Experimenté lo que experimentó Jesús: una relación de igual a igual con Dios, con Papá. Experimenté todo eso y más, he escuchado voces, he tenido sueños, he visto visiones, he obrado milagros, he hecho y sentido todo eso: pero nunca había experimentado este amor.

¡Ahora me doy cuenta de todo! ¿Por qué es que con mi infinita ignorancia puedo sonreírme de los misterios? “¿De dónde surgió todo? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos?” ¡Amor, amigos, amor! Eso es todo lo que necesito saber: nada más. Se acabaron las experiencias para mí, el sollozo por bagatelas, las súplicas al Dios cruel. He encontrado el propósito de mi vida, y de la vida, si es que puedo decirlo. Lo sé. Tan acabadamente lo sé que ni aunque todo el mundo se aliase en mi contra podrá disuadirme. Es así.

Por eso se acabaron las experiencias para mí, el querer imitar a los santos del pasado. ¡No hay nada que imitar ni que hacer! ¡Solamente se puede amar! No voy a equivocarme nunca más. Claro, el alcohólico puede decirme que su vicio es mejor que el mío, pero, yo le responderé: “Amigo, puede que tengas razón. Pero tu embriaguez dura sólo un día, y la resaca te golpea luego. ¡Pero esta borrachera dura toda la vida, y el dolor del día siguiente irá más allá de la eternidad!”.

Y no me creo mejor que nadie, no. Sé que soy el peor de los mortales, el más malo, el odiado. ¡Esto no es falsa modestia! Lo sé porque otros me lo han dicho y por constatación interior. Y eso bien puede no cambiar jamás, y quizá ni siquiera esté en mis manos. Pero a este amor no lo voy a dejar ir así como así. ¡Me voy a aferrar con toda mi vida a él! Y nadie, nadie podrá hacerme cambiar, lo juro. Esto es eternidad. ¡No quiero que imaginen algo místico o sobrenatural, no! Esto es tan cotidiano, tan ordinario, hasta vulgar... Pero una vulgaridad que perdona todo. Que perdona todo y más. Sí, mucho más.

No sé lo que me espera, y no me importa. He tenido experiencias en la vida, tanto carnales como espirituales: pero ya me harté de toda esa estupidez. Hoy no pido experimentar nada, sino lo que venga. ¡No puedo pedirle a Dios puesto que sé que él es inferior a esto! Y no tengo miedo de afirmar eso, ¡me consta personalmente! El amor es superior a Dios, lo sé. Y voy a demostrarlo.

5
¿Por qué los santos atraen hacia sí, como dijo Jesús, a toda la gente, a todo el mundo? Por lo extraordinario, lo maravilloso, lo espectacular. Ahora, mi pregunta es la siguiente: ¿Puede uno ser un santo desconocido? Sé que hay que abandonar todo, que nada me pertenece, ni mi cuerpo, ni mi mente, ni mis pensamientos. Y aun, veo que “tengo” cosas de las que me sirvo, como un auto, una casa, familia, amigos, etc. Ahora, si quisiese hacer una misión salvífica de mi vida, encomendarme y esforzarme a y por la humanidad, ¿no necesitaría acaso de cierta “infraestructura”? Ja ja, ¡claro que sí! Pero afortunadamente, ese no es mi caso.

Sé que debo alumbrar el cielo con mi amor, hacer estallar este mundo, lo sé. Ya nada me detendrá. Soy mi propia luz en la oscuridad, e ilumino el sendero, que soy yo mismo: ¡este es el verdadero amor! Este es el verdadero milagro.

Es cierto, las muchedumbres se agolpan ansiosas por observar los prodigios, pero, ¿qué es eso de obrar milagros? Es como un contrato, bilateral, en el cual uno dice: “Creo”, y el otro deberá responder: “También creo”, entonces, ¡pas!, ¡hecha está la cosa! El amor posibilita esto. Y cuando el amor se vuelve infinito, o infinitesimal, entonces “supera” la creencia del otro, convirtiéndose en un acto libre, volitivo, que requiere de tan sólo una voluntad para manifestarse. También es como un espejo, completo, pleno, en el cual algo se posa, ¡entonces ocurre el reflejo maravilloso! El espejo contiene la infinita capacidad de reflejar todo, pero sólo muestra una parte de esa gloria: la parte necesaria de acuerdo al tiempo y al lugar. Así es como quien tiene amor, es un espejo prístino y perfecto, que refleja lo limpio y lo sucio sin ser en sí mismo ni limpio ni sucio. Y cuando dos espejos se ponen frente a frente, ¿qué hay? Ja ja, ¡exactamente!

