martes, 17 de febrero de 2009

VIDA

Con nuestro amor
Surgió algo
Nuevo

Algo nunca antes hallado
Jamás presenciado:
La vida

Pequeña chispita
Originada en los confines
De la eternidad

¡Mirad, aquel tizoncito
surgiendo en el frío yermo
del universo inerte!

Convirtiéndose en una fogata
Que, devorando la leña del recientemente nacido espacio-tiempo
¡La hará estrujar innumerables posibilidades en la nada!

¡La vida va implosionando y explosionando
como fuegos de artificio multidimensionales
desplegando sus colores en una danza sin fin!

¡Cómo este universo regurgita, cual niño sobrealimentado
planetitas y estrellitas
exuberantes de energía!

Desde la atemporalidad
Se fue cocinando esta sopa espaciotemporal
¡Hijitos, venid a la mesa: la existencia ya está lista!

Esta es la máxima maravilla
Imposible de escudriñar exteriormente
Dificilísima de entender

Sí, porque, ¿no resulta absurdo y ridículo
el hecho de que la vida se cuestione a sí misma?
¡El gran misterio mirando debajo de sus propias faldas sólo para frustrarse a sí mismo!

Ya que, si el universo fuese solo
¿Qué sentido tendría su instauración?
Y si la vida fuese sola, ¿qué universo la impugnaría?

Por tanto, la parca y diminuta mente por sí sola
Jamás dará con el origen último y sincero del universo
¡Olvidad la vida misma, que su misterio atroz está lejos de las pinzas y tubos de ensayo!

Como la flor, abriendo sus pétalos
Y desplegando su aroma
Así surgió el universo y la vida: indisolublemente juntos

Uno es la estructura, otra la base
Uno los pilares, otro el armazón
¡Esta construcción cósmica es imposible ver con los ojos carnales!

Así que, si bien es dado iniciar la vida
Junto con el universo
Los sabios sonríen al ver a la verdadera vida pisotear eternidades

Cual titán imparable
Esta vida imperecedera
Derrumba las paredes del tiempo

Con su ciclópea fuerza
Marca los linderos
De la eternidad

Con su omnisciente ojo
Goza de la visión siempre cambiante
De la danza de luces de la creación

Con sus omnipotentes manos
Despliega las miríadas de universos
Y cambios de un floreciente cosmos

¡Cómo la vida proyecta innumerables formas
en la pantalla del espacio!
¡Cuántas son y qué hermosas!

Espectáculo sublime y placentero
Es ver a la eternidad tomar diminutas estructuras
Que circunnavegan mi visión

Tornasol inquieto, vida que siento
Brotando de todos los rincones siderales
¡Mi yo soy puja brotar en gigantescas burbujas!

Hechas de inconmensurables espacios y tiempos
Tierra fértil, terreno bueno
Que da origen a universos nuevos

Ya no distingo entre estos cosmos o los átomos
Lo grande y lo pequeño se funden en la multicolor atemporalidad
¡Todo superpuesto, la vida se encarga de alimentarlos!

¡Ay!, tantas pequeñas formas y estructuras
Se han derretido y licuado
En el espacio infinitamente vivo

Planetas hechos de líquido puro
Moléculas luminosas y nebulosas solidificadas
¡Espíritu que lanza ventisca de estrellas!

¡Cuán refrescante es el arroyo
que la vida hace manar de la nada!
¡Infinitos seres chapoteando en frescas aguas de éter lo atestiguan!

Yo soy la fuente de todo esto
Mi vida, que no es sino un soplo
Ha encendido este exquisito fuego ubicuo

¡Cómo quema por sobre eternidades!
¡Cómo derrite puertas diamantinas
que guardan luces inaccesibles!

Esta brisa llameante consume y reforesta la creación
Haciendo brotar frenéticos manantiales de vida
Que claman día y noche por mis aguas frescas

Y, cuando una sola gota de esta agua cae a tierra
Brota un árbol en la eternidad
Y abro las puertas de la omnisciencia

¡Alabado sea el que tomó esa agua y sació su sed!
Ya no más quemarse en fuegos fatuos
Sino en la infinita hoguera de mi amor y vida

Para el que ha gustado de este néctar de la inmortalidad
Se abren el cielo y la tierra
Dejándome ver en todo mi esplendor

¡Todos los cofres sagrados explotan
ante la evidencia irrefutable, mostrando los impalpables secretos
que he estado guardando desde el inicio!

De un barrido
El pasado, presente y futuro de la matriz cósmica
Van junto al frío polvo

Quedando, alerta y suspicaz
El tizón de los ingentes deseos de las almas ignorantes
¡Prestas para rasguñar el espacio en busca de placer!

¡Afortunado el que ha compartido la cena de la omnisciencia conmigo!
Ya que, desde nuestra mesa incrustada al otro lado de la eternidad
Hemos de decidir el curso del infinito

Que no es sino un juego bienaventurado
De observación y alegría
Diseminada a través de la atemporalidad

¡Tan grande y vasto parece todo!
Mas no es sino un puñado de arena en mis manos
Escurriéndose a través de los eones

Delicioso panorama es ver a la causalidad
Desparramando más y más realidades
Todas nuevas, todas memorables, oscilando perpetuidades

Los mundos, colgando en la temporalidad
Como abalorios amontonados
Penden del fino hilo de mi voluntad

Por tanto, cuando me plazca
Puedo hacer todo pedazos
Como canicas de vidrios

Las trémulas estrellas, cual velitas con la llama inquieta
Zozobran ante el más leve pensamiento de mis hijos
¡La sabiduría es un viento que apaga lo que destruyo y aviva lo que amo!

Esta sapiencia, ordinariamente llamada inteligencia
Es otro prodigio de la vida
Otra señal mía inexplicable para los que me desconocen

Así es; ya que, aun siendo la existencia un acertijo tan complejo
El asunto de la vida y la inteligencia
Es otra oscura luz que alumbra lo que no comprende

Hombres eminentes han arremetido contra este tentador misterio
Gastando inútilmente sus vidas
Como bichitos, atraídos por la luz deliciosa

¿Qué piensas, amigo, la materia adquirió conciencia
o fue la conciencia la que se hizo de carne?
¿Tu cerebro posibilita tu pensamiento, o es un mero adminículo de tu mente?

¡Ni el huevo ni la gallina han podido resolver semejante dilema aún
ni todos los científicos del mundo
pudieron contestar a esta sanguinaria esfinge!