El milagro siempre es para los demás: no para uno mismo. Y siempre para hacer el bien solamente, nada más. Claro, se pueden obtener “poderes” por medios espurios y utilizarlos para el mal, pero esto no afecta al amor en lo más mínimo; es más, no hace sino redoblar los esfuerzos de los hombres para intentar lograr a toda costa este amor. Y ese esfuerzo, ese intento, siempre será bien recibido, sea un esfuerzo con buena voluntad, o con mala voluntad.

Así es que placer o dolor, ambos son amor, ya que ambos pueden ser experimentados con amor. Ese es el mayor de los milagros: permanecer en el amor pase lo que pase. Los prodigios y maravillas son cosas exteriores y pasajeras, como el día y la noche. Pero el amor de verdad, es como la eternidad.

6
¿Y qué pasa del amor romántico? ¿Qué pasa con esos flirteos, enamoramientos, rompimientos, infidelidades, casamientos, divorcios, engendramientos, abortos? ¿Qué se puede decir de todo eso? He descubierto que lo que mantiene unidas a las personas no es el amor, sino el odio, el miedo y el afán de dominio, posesión y disfrute de la otra persona, cual si fuera un objeto, una cosa. Me parte el alma decirlo, pero es la verdad. Y no puedo aconsejarle a nadie acerca de cuántas veces debe casarse, o cuántos esposos debe tener, o hasta cuánto debe aguantar, o lo que sea. Lo que sí puedo decir es que no hay nada que pueda hacer para evitar el sufrimiento, nada. No hay preparación alguna, estudio, oración o acción que le pueda “salvar” a uno del dolor. Y no me parece que sea tan malo, no. El amor convierte el dolor en gozo, convierte a la muerte en vida y a la vida en muerte. Con el agregado de que el perdón es lo fundamental: EL PERDÓN ES LA ESENCIA DEL AMOR.

Ante el mundo uno pudiera parecer un tonto, un pobre diablo, un estúpido: pero la realidad es bien otra. ¡He de engañar al mundo entero! Pero diciendo siempre la verdad, obrando con rectitud. NADIE PUEDE CONOCERME: nadie que no tenga ESTE AMOR. Y si lo llega a tener, ya no me conoce a mí, sino al amor mismo, lo cual es absurdamente espectacular.

Hay que perdonar y seguir perdonando, cada vez más. Eso es lo que puedo decir al respecto. Desde afuera es imposible ver el amor: hay que consubstanciarse con él. Así como en medio del oscuro bosque en donde hay una casita, que con su poca luz deshace la maraña de la noche, así también MI AMOR SOLO ES JUSTIFICACIÓN SUFICIENTE PARA TODO EL SUFRIMIENTO DEL MUNDO. Pero para comprenderme y a mi amor, es necesario entrar en esa casita, venir, tocar y escuchar. Porque desde el oscuro bosque no han de lograr absolutamente nada.

Otra cosa más: EL AMOR NO NECESARIAMENTE DEBE SER PUNTUAL. Hay que saber eso. Nunca es tarde para amar. La eternidad misma puede acabarse como las arenas del reloj, pero NUNCA, jamás, ES TARDE PARA EMPEZAR A AMAR Y PERDONAR. ¡Las puertas de la casita siempre van a estar abiertas, de día o de noche, para siempre! Y quien quiera ingresar a ella, sabe que será bienvenido.

7
Como los malabaristas de pelotitas, o de platos, CON EL AMOR SÓLO HACE FALTA DAR UN “TOQUECITO” A LAS COSAS, para que sigan su perfecto rumbo, sin preocuparse en demasía si saldrán bien o no. Evidentemente, la posibilidad de que resulten un desastre está también presente, pero ello es muy ínfimo en comparación a la tranquilidad de alma que se tiene al haber cumplido con el deber. Y este “deber” no es un deber en absoluto, sino una alegre “obligación” autoimpuesta, como la madre que se propone fielmente cuidar a su bebé.

Realmente, cuando se habla de “amor” todo el mundo es sonrisas, pero cuando se mencionan palabras como: “servicio”, “devoción”, “dedicación”, “sacrificios” (que es poner en práctica este amor), la gente sale corriendo despavorida, decepcionada. ¿Por qué? ¡Ja ja, ojalá lo entiendan! Nadie puede dar esta convicción, esta certeza, nadie. Se pueden leer toneladas de libros, escuchar horas y horas de historias, presenciar miles de milagros, pero nunca se podrá sentir esto, a excepción de que se esté preparado para hacerlo. Puesto que una aproximación exterior, una mera descripción, una ínfima noción, por más contundentes y reveladoras, nada son en comparación con SENTIRLO VERDADERAMENTE.

Ya que las gentes buscan una ley infalible, mágica, que funcione en cada caso y les haga salir victoriosos y triunfantes en todos los aspectos de su vida. Una norma fácil, accesible, que requiera el mínimo esfuerzo, que produzca resultados y sea aplicable en cada pequeño detalle, que sea practicable, con los ojos abiertos o cerrados, y que siempre rinda frutos sabrosos y agradables. Esa ley es LA LEY DEL AMOR. Y quien no la practique, nunca la conocerá. Pero quien la practica... ¡No necesita practicar nada más!

8
Desde el punto de vista del amor, todo tiene sentido. Y no es que de la nada surja una “fe”; sino que se va eliminando sistemáticamente toda duda mientras lentamente se revela nuestra verdadera naturaleza: la de seres, conscientes, bienaventurados, amantes. No obstante, el verdadero amor puede tener algunas veces un efecto de “rebote” muy peligroso, a decir: el de que, en vez de generar amor en los demás, hace que de ellos surja un odio feroz. Y ahí deviene la importancia de la ecuanimidad, de la serenidad, de la paz interna.

Muchas veces el correr tras las cosas solamente hace que se alejen, cuando que el dejarlas ser, las atrae. EL AMOR ATRAE TODAS LAS COSAS HACIA SÍ, puesto que es una expansión ilimitada que se va dando de instante en instante; y esta expansión causa estragos a nuestro alrededor, sentimientos tempestuosos e incontrolables, emociones huracanadas, pensamientos ardientes: todo es producto del amor.

Lo que sucede es que a medida que va aumentando nuestro amor, en cierto sentido, todo lo demás decrece, lo cual causa zozobra en nuestro interior. Pero hay que saber que cuando las cosas están más difíciles, ahí es que estamos avanzando verdaderamente: cuando pareciera ser que el mundo mismo se levanta en contra nuestra, es clara señal que nuestro amor se va haciendo infinito.

De ahí la importancia de no olvidar nuestra verdadera naturaleza, prístina, inafectada, eterna. Sonreír internamente ante las calamidades, seguir esforzándose cuando todo parece perdido, persistir cuando todos han abandonado: éstas son las marcas de un verdadero amante. Por tanto, el amor es como un remolino que todo lo absorbe, un ciclón flamígero cuyo ojo es paz, un terremoto mirado desde las nubes. ¿Cómo declararle la guerra al odio manteniendo la paz? Con amor.

9
El amor es la suma de todas las cualidades, de todos los bienes y dones: un cristal gigantesco que refleja un deseo cumplido en cada una de sus caras. Pero para cumplir verdaderamente algo, ¡terrible paradoja!, hay que renunciar a ello. El poder y la capacidad del ser humano son semejantes a la de una gota en el medio del océano: si bien no es nula, dificultosamente podría formar ella sola una ola. Ahora, adquiriendo la omnipotencia, la gota se consubstancia con todo el océano, sintiendo cada ola, viento, tormenta, tsunami, corriente subterránea, y ser viviente en él.

Quien quiera poder, muy pocas veces lo logrará; pero quien verdaderamente lo rechace, siempre lo conseguirá. Lo que pasa con los líderes espurios, es que pretenden imponerse sobre los demás coaccionando, obligando, dominando, usando argucias e infundiendo temor en los demás. Este poder se basa en el miedo. Entonces, es imposible que perdure por mucho tiempo, siendo las revueltas, revoluciones, guerras y masacres sus consecuencias inevitables.