Otra minucia
Para que los barbudos catedráticos
Crezcan agrias canas

¡Aun el niño está a veces más cerca de responder
que el biólogo en su laboratorio
con pasto en sus orejas y barro seco en la frente!

¡Nada hay en los animales disecados
ni en los fósiles milenarios
que no lo haya decretado!

Mi vida corre por toda la creación
Dando luz y sustento a todos
Como por el cuerpo corre la fresca sangre oxigenada

Yo soy el oxígeno que da vida
La luz que alumbra en la oscuridad
El viento que mueve los velos

¡Ay, si pudieras rasgar tus prejuicios
que te mantienen engasado y atado
como la podrida momia!

Podrías ser libre y verme
Para confirmar
Que tengo razón

Por tanto, ve la tierra
Estudia los animales
Y discierne entre las plantas

¡Mira atentamente!
Y puede que descubras
Algo maravilloso

No hacen falta lentes ni anteojos
Para el que realmente quiere ver
¡Hay ciegos que viven en un mundo lleno de luz!

Porque si miras en el microscopio
Verás lo mismo que si ves en el patio
De tu casa

¿No ves que he diseñado
a las galaxias y a los átomos
con el mismo básico esquema?

Tanto lo de arriba como lo de abajo
Se comporta de igual manera
No hay ninguna diferencia

Las bacterias se forman, crecen y desaparecen
Así como los cúmulos estelares
¡Mi mano mueve todo!

Las células, con toda su complejidad
Interactúan entre sí como las aglomeraciones de galaxias
¡Nada sale de mi ley!

Sí, de mi decreto eterno:
El hálito incausado
De la vida

Porque de mi respiración
Surgen y se disuelven las miríadas de universos
Como los microorganismos de la tuya

Imposible contar las realidades manifiestas
Más que los granos de arena de un desierto
Más que los átomos del cosmos

Ángeles y dioses, absortos en la contemplación de mis maravillas
Enmudecen ante la infinitud
De mis manifestaciones

¿Quién sabe cuán grande es todo?
¿Quién sabe dónde se inició
y cuándo ha de terminar la totalidad?

Dime si conoces el tamaño del universo
Trae tus lentes y telescopios
¡Y observa si te atreves!

Ahora habla:
¿Hasta dónde se extiende el abismo sideral?
¿Dónde está delimitado el espacio?

¡Contesta!
Indícame dónde puse la última galaxia
Señálame hasta qué lugar dispuse que haya materia

Explícame por qué he ocultado
Millones de cosas
A tu vista

¡Señálame la última estrella si la conoces!
¡Coloca tu pie en el borde del cosmos si puedes!
¡Responde!

¿Cuándo hice que inicie la energía?
¿De dónde ha brotado?
¿En qué lugar se encontraba antes de eso?

¿Sabes cómo y por qué he dispuesto
leyes perfectamente sincronizadas
para cada objeto que puedas descubrir?

¡Dime exactamente cuándo
hice que se iniciara este universo
y qué hubo antes de eso!

¡Habla si conoces esto!
¡Ven y da testimonio delante de tus hermanos!
¡Seguro que tanto estudio y ciencia de algo han servido!

Ven y contiende conmigo
Refútame y objétame
Argúyeme aunque sea algo

De paso podrás predecir
El destino de cada objeto del universo
Su futura situación y condición

Explica cómo
Ha de terminar
Todo

Si, cual fogata abandonada
El universo acabará
Consumido por la entropía

O si será absorbido
Lentamente
Por un torbellino gravitacional

Seguramente sabrás también la fecha exacta
En que se apagarán las estrellas
Y la locación de sus tumbas

Y la ubicación de todos los planetas
Y el discurrir de sus trayectorias
¡Muéstrame cómo es su andar!

¡Dime cómo ha de todo acabar!
¡En qué circunstancias ha de el cosmos terminar!
Escucho… ¡que tiempo no ha de faltar!

Hijito, algunas veces río
Al verte, como la bacteria en la playa
Queriendo medir la profundidad del océano

Nadie que no sea de los míos lo ha hecho
Ni lo harán jamás
¡Entiéndelo de una buena vez!

Porque cuando estabas en el lodo primario
Eras tan necesitado de mí
Como ahora lo eres, en tus abarrotadas ciudades

No hay ninguna diferencia
Ni avance alguno
¡Todo lo hice yo!

Moldeé la matriz primigenia
Conmigo mismo
Y con eternidad e infinitud

Luego soplé todos los cosmos
Como el niño
Sus burbujas

Y separé los universos
Uno a uno
Como fichitas de juego

¡Pequeñas semillitas
conteniendo potencialmente
la totalidad!

Estos huevitos, hechos de materia
Energía, tiempo y espacio
Habrían de madurar y tostarse, como granitos al sol

Luego, cada una de estas grumosas lucecitas explosionó
Y brotaron las galaxias
Estrellas y planetas

Tras lo cual, con un poco de barro
Me tocó moldearte
Después de haber sosegado las ígneas llamaradas de los astros

¡Hubieras visto a tu tierra, hijo amado!
Ferozmente martilleada por los fuegos volcánicos amoldantes
Como en la fragua del herrero

Un espectáculo deslumbrante
Digno de ser repetido una y otra vez
¡Si quieres, algún día te enseño cómo hacerlo!

Después, la tumultuosa calma
De inmensos océanos hirviendo
Llenos de mi ingrediente secreto

¡Cómo bullían de energía emergente
que habría de brotar en milagrosas cadenas de vida
que te aprisionaron a mí para siempre!

Para convertirse en titilantes saquitos de actividad
Casi ciega, casi inadvertida
Que vendrían a rebosar el planeta todo

¡Mirad a la célula primigenia
coraza irrompible de vida
molde repleto de mi espíritu!

¡Cómo se mueve en el caldo energético
buscando aquí y allá
mientras esparce luminiscencia!

¡Qué grato me es escuchar el murmullo
de su microscópico ajetreo
mientras construye sus diminutas ciudadelas!

Las cuales vendrían a ocupar
Los organismos especializados
Formados gracias al trabajo sin paga de estos servidores míos

Que serían subsecuentemente sacrificados
¡Ingrata remuneración el ser devorados
por sus propios hijos luego de haberlos engendrado!

Mas, su labor no fue en vano
El altar de la vida requiere constantemente sacrificios caros
De lo más preciado, de lo más querido, de lo más amado

Y así, fueron tus antepasados evolucionando
En niveles cada vez más complejos
Hasta llegar a ti

Pequeño simio desnudo
Casi indefenso, casi relegado
¡Que habría de marchar a través de los venideros siglos!

Que veo mirando las nubes
Queriendo escudriñar misterios
Buscando en algún lugar amparo

¡Cuando levantas la vista
te reflejas en mis lumbreras todas, si es de noche
o en mi ojo refulgente, si de día, simio pelado!

Desde que caminas parado
Fatigas pupilas investigando
¿Qué podría haber en los cielos, hijo, que no esté a tu lado?

Lo de arriba, lo de abajo
Nada me es ajeno, nada lejano
¡Todo está en mi fajo!

Los planetas rotan por sobre órbitas
Similares a los átomos
¡Bailando al ritmo de mis manos!

Porque si yo aplaudo
El sonido produce raudos
Terremotos echando cimientos galácticos

Matrices de vientres o cosmos ignorados
Moléculas plateadas, rayos congelados, ¡vibra todo energizado!
Aun los objetos inertes o aquietados

Que de un chasquido se tornan en luz
¡Qué rápido corre este manantial brillante
arrastrando todo a su paso!

Los universos llevados, naufragan en las bocas de mis amados
Alimento sazonado
Con riachuelos dorados de condimentos ávidamente devorados

¡Especias de estrellas, polvo diseminado
dando lumínico sabor a todo lo creado
constante y vertiginosamente transfigurado!

Este convite es de nunca acabar
Bacanal fiesta llena de dioses
Insaciables en su divina gula

¡Cómo los ángeles van y vienen
trayendo los manjares celestiales!
¡Suculentas viandas irrompibles e inmortales!

¡Ay, pero esta ricura, ajena a los animales
nefandos, definitivamente no es de tales
incapaces de saborear las beatíficas sales!

¿Cómo puede ser que a tantos les muera el hambre
habiendo bajo sus narices comilona tan grande
donde el vino corre más que en la guerra la sangre?

¡Celestial bebida
que a todo das vida
tengan en ti cabida!

Por tanto, observa atentamente
Discierne con sumo cuidado
Y afila al máximo tu atención

Ya que la contemplación de mis maravillas
Es una tarea que requiere más que un millón de años
¡El asombro que causan mis obras trasciende los eones!

Así lo comprendieron algunos de tus antepasados
Que se ocuparon en contemplar lo absoluto:
“Lo que trasciende toda contemplación”

Mientras otros construían pirámides que perdurarían siglos
Ellos rompieron el cántaro del tiempo
¡De donde se derramaron eones que bebieron!

Y absorbieron el conocimiento y la fuerza para construir pirámides
Hechas de ladrillos de eternidad
Frente a los cuales, los siglos no son sino polvo llevado por el viento

Este soplo de mi vida
Es el que infundí en todos los constructores
De las primeras ciudades

Mirad, a los últimos hombres
Saliendo del seguro refugio de sus cavernas
Tomando el arado en mano y moldeando la arcilla

¡Ya irán erigiendo graneros en donde depositar sus alimentos
y murallas en donde depositar su confianza
ante la amenaza terrible de las invasiones!

¡Qué bestia más maliciosa es este simio cabezón
que se agolpa en multitudes y miríadas
para causar daño y destrucción!

Los conflictos, es cierto, lo tienen también los otros animales
Haciendo buen uso de sus garras y colmillos
Para despedazarse en furia

Se devoran y contienden
En combate feroz y terrible
Que no pocas veces termina en muerte

Pero, la gran diferencia es que su acritud
No es de ellos
Sino de mí

Puesto que sus maneras, sus acciones y naturaleza
Las resuelvo exclusivamente yo
Y nadie más

Mas tú, pequeño gorila
¡Tienes feroz odio en tu interior
que bulle en ira devastadora!

No hay animal más salvaje que tú, hombre
¡Cómo pisoteas el mundo
dejando por doquiera, huellas de dolor!

Y no sólo odias horrendamente
Sino que planificas y proyectas planes de muerte
Que vas sembrando por la tierra

Tu codicia es casi infinita, humanidad
Y en tus guerras, marchas en contra de todo
Lo que he creado con tanto amor

Las conflagraciones, genocidios y lidias
¡Cómo hacen sufrir a la madre tierra
que grita a través de todas las bocas y mentes de los seres vivos!

Sin duda cuando hay una gran columna de humo subiendo entristecida
Es de suponer que hay otra ciudad quemada
Sus casas echadas, su gente masacrada

¡Yo no hago nada de esto, rufián!
¿No ves cómo tu codicia te lleva destrozar murallas
para saquear arcas y agregar territorios a tus mapas?

¡Cómo te ensañas por rivalidades creadas
y artificios absurdos como: credos, castas, países y razas
en tu desquiciada manía de inventar crueles cruzadas!

Y esto ha sido así desde el inicio, simio
Porque desde que enderecé tu columna y liberé tus manos
Has estado preparando armas para usarlas en pleitos vanos

Vaya sorpresa la mía, que cuando te revelé los secretos del barro
Te esforzabas más en erguir murallas y torres que tarros
¡Para lanzarte al pillaje y a pisotear a inocentes con tus carros!

¡Guerra, guerra y más guerra
ha habido entre tus hermanos
como avalancha incontenible de sangre tripas y llanto!

Pero, mal que me pese
No puedo interferir
¡Y esto no es fácil de cumplir!

Puesto que he dispuesto
Que cuando tengas la luz de la inteligencia y el discernimiento
Seas tú el que decidas entre la felicidad o el sufrimiento

Lo justo de lo equivocado
Lo correcto de lo errado
Ser bueno y no malvado

Si miras atentamente
Comprobarás que lo que digo
Es cierto

Y aún se extiende
Hacia fronteras
Que no pisarás jamás

Porque hasta las células tienen una pequeña comprensión
Y los animales noción
De lo que es el bien, de lo que yo soy

¡Si vieras los celestiales tribunales
investigando los infinitos tomos de mis leyes
para intentar dictar sentencia justa!

Hay una noción vaga e incierta, borrosa
Una intuición empolvada, difusa
De lo que es el bien

Diseminado a través de la creación
¡Vamos, pruébalo aquí mismo
que la sopa sabe igual por donde la tomes!