Pero quien no quiera poder, y quien lo rechace a cada momento, sabe que no quiere ganar nada de nadie, por lo cual deja que cada cual haga lo suyo. Por eso no pretende imponerse a ningún ser viviente, ni en palabras, ni en acciones, ni en pensamientos; es más, se considera menos valioso que las demás personas circundantes. Entonces se hace innecesario el uso de cualquier esfuerzo por controlar a otros, sabiéndolos independientes y únicos: legítimos dueños de sus vidas. Y, por medio del amor, se inspira a que todos sean ellos mismos y nada más. Pero, increíblemente, casi nadie sabe cómo hacer eso, razón que les hace querer “obedecer” a quien les imbuye de este amor. Es así como esta clase de “poder” se basa EN LA LIBERTAD. Y de esta manera se concluye que es el único poder que perdura, puesto que quien se “somete” a él, REALMENTE quiere obedecer y hacer lo que le corresponde.

Y eso es lo que debe hacer la gotita en la inmensa masa de agua: el poder está perfectamente equilibrado en todo el océano, puesto que quien se “adueña” de él, es quien carece completamente de deseos. Llegar a la omnipotencia, entonces, es hacer todo el tiempo lo que corresponde, entendiendo finalmente que todo lo que uno piense, haga o diga, es para el mejoramiento de los demás, y para su provecho real y concreto, para la elevación de sus expectativas legítimas y su beneficio. Y no hay mayor beneficio que eso: QUERER EL BIEN A LOS DEMÁS Y LUCHAR AFANOSAMENTE POR LOGRARLO. Eso es el amor. Eso es la omnipotencia.

10
En realidad, Dios sí contesta las plegarias. Él escucha al corazón puro, bañado con lágrimas de arrepentimiento, de sufrimiento, de misericordia. Es verdad. Si el corazón es lo suficientemente puro, si la oración es realmente sincera, ¡la respuesta es dada de una u otra manera! Es así.

Me retracto de lo que dije al principio, DIOS NUNCA RECHAZÓ MI AMOR: fui yo quien le rechazó a Él. ¡Me siento como un chiquito en brazos de su madre, estirándole el pelo, chillando y llorando, siendo bendecido por su infinita paciencia y amor! Hay que decir que cuando hice mi pedido, cuando ofrecí mi corazón, sí tuve una respuesta. ¡Lo que pasó es que esa respuesta no fue “tan espectacular” como hubiese querido! Fue simplemente una voz femenina que me dijo tiernamente: “Leo”.

¡Que cucaracha inmunda! ¡Qué rata despreciable! ¡Qué parásito maldito! ¡Qué pus pestilente hay que ser para creer merecer las divinas gracias! Es cierto que experimenté unas cuantas, pero eso, ¿qué me hace? Nada sino un mero instrumento, un tarro indigno en el cual se decide guardar la celestial leche. Muchos santos escondidos guardan sus experiencias beatíficas para sí, no juzgando correcto dar esas perlas a los cerdos; y, en cierto sentido es cierto. Pero, pregúntense, ¿acaso el orfebre del cosmos, el joyero de estrellas, el hacedor del universo, que creó a los planetas y a la perla (de experiencias beatíficas, sean visiones, bilocación, profecías, etc.), no puede crear infinitas perlas más? Hay que usar la intuición para saber a quién contar y a quién no.

Pero eso es lo secundario. Lo real es que Amor, Dios, Verdad, Justicia, Bondad, Misericordia, Bienaventuranza, Santidad, y muchas otras palabras más, son sinónimas. ¡Eso es lo hermoso!, ¿lo ven? El Amor, o Dios, hace posible su infinita manifestación a través de estas cualidades asombrosas, en un sueño hecho realidad que es el mundo. ¡Bienaventurado quien descubre su cualidad y la aplica! ¡BIENAVENTURADO QUIEN SE DESCUBRE A SÍ MISMO! Puesto que ya está salvo: es sólo cuestión de tiempo. Así como las oraciones... hay que tener paciencia.

11
Lo que Papá dice, se hace; su palabra es ley. Y aun, si con la irrompible coraza de la verdad y con la filosísima espada de la fe, le llamamos, su respuesta no va a tardar en llegar. ¿Quién comprende este misterio? Si un santo le dijese a Dios: “Papá, encárgate de ellos”. ¡No necesito decir lo que va a ser hecho! Lo que Dios decide, ya fue materializado, ¡es sólo una cuestión de tiempo, en realidad!

Pero el amor es la verdadera alfombra roja por la que se accede al palacio de Papá. El amor es el boleto de entrada al Reino de los Cielos: no hay otra verdad. Es cierto. Pero, ¿cómo comprender este amor? ¿Cómo practicarlo? ¿Cómo sentirlo? ¿Cómo vivirlo? Siguiendo a uno que lo ha hecho.