Esta idea bruta, este clamor incipiente
La tienen las masas hambrientas y sedientas de justicia
Cuyo único alimento son las esperanzas lejanas de llegar a mis dulces bahías

Verás, más allá de las guerras y conflagraciones
Más allá de los velos celestiales y sus jueces
Existe mi justicia

Que es perfección pura
Inmaculada, intachable
Terrible y exacta

Puesto que opera con leyes sutilísimas
Muy superiores a todo lo que hayas conocido
Más allá de lo inteligible

La matemática no es sino divague e imprecisiones
¡Y un cúmulo nada útil de incertidumbres
frente a esto!

Puesto que cada átomo hace su baile
En la medida de estas leyes
¡Sin salirse ni un poco!

Y las moléculas me consultan
Antes de hacer sus enlaces con otras
¡Así de específico es este código infinito!

En el cual
Todo tiene
Cabida

Las arañas tejiendo sus redes
¿Crees que no tienen derechos?
¡Todo lo contempla este digesto!

El ruido de las gotas, el deambular de los insectos
Las órbitas planetarias, el discurrir de las mentes
¡Es tan fácil ver todo desde aquí!

Mi ley es tan completa y perfecta
Que en ella misma se contienen
Los parámetros de toda perfección

Ella está escrita en toda la creación
Y en todos los corazones
¡Cuán pocos son los que la leen!

Se aplica incesantemente
En el tráfago cósmico
Y en el mundo molecular

En el atómico chasquido
De explosiones nucleares
Y en las estructuras celulares

¡Una herramienta muy útil, ciertamente!
Dispuesta para equilibrar
La incesante batalla de todo lo vivo

¡Mira atentamente, buscador!
Y delimita la frontera de lo orgánico
Y de lo inerte

¿Qué se mueve, qué no?
¿Hay alguien que se atreva
a responder a estas interrogantes?

Hay bacterias que permanecen mil años durmiendo
Y rocas sospechosas, guardando secretos…
¿Qué está vivo, qué muerto?

Fantasmas de moléculas jugando a estar vivas
Espectros de tejidos haciendo guiños desde sus tumbas
¡Esto no podrás saberlo ni aun desde el otro lado!

Puesto que mi ley está tan bien atesorada
Ahí
Como aquí

¡El tonto escapará de cielos
o infiernos
pero nunca de su propia tontería!

Incesantemente me ruegan los ángeles que revele
Los secretos de mi creación
¿Y tú te crees digno de merecerlos?

El llanto de los demonios rompe
Mil tímpanos en la oscuridad
¿Y tú vienes a farfullar fríos ruegos?

¡Cuando tus chillidos derritan fierro
y tus lamentos sacudan cerros
podré quizás obviar tus yerros!

Y prestar oídos, por un momento
Para, tal vez, mostrar mis documentos
¡Y tu anhelante corazón dejar contento!

¡Todo lo sustento!
Mi ley abarca más allá de todo detrimento
¡Cósmico o molecular funcionamiento!

Porque, discernimiento o no
Mis sentencias te traspasan
Como veloces rayos de luz

¡Haré llover fallos como gotas de fuego
sobre cabezas con bocas selladas
a toda réplica y fundamento!

Esta es mi ley, hijo, mi monumento
Eterno y precioso, en constante movimiento
¡Te sería posible percibirla si estás atento!

Lamento funesto regurgitará el que contiende contra mí
¡Ay, cómo los necios me buscan pleito
quitándose chichones con mi martillo severo!

¿Quién puede, acaso, desobedecer los divinos decretos
o incumplir las cósmicas resoluciones?
¡Que levante la mano el que lo piense así!

Porque seguro que su brazo
Separó el cielo de la tierra
En el inicio de los tiempos

Y que con sus dedos
Como hábil joyero
Organizó las constelaciones en sus respectivos fueros

Muñecas potentes tendrá
Para soportar las constantes explosiones
De universos surgentes

Y seguro que sus uñas colorea
Con los fluidos remanentes
De la destrucción de supernovas

Esa mano ha de ser tan suave…
¡Humectada en las lumínicas cremas
de un millón de lunas!

Con gusto la estrecharía
Sacudiendo en amistoso afán
Toda la estructura del espacio

¡Ea!, ¿quién pues, se atreve a levantarla?
A no ser que la tenga ocupada
Moviendo soles en cascada

Hijo, escucha: sólo a mí puedes acudir
Para revocar divinas sentencias
Yo soy la única apelación posible

Puesto que mi justicia implacable
Para con todos es terrible
Por eso soy, para muchos, ¡tan temible!

Pero sabe que hay reconsideración
Y recomposición
¡Para el que se arrepiente de corazón!

Sí, porque si bien soy ineludible
En los castigos
Soy generoso en el perdón

Esta cualidad mía se llama
Misericordia
¡Bienaventurados los que la conocen!

Puesto que en su haber
Tienen el amor
De más de mil madres

Porque, así como tú te verías imposibilitado
De castigar a un bebé, aunque ocasione un daño inconmensurable
Yo también, perplejo quedo, ante el que apela a mi perdón

La más terrible falta, el pecado más mortal
He de yo condonarte igual
Y hacer esfumar todo mal

Pero, ¡qué difícil es conseguir este honor!
Luego de haber pasado por ingente dolor
Y sufrir en carne espantoso temor

El que logra el verdadero arrepentimiento
Ciertamente que aún se está secando
Luego de salir recién del lago de lava del pesar

Mi misericordia une corazones
Con cadenas irrompibles
De humildad

Hasta el criminal más grosero
Y el asesino más pendenciero
Tienen derecho a este suero

La remisión de tus equivocaciones, por tanto
Búscala en el sincero llanto
Sobre los pies de algún santo

¡Arrastra tu pena incipiente
por sobre mares y continentes
como lo hacen los penitentes!

Sólo así has de recibir mi atención
¡Puesto que innumerables son las ocasiones
en que caes, una y otra vez en los mismos errores!

Como un buey atado a una montaña
Vas llevando la gran carga de tus faltas
¡En cuánto tiempo has de expiarlas!

Si tus pecados fuesen rocas
Una torre hasta el cielo se alzaría
¡Por la cual hasta mí escalarías!

¡Bribón, no te está permitido hacerlo!
Puesto que en cualquier instante caerás sobre ti mismo
Como irrumpido por un desmayo

Sabe, entonces, y sé consciente de tus pasados errores
Y hemos de negociar tu salida
De la necedad

Admite tus equivocaciones de buena gana
Para tener la alegría
Del perdón

¡Cómo los rabiosos sabuesos que saltaban sobre ti
se convierten en cachorritos que
te menean la cola!

Si eres conciente de tus deficiencias
Serán muletas para dar ágiles pasos
En la senda de la virtud

Sí, como el niño entusiasmado por sus nuevos libros
Tendrás abundante material para el análisis
De ti mismo

Porque ciertamente que es una tontería
El pretender arrepentirse
Para correr de nuevo tras los mismos errores

¡Ay del estúpido que obra así!
Le haré deber sumas millonarias
Con la usura del dolor

Bienaventurado el que es digno de mi misericordia
Pero santificado el que haya aprendido, en su corazón y memoria
De sus falencias, disgustos, iras y de toda su historia

¡Que las mantenga bajo candados y llaves
en la biblioteca secreta
de los libros de mis enseñanzas!

Donde seguirás planificando las estrategias
Con las que los vencerás
Definitivamente

Tus defectos, por tanto, tenlos siempre presentes
Y ahonda en la comprensión de su naturaleza
¡Sólo así serás digno de mí!

Vendrá luego, el tiempo
En el que podrás hablar libremente de ellos
Sin molestarte ni un poco

Siendo un docto en ti mismo
Que no se molesta
Sabiéndose imperfecto

Con habilidad, esta humildad te granjeará amigos sinceros
Tímidos buscadores con los que compartirás experiencias
¡Sin avergonzarte de nadie!

Por tanto, siempre tus deficiencias observa
Y más allá de ellas ve
Hacia pastizales de agradable modestia

Así es el que ha recibido mi misericordia
¡El más bueno de los gigantes
irradiando bondad en medio de la discordia!

Con gran fuerza y feliz en la servidumbre
Mas con aún mayor mansedumbre
¡Limpiando a los otros corazones su herrumbre!

Así es como, con estos dos brazos
Misericordia y justicia
Voy moldeando el barro del que te formé

Madre y padre, hermano y hermana
Hija e hijo, tío y tía
Cada cual manifiesta rescoldos de mi piedad

Pero solamente sienten mi misericordia
Cuando intentan escucharte
Realmente sentirte

Verás: si no encarnas en tu prójimo
Jamás podrás comprenderlo:
Debes sumergirte en sus profundidades

Porque oír dista mucho de escuchar
Así como el charco de las nubes
Así como el insecto mugroso del ave planeando

Oír es simplemente rebotar las ondas sonoras
Hacia afuera
Con tus orejas

Mover entusiastamente la cabeza
En asentimiento
Mientras gritan tus pensamientos dentro tuyo

Pero escuchar es hacer que muera el cerebro
Quedando como un océano sin olas
Mientras penetran en ti las ajenas opiniones

Como un cuentagotas
Uno por uno
Asimilando el frescor de todas ellas

Por tanto escucha
Y no oigas simplemente
Para entender la verdad

Luego podrás cerrar la válvula de los pensamientos
A voluntad
Para abrir la del corazón

¡El néctar que ha de fluir
como cristalino mercurio
quemando las células abarrotadas de ignorancia!

Desaguando la cabeza de pensamientos
Inútiles, repetitivos y aprisionantes
Empezarás a empaparte con felicidad

Con el corazón cual esponja
Frenéticamente absorberás
Alegría líquida, desbordante y rebosante

Y con sonrisas de burbujas
Beberás un sorbo de inmortalidad
Narcotizándote hasta el tuétano

Parecerás un loco
Borracho y enfermo
Pero navegarás alto y lejos, en el mar del regocijo

Eyaculando prístinas e indestructibles
Piedras de verdad
Que será imposible de distinguir a los demás

En regurgitación divina
Tu garganta y corazón, en posesión bendita
Hablarán cual nadie ha hablado jamás

A borbotones surgiendo
Entonces, la cascada de bendiciones
De tu corazón vibrante

¡Una caja ambulante
de gozo extático tu cuerpo será!
¡Que irá, irá resonante!

Siempre hacia adelante
A la velocidad
De la luz

Escuchando a todos
Y ordenando las verdades
En estantes de cariñosa compasión

Ciertamente que las convicciones
De los necios son más frágiles que la porcelana
Y su resquebrajo es estrepitoso

Por tanto, las divinas inspiraciones
Que a borbotones articulas con un corazón colmado de néctar de nubes
No las vomites tan fácilmente a los demás

¡Puesto que la resistencia será feroz!
Más que una jauría de cerberos infernales
De tres mil cabezas: todas queriendo refutar tus tesoros

Pero, ¡ay!, ¡benigna magnanimidad!
¡Piedad cariñosa!
Ningún daño pueden hacerte

Si se ha llegado a la certeza de la verdad
La oposición de los demás
Es como la brizna de hierba ante el escudo indestructible

El suave pétalo ante la roca inamovible
No hace sino darle mejor frescor
Así también las “verdades” necias

Por tanto: no que haya desprecio a los demás
¡Eso jamás!
Sino que la comprensión crece, ¡más y más!

Y esto hace florecer la paradoja
De que el que se comprende a sí mismo
Es incomprensible para los demás

¡He ahí la razón del conflicto!
Y el motivo de los apedreos con guijarros de odio
Y las crucifixiones en prejuicios infundados

Entonces el que comprende
Las piedras de indestructible verdad
Tiene un escudo de suavidad ante las lanzas de rencor

En su corazón, solamente habita el amor
Y, ¡oh horror!
¡Esto no causa en ellos sino más temor!

Que les hace arremeter con furor
Y causar al sabio dolor
Que, no obstante, jamás sale del candor

Así que es difícil ver el error
Cuando se siente el terror
De saberse inferior

Temblor y desasosiego
Sufrimiento y desesperación
¡Por lo que todos los sabios han pasado!

Por tanto, escúchalos
Y aprende
De ellos

Puesto que no hay duda
Que los maestros
No puedan resolver

¡Es la propia experiencia
la cristalina fuente de su ciencia
y su saber!

Ya que mientras el profesor orgulloso
Que ha llenado hasta su techo de diplomas
Se ufana de sus conocimientos

Una sola palabra del sabio
Vale más que mil años
De lecturas, escrutinio y universidad

La majestuosidad
De las palabras del maestro
Surgen de su inmensa bondad

Y de su humildad a quemarropa
¡Cuán distinto del doctor
chorreando de vanidad!