En realidad, ni siquiera hace falta hacer eso. BASTARÍA CON QUE SE APELE DIRECTAMENTE A PAPÁ. Ningún secretario tiene poder de decisión, sino el Juez. Pero, lastimosamente, pocos tienen esa fe. Por eso se hace necesario que los “secretarios” de Dios, que son los santos, guíen y enseñen el camino de vuelta a Papá a los “pupilos” (que somos todos los seres humanos): sufriendo con ellos, padeciendo con ellos, así como también riendo y haciendo muchas otras cosas maravillosas.

Por lo tanto, LA ESENCIA DEL AMOR ES UNO. Carece de importancia que se le llame Dios, Papá, Naturaleza, Verdad, Amor, Vida, o como se quiera. Lo importante es ANHELARLO CON TODAS LAS FUERZAS, y no flaquear ante nada ni nadie. Así es como se llega a la santidad.

12
Supongamos que se nos encomienda construir una casa. Pero se nos dan ladrillos no tan buenos, medio fracturados, debilitados. ¿Hemos de construir de igual manera la casa? ¿Hemos de preocuparnos por arreglar individualmente los ladrillos, uno a uno...? Las dos cosas. Puesto que el material escasea y el patrón es exigente. Entonces, debemos trabajar por la humanidad en su conjunto, pero por cada persona de manera individual: y así hemos de construir una verdadera fortaleza, una ciudadela: un castillo de eternidad.

No hay tiempo. No hay receso: la tarea debe empezar ahora mismo. Limpiando la mente y el corazón, hablando palabras adecuadas, obrando con la máxima rectitud en cada caso. ¿Qué estamos construyendo? ¿Qué será de nuestros esfuerzos? Sólo Dios sabe: sólo su amor perfecto deberá guiar a los navíos de nuestras vidas cual farol en una noche estrellada.

La tarea de cada ser humano es despertarse. Despertarse ahora mismo. Dejar de dormir, salir de un salto de la cama y empezar a trabajar. Y no sólo “por la comida que perece”, sino por el verdadero pan, el celestial, el maná dorado. No me sería posible decir esto si, en realidad, no les fuese posible a ustedes cumplir; pero, les digo: deben hacerlo.

Es totalmente comprensible cometer errores en el camino: nadie es perfecto (“Nadie es bueno sino uno: Dios”). Pero si no empezamos a hacer las cosas con todo el corazón, con toda el alma, con todo el amor posible; vamos a ser irremediablemente destruidos, pulverizados, pisoteados y echados a la nada.

Papá es bueno, él espera… él tiene infinita paciencia. ¡Él es muy rápido para perdonar, pero ASQUEROSAMENTE lento para enojarse! ¿Quién puede comprender esto? Sólo quien le ama verdaderamente. ¡Amémosle a Papá con todo el corazón! ¡Amémosle! ¡Amémosle ya!

13
Seamos verdaderos santos. La purificación del corazón es necesaria, hasta el punto en que se convierta en un prístino manantial de donde espontáneamente brote una fe irrompible. Nuestras sonrisas deben dar testimonio de una devoción a prueba de fuego, y nuestro hablar debe hacer reverberar en los otros una determinación más fuerte que el diamante.

Es inevitable que hayan momentos difíciles, “pruebas”, como se las llaman; ¡pero no deben ser motivo de desesperación! Incluso los grandes santos han tenido sus igualmente grandes dudas, pero Papá se asegura de que nadie reciba más de lo que pueda soportar. Como dice Juan el Bautista: “Ningún hombre puede recibir nada a no ser que le sea dado del Cielo”. Piensen siempre así, y no habrá problema que no puedan resolver.

En última instancia, claro, hemos de consumar nuestra unión con Papá, con su gloria, con su eternidad y omnipotencia, pero, por ahora nos toca trabajar... simplemente tener paciencia. Jaja, ¿quién entiende este divino juego de la Creación, del propósito del universo, de sus miríadas de manifestaciones, fenoménicas, tanto visibles como invisibles? Río en mi interior al ver a los soberbios ufanarse de que saben esto o aquello, a los avaros envanecerse de sus bienes materiales, incluso me sonrío de esa clase de “religiosos” monopolizándole a Dios. PAPÁ Y YO REÍMOS Y NO DECIMOS NADA... ¡que las leyes de la naturaleza se encarguen de limpiar todo eso!

Entonces, la perseverancia es la clave. El desarrollar la percepción intuitiva, que nos guiará a través de los vericuetos de nuestra vida, a desamarrar los intrincados y entreverados nudos del drama humano. Todas las cuestiones han de resolverse satisfactoriamente para nosotros: tengan fe. La victoria se acerca cada vez más. Y, como diría nuestro amadísimo hermano mayor en el Apocalipsis: “¡Vengo pronto!”.

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No se pierdan en cuestiones inútiles, dejen las discusiones de lado. Reglas, dogmas, pautas, máximas, de poco sirven y son causa de mucha confusión. EL AMOR ES LO FUNDAMENTAL, QUIEN LO SIENTE, LO SABE automáticamente. Es, evidentemente “imposible de transmitir”, en la medida en que Papá lo otorga (lo cual es de manera infinitesimal, exponencial, creciente, finalmente omniabarcante); no obstante, es “otorgado momentáneamente” A QUIEN VERDADERAMENTE LO QUIERE.

Hay que resaltar la importancia de esto, puesto que la mayoría de ustedes va detrás de la cáscara de la fruta perdiendo de vista la pulpa: EL AMOR ES LA PULPA DELICIOSA. ¿Se debe o no comer carne? ¿Se debe o no practicar la castidad, cómo, en qué forma, en qué circunstancias? ¿Es correcto reprender al malo, insultarlo, perseguir al réprobo, encarcelarlo? ¿Cuándo se debe perdonar y cuando “condenar”? ¿Cuándo hablar y cuándo callar?

Son cuestiones imbricadas, complicadas, abarrotadas, imposible de resolverlas de cuajo, de un tirón. Deben saber que NO HAY REGLA ABSOLUTA SALVO EL AMOR, y lo que éste nos dicte en cada momento, en cada circunstancia, en cada caso para que hagamos.

Al percatarnos de esto, EL TEMOR DESAPARECE. Es cierto. Se obra con la entera convicción de que se está haciendo EXACTAMENTE LO QUE SE DEBERÍA ESTAR HACIENDO, sin dudas, sin hesitación, sin segundos pensamientos, sin miedos. Así que si conocen a alguien que obre así la mayoría del tiempo, ¡ruéguenle para que les acepte como discípulos!

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Evidentemente, la cuestión no es tan sencilla, puesto que escrito está: “...no llamaréis a nadie maestro, pues uno es vuestro maestro, el Cristo”. Así que, ¿quién puede ser discípulo de quién cuando UNO SOLO ES EL MAESTRO? Y el Buda mismo lo asevera también: “EL MAESTRO ES UNO”. Pero, ¿quién es capaz de comprender a cabalidad estas enigmáticas palabras?

Con mi pobre inteligencia he de procurar una explicación: Paramahansa Yogananda hablaba de la “conciencia crística”, un estado del corazón, una disposición espiritual, a través de la cual, es posible conocer infinidad de cosas, serlas, sentirlas, vivirlas. Por eso Jesús dijo: “Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace”. Es una cuestión muy complicada, muy abstrusa, profunda y misteriosa. Baste decir que, como nuestro amado hermano mayor dijo: “Ningún siervo es mayor que su señor”. NADIE PUEDE “SUPERAR” A JESÚS EN SANTIDAD, ni en ninguna otra cualidad divina, aunque manifieste mayores poderes, ya que él mismo dijo: “...mayores cosas harán”. ¿Me explico? ¡LA SANTIDAD DE ALGUIEN COMO JESÚS ES OMNÍMODA, perfección total por donde quiera que se la mire!

El que necesita un maestro, es un discípulo preparado. Si está MUY BIEN PREPARADO, Jesús mismo (o Buda, Mahoma, Krishna, Lao Tsé, etc.) puede ser su maestro: la “conciencia crística”, o el “espíritu santo” o como se le quiera llamar. Pero si la urgencia del discípulo es ingente, y su “maduración” no es completa, deberá seguir a un “maestro”, que le muestre: “el camino al Padre”.

Evidentemente, Papá es bueno, y da a cada cual lo que se merece, ¡independientemente de lo que el hombre piense! Puesto que el hombre sólo conoce cosas de hombres, pero Papá conoce todas las cosas; cosas, incluso, de las cuales “no está permitido” hablar. Aunque claro, al final todo va a ser revelado, todo misterio alumbrado, todo enigma resuelto, todo finalmente cumplido. En manos de Papá está. Sí, en sus manos está todo.