Sabe, entonces, que no es necesaria la vergüenza
Frente a estos titanes de la piedad
Que jamás, por pura malicia, te ridiculizarán

Eso sí: si, como la cucaracha a la mariposa
Pretendes criticarlos
¡Quizás el universo conspire para ponerte en tu lugar!

El sabio no busca ganancias personales
Ni aprovecharse de nadie
¡Su recompensa no consiste en cosas que puedas darle!

Ya que bebe de una fuente escondida
E imposible de discernir
Para el que carezca de ojos espirituales

¿O puedes acaso ver las huellas
de los que caminan
por sobre las nubes?

¡Señala sus caminos
a través de los pétalos y las estrellas
si es que puedes!

Los senderos del maestro, del paladín espiritual
Son imposibles de discernir
Por pupilas enceguecidas por la causa y el efecto

Mecánicamente y de manera automática
Y predecible
Funcionan las mentes limitadas

¡Reflejando y proyectando simplemente
aquello que son!
Como el espejo sucio

¡Qué diferencia abismal de la siempre alerta
conciencia
del que sorbe del manantial del nóumeno!

Como un panal lleno de bendiciones
Desbordándose en ríos de miel
Es el sabio que ha anclado en las playas de la bienaventuranza

¡A la mar, a la mar!
Grita quien ha probado tan solo una gota
De éxtasis espiritual

El oceánico placer sorbido
Es un interior estallido
Incomparable con todo lo anteriormente conocido

¡He aquí la línea que separa lo finito
de lo infinito!
Las fronteras de absolutidad

Quien llega aquí es como un país ideal
Sin fronteras
Sin límites

No puede decirse nada
De una persona así
Absolutamente nada

Pero ella misma dice lo que debe decirse
Dando testimonio
Y palabras de verdad

Cuando alaba la lengua del sabio
Es como una lluvia de flores frescas
¡Como una cascada de jazmines!

Que llenan el alma con dulce néctar
De amor
Con pasión santa, extasiada hasta los cielos

Y cuando censura, cuando reprende
Cae sobre el necio como una lluvia de flechas
¡Como un huracán de fuego!

Que con facilidad destruye corazones venenosos
Moliéndolos
Como al maíz

Realmente es imposible juzgar al sabio
¿Acaso se puede juzgar al juicio mismo?
¿Se puede decir “buena” a la bondad misma?

Generalmente, estos rascacielos espirituales
Se ponen el atuendo del deber
Ético, social y religioso

Pero los cánones del siglo
Los estatutos de cierto tiempo
No siempre le van

Entonces, se hace necesario
Quitárselos
Cual si fuese ropa sucia, apestosa

¡Este juego impresionante!
¿Quién será capaz de entenderlo?
¡Sólo el sabio entre los sabios!

Creación y destrucción
Se llaman los zapatos del maestro
¡Y qué triunfante es su caminar!

Ésta es su marca:
Cada vez que habla
Suelta de la boca un terremoto de justicia

O una suave bonanza de humildad
¿Cómo correr de este león temible
que aprendió a hablar?

Pero la paz que irradia de su silencio
Como frescos rayos de luna
Es su inconfundible distintivo

Lo que las masas consideran tan valioso
Sedientas de arengas y discursos
Es sólo ruido para quien conoce esta mudez

Si bien con dialéctica, retórica y sofística
Se pelean interesantes batallas
No hay nada más poderoso que el mutismo

Todas las metralletas ingeniosas
De frasecillas, aforismos y sofismas
Desaparecen ante el estallido nuclear del silencio

Argucias, paralogismos y sutilezas
No son sino espuma chocando contra el arrecife
De la mente aquietada en la paz

Las vibraciones burdas de la más virtuosa orquesta
Son como el molestoso mosquito
Para quien tiene a su disposición un coro de ángeles

¡Y aun ellos necesitan mucha práctica!
¿Para qué perseguir un río medio reseco
si se puede ir directamente a la fuente?

El silencio es como un océano sin olas
Inmenso, aquietado: lleno de plenitud
Saturado de paz

Estallando continuamente
En acordes cristalinos
De serenidad

Modulando lentamente
La melodía
De la quietud

Sorbiendo gota a gota
El manantial prístino
Del sosiego

¡Ahh, silencio destructor
que trituras las interiores ciudades
de la ansiedad!

Como general invicto y bravo
Penetra hasta la plaza
Tomándola por la fuerza

¡Oh, león sereno
haz descansar esta rebelión
de voces infernales!

Con órdenes firmes, perfectamente serenadas
La insubordinación de los pensamientos guerrilleros
Ha sido aplacada para siempre

¡Ya no harán mella las insignificantes escaramuzas
del ruido mental rabioso
en un cerebro pacificado!

Hábilmente apaciguado
El país liberado
Homenajea al valiente soldado

¡Que ha vencido al malvado!
¡Enemigo perverso y osado
que quedó como un animal mutilado!

Buscador, ¡te has convertido en un sabio!
En un tigre que odia la mentira
¡En un gatito que ama la verdad!

¡Ay, la hipocresía, al mundo le corroe
como las venas cortadas
del suicida!

La mentira corre desenfrenada
Gritando por doquiera
Como bruja condenada

Pero la verdad del sabio
Firmemente anclada en la paz
Simplemente calla

Sí, porque quien arma escándalo
Quien hace ruido, quien pega grito al cielo
No siempre lo hace con sinceridad…

Sabe distinguir, pues
El veraz, sereno, pleno y tranquilo
Del mentiroso, alterado, acelerado y nervioso

¡Cuán difícil es, buscador, encontrar la perla de la verdad!
Puesto que primero hay que fundirse
Completamente en ella

El poder distinguir la verdad de la mentira
Es un poder sobrenatural
Concedido a los custodios de mis tesoros

Y, ¿sabes cómo son estos guardias?
¿Estos leones usando la sinceridad
como cota de malla?

¡Lo sabrás por la gracia divinal!
El maná celestial
La bendita comida ingerida como luz frutal

Cuando descienda sobre ti
Lo sabrás instantáneamente
Como una filosísima intuición

¡Mi paz destruye toda carne!
Y licuefacciona el alma
Exudando un exquisito aroma

Volviéndose cada respiración
Una cascada de pétalos
Dulcemente perfumados

Esta paz es el licor más buscado
Por mis narcotizados espirituales
¡La droga más adictiva!

Como a través de un espejo
Se metamorfosea el mundo para el que bebe
De la botella de mi paz

En una benigna y dulce melodía
Que va haciendo siempre nuevas variaciones
En la bienaventuranza

Mirad al mundo:
¡Qué bellamente ataviado está!
Cual novia deslumbrante

El sabio que ha logrado esto
Se ha transmutado en el afortunado esposo futuro
Que gozará de mi virginal iluminación

Y el divino placer de ese amor
Dará orgasmos santos al cosmos
Que se balanceará como un borracho extasiado

¡Porque todo se ha acabado
para el que ha probado
de este sagrado manjar un bocado!

Quedará tumbado
Y por el deleitoso dolor fulminado
Sin pensar en el futuro o el pasado

Sino sólo en cómo volver a probar
Y experimentar
Ese gustoso manjar

Hollando tremendos caminos en la ansiedad
Y en la preocupación
Mientras intenta no ahogarse en sus propias lágrimas

¡Cuán misteriosamente es otorgada esta gracia
que toca quizá
a uno entre un millón!

Pero ni aun ése es afortunado
Ya que podría enloquecer más rápido y peor
Que los otros, que ignoran esto

Por tanto, la bendición requerida
Podrá ser o no gratuitamente concedida
Dependiendo de quien la pida

Porque la paz fluye desde aquí
Y ahora
En manantial imparable

Abriendo poros a la nada
De donde se vierten
Incontables caudales de sosiego

Esta quietud
No es ninguna virtud
¡Sino un terrible alud!

Quien la conoce vive en espiritual juventud
Y con el alma en perfecta salud
¡Casi sin fijarse en su cuerpo-ataúd!

Así que lucha, amigo
Persevera, buscador
¡Levántate, que no hay tiempo que perder!

Ya que el cansancio te sobrevendrá
Como la invasión de un terrible ejército
Devastador e implacable

Tus huesos serán hecho polvo
Tu carne aplastada
Y tu piel retorcida de dolor

Tu cuerpo entero será
Una rosa llena de espinas
En plena agonía

Sin energías ni apoyo
No podrás ni acostarte
Del sufrimiento

Todos los nervios siendo estrujados
Por la mano de acero del arrepentimiento
Y contrición punzante

El tormento inenarrable
De las energías disipadas y de la vida desperdiciada
No tiene comparación en este mundo ni en otro

Al llegar a la senectud
Al arribar a las temibles costas de una enfermedad fuerte
Las lágrimas fluyen solas, junto con los pensamientos de remordimiento

Como un mazo cae el destino retumbante
Moliendo y despedazando toda carne
Que no ha hecho bien

Desperdigando su polvo
Por el mundo
Para que sirva de abono en el futuro

Por tanto nadie escapa del duro daño
De las estructuras materiales perecederas
Y de la transformación a la que está predestinada

¡Ojalá sea una metamorfosis de luz
y no de oscuridad
la que te espere en el día de la disolución!

Puesto que no hay salvación
Sino turbación y destrucción
Para el que rechaza esta solución

¡Qué!
¿Me sacudes la cabeza?
¿Arqueas las cejas?

Necios como tú
Han sido tus antepasados
Arrogantes

¡Vivieron como inmortales!
Sólo para que sus huesos sean roídos
Por los perros

¡Cada generación pretende ser la única
en este mundo!
Cuando que no son sino fichitas que se cambian continuamente

Y aun: cada ser humano
Cree que no será tocado por la muerte
¡Sueño de espeluznante inocencia!

Comiendo, bebiendo y riendo
Bajan a la tumba:
Nadie los recordará

Polvo sobre polvo
Solamente queda
De la arrogancia ciega de los escépticos

Polvo que se volverá
A rejuntar
Para seguir soñando en el dolor

¡Cenizas que se creen inmortales!
Consumidas en el fuego
De su propia ignorancia

Puesto que estos elementos
Que tan ligados parecen estar
Han de volar al más leve soplo del tiempo

Unos
Cuantos años
Y fenece la fortaleza

Otros
Pocos más
Y la belleza murió

Se esfuman, evaporándose y disipándose toda juventud
Del cuerpo, para volver a su fuente en las nubes
Así como las aguas

Tan hermosos y bien formados los mozalbetes
Tan encantadoras y atrayentes las doncellitas
¡No son sino carne de cañón que destrozarán las balas de los años!

Derrumbando toda energía, todo color
Toda frescura, todo primor
¡Dejando sólo del cadáver el podrido olor!

¡Qué seguros suenan, qué convencidos!
Los irónicos y los sarcásticos, burlándose de todo
¡Serán todos para los buitres un rico manjar!

Festín se darán los gusanos
De la basura sobrante de todos ellos
¡Comiendo y riendo también!

Porque la más sólida teoría
Se retuerce ante el más leve toque
Del realísimo sufrimiento

Fortalezas de aire son las convicciones tercas
¡El dolor no conoce
de filosofía!

Al ver a los ojos a un hombre autoengañado
Hasta se podría pensar que tiene razón al anunciar su inmortalidad
Sólo que sus ojos se han de cerrar…

Y quedarán así
Aplastados y destrozados
Por el polvo que ayer lamían

¡Terrible y espectacular
es la visión de las masas
precipitándose al abismo!

¡Corriendo y compitiendo
por quién colocará primero
su tierna piel sobre la guadaña!

¡Imparable corre la sangre
cuando se vino abajo
la represa de la vida!

¡Se acabó el show!
¡Terminó el espectáculo!
¡A devolver los trajes se ha dicho!

Las masas entregan puntualmente su carne
Para que se siga moldeando
Más necios de la ceniza

Ver cómo el abono de los muertos hará crecer
Árboles para papel de libros escépticos
Es maravilloso

Y aun, la experiencia de los buenos
Enterrada por las manos del tiempo
Es inenarrable

¿Estás solo, buscador?
¿Estás solo, en esta vida?
¿Quién te salvará?

O mejor dicho:
¿Habrá salvación
de todo esto?

Si piensas que sí
Escucha ahora
El canto de uno que era como tú:

“Apartando planetas no te vi
Ni esparciendo polvo de estrellas
Ni dentro de las almas bellas
Que tienen todo en sí

¿Cuántas fulgentes y variadas centellas
he encontrado opacas?
Eran solamente botellas
Llenas de nada

Puesto que su brillo es oscuridad
Comparado a tu perenne e irresistible luz
¡Cuántos somos los que no vemos la realidad
inmersos la cabeza en el ego cual avestruz!

Más la meta no puede ocultarse
Para el que de verdad persevera
¡Ciertamente deberá mostrarse
al menos en la hora postrera!