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El misterio no va a ser revelado, hijitos, no. Este verdadero enigma permanecerá oculto hasta el fin de los tiempos. Ni aunque todos los sabios y científicos se reúnan e investiguen por toda la eternidad, no van a descubrir el secreto: es así de simple. Nadie que no conozca a Papá, podrá acceder al tesoro bien guardado.

¡Es posible vivir toda una vida sin percatarse de ello! ¡Desde el útero a la tumba sin haber sentido siquiera una “pizca” del amor verdadero! Y aun los animales son susceptibles de este amor, de convertirse en seres amantes, verdaderamente sensibles y “conscientes”. ¡Qué pena por el ser humano! ¡Qué pena! El rey de la creación sentado sobre su trono de madera podrida, con su báculo de ramitas secas, y su corona de flores marchitas...

Quédense en el amor de Papá, refúgiense en él. Busquen su verdad, su perdón, su gloria. ¡Suficiente han jugado con las bagatelas de los hombres, con sus jueguitos de poder, dinero, sexo, fama; suficiente de esas porquerías! Es hora de despertarse y construir un mundo nuevo. DE ESFORZARSE SIN TREGUA NI DESCANSO POR LA HUMANIDAD, pero no por la humanidad en sí, sino POR PAPÁ, ETERNAMENTE POR PAPÁ.

Si yo puedo ayudar a esparcir la gloria de su nombre, he de humildemente hacer lo que me toca, lo que él me ordene. Ahora, sabiendo que su palabra es mandato, decreto y precepto, ¿habrá alguien preparado para cumplir? Hermanitos míos, ¿hay algún valiente entre vosotros...? ¿Alguien digno de conocer el gran misterio, de develar el definitivo secreto, de aprehender el eterno enigma...? ¿Hay alguien así entre vosotros?

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¡Te alabo, Papá, creador del cielo y la tierra! ¡Doy gloria a tu nombre dentro de mi corazón, y entre los hombres si es que las circunstancias lo permiten! ¡Te adoro, Señor, Dios, Maestro, Dulce Néctar de Amor! ¡Que mis suspiros se evaporen hacia los cielos de tu misericordia y que sea digno de pronunciar tu nombre en mi interior!

Papá, nunca dejes que este mundo, esta maya, este enjambre de sucesos fenoménicos, este juego de luces y sombras manche nuestra relación. Te amo, Papá, ¡nunca permitas que olvide ese amor! Y que tu amor sea una luz que destruya las tinieblas de mi duda, de mi estupidez, de mi dolor. Antes seguía ciegamente las costumbres del mundo, hoy las sigo también, y, me pregunto, ¿está tu amor conmigo…?

Cada ser humano tiene un pasado, oscuro, tétrico, doloroso. Pero Papá es bueno y perdona al que tenga la capacidad de perdonarse a sí mismo y a los demás. Papá, ¡TU AMOR ES LO MÁS GRANDE QUE HAY! Las mentiras, el engaño, la hipocresía, no tienen posibilidad de competir contigo; Señor, ¡sálvame de esos demonios! Y sálvame de mí mismo, ¡que soy un diablo asquerosamente pecador!

Claro, en tu gracia, en tu gloria, sé que no lo soy: y que los hombres piensen lo que quieran. TU AMOR ME BASTA, SEÑOR, tu amor: nada más. Lo que te pido, Papá, es QUE ME PERMITAS AMARTE ASÍ COMO VOS ME AMÁS A MÍ. Así como me amaste antes del tiempo, antes de la creación, antes de la fundación del universo. Por favor, Señor, dame tu amor, tu valentía y tu verdad, ¡nunca más las mentiras de los hombres!

VOS SOS TODO, SEÑOR. Papá bueno, ¡no desoigas mi oración! De profundis, desde el fondo, desde el fango te hablo, Papá: VOS SABÉS TODO. Y lo que quiero es que se cumpla tu voluntad, y que me acribilles con tu amor, que me apedrees con tu gracia, que me asesines con tu misericordia, que me des escupitajos de omnisciencia en la cara.

Desde ya, desde siempre, y para siempre: TE AMO, PAPÁ. TE AMO, SEÑOR... ¡Y que algún día te amemos todos así como vos nos amás a nosotros!

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