Apartando galaxias no te vi
Ni debajo de todos los astros
Realmente no veo ningún rastro
Salvo la brillante ceniza carmesí

De mi corazón en dolor transido
Y por la ignorancia oscurecido
¡Cómo espero que tu espada
rompa estas cadenas pesadas!

Puesto que ¿cómo puedo ser libre
cuando me encuentro inmerso
en el bosque del negro tigre
que devora todo el universo?

¡Su castigo es terrible!
Horrible su movimiento y presencia:
¡La muerte temible!
¡Inconmovible barrera de toda ciencia!

Apartando edificios y ciudades no te vi
Ni detrás de todas las montañas
Ni en las nubes de las mañanas
En pleno frenesí

Preguntando a los abismos
Constaté que ellos no saben nada
También los enérgicos sismos
Parecían tener la boca cerrada

A los pájaros, a los hombres, a los peces
Y a las lejanas estrellas en sus dorados sitiales
Inquirí, pero sólo recibí de rincones siderales
El eco de mi voz, todas las veces

Incluso la eternidad
Meneando sus caderas atrayentes
Con todos los dioses omnipotentes
Admitían su necedad

Apartando pesados ladrillos conceptuales
No te hallé
¡Me esforcé más que todos los intelectuales!
¿En qué fallé?

Puesto que, aun sitiando ciudadelas dogmáticas
Y teológicas, así como interminables castillos doctrinales
No pude vislumbrarte, ni a tus luces aromáticas
¡Construí un rascacielos de conocimientos con negros ventanales!

¡Cómo rezo para que obliteres las masas densas
de mi oscuridad con tu luz benigna!
¡Y esta mente que retiene pensamientos como prensas
escondiendo por siempre tu enigma!

Puesto que mi ego vomita su oscuridad que acapara
Todos mis sinceros y devotos intentos
Mi asesinado orgullo no muere sino que salta y repara
Los viejos vicios derrumbando tus portentos

Apartando y echando lejos las tentaciones
No pude encontrarte
Ni por la ascesis, ni por las oblaciones
Ni buscando en todas partes

Pero prometo que si nuestros corazones
Unes, y vienes a mí, dejándome capturarte
¡Dejaré ahora mismo todas estas bendiciones!
Si tan sólo juras llevarme a tu baluarte…

Puesto que ni el sexo, ni el vino, ni la fama ni el poder
Se comparan a ti, ¡cuánto lo sé!
¡Llévatelo todo y dale a quienes todavía no lo pueden entender!
Que yo aquí ya no estaré

¡Me habré ido!
Llevado por la melodía de los siglos
Por su soplo, en sigilo
Que nadie ha conocido

Apartando paraísos vivos y cielos
No te pude hallar
Ni en placeres o dolores llenos de velos
Prontos ha estallar

Las visiones extáticas y los divinos empeños
No hicieron que te me ofrezcas
¡Quizás cuando muera y yazca como los leños
tampoco aparezcas!

Puesto que ni los increíbles poderes
Ni todos los milagros y maravillas
Lograron que me lleves y esperes
Más allá de los lodos, en tus villas

¿Cómo es posible albergar esperanzas
de tenerte conmigo alguna vez
cuando me parecen sólo muerte las bonanzas
divinas que anhelan todos tus santos con testarudez?

Apartándote, finalmente
A ti mismo, callé, escarnecido
¿Cómo pude ser un necio tan enceguecido
por mi propia mente?

La verdad última, la realidad verdadera
Hoy me ha encontrado
¡Yo nunca la he buscado!
Mas ahora ella me trepa cual enredadera

Nada puedo decir, ni hacer
Que carezca de bienaventuranza
¡Aunque mis acciones parezcan andanzas
surgen del omnipotente saber!

De mis labios brotan interminables biblias
De mis manos infinitas pirámides
De mi corazón surgen eternidades
¡Porque finalmente mi Señor se apiadó de mí!”

¿Entiendes, hijo?
Este buscador sediento
Encontró el pozo de mi gloria

Y sació su sed
Con el río
De mi santidad

Tapó la cloaca de deseos
Con mi mano
Divina

¡Seguro!, puedes imaginar una veintena de “faltas”
E increparle al hombre
¡Pero es sólo tu ceguera la que te hace ver esas ensoñaciones!

El santo o iluminado
El inmortal
Cual niño bueno, ya ha terminado su tarea

Ahora, las “cualidades”, que sean manifestadas en él
No interfieren en lo mínimo
Con su verdadera gloria

¿Debe acaso un rey
decir todo el tiempo:
“Soy rey, soy rey, escúchenme, soy rey”?

Quien sabe y conoce
No duda
Sólo los necios discuten acerca de la grandeza

Los verdaderos sabios
La experimentan
De instante en instante

¡Cuántas clases de reyes imperan
en mis regiones celestiales
cada cual con sus manías!

Uno es silencioso
Otro se desborda en sabiduría
Un tercero opera las leyes sobrenaturales

Quien es maestro de su propia vida
La dirige como director de orquesta
Indicando melodías a los instrumentos de causa y efecto

“Amor”, “Justicia”, “Verdad”
“Valentía”, “Virtud”, “Honestidad”
“Meditación”, “Libertad”

Son los acordes que la orquesta del universo
Regala al maestro
Lleno de luz

Pleno de verdad
Desbordante de alegría
Y terrible con los indignos

¿Podría instantáneamente indicar alguien
el sendero de las galaxias
la vía de los quásares?

Sería más fácil que buscar un patrón predecible
En los pensamientos, palabras y acciones
De mis hijos

Sí, mis hijos, digo
Puesto que están consubstanciados conmigo
¡De tal palo tal astilla!

Tienen mi naturaleza reverberando en sus corazones
Como magneto al rojo vivo
Como corazón excoriado

Y cada cual sabe perfectamente su misión en la vida
Misión inspirada por mí
Mas por ellos perseguida

Mis sabios me han rezado:
“Papá, no queremos nada
sino tu voluntad. ¿Qué he de hacer?”

Y les respondo: “¡Hijo amado!
¡Exactamente eso!
¡Lo que tú quieras!”

¡Qué juego más hermoso!
Deleitante y embriagador
La del hijo y el padre

Puesto que como un instrumento que se va afinando
Así también la voluntad del hijo
Se va sintonizando con la del padre

Hasta que ya no son dos
Sino uno
El verdadero, el santísimo

Evidentemente, “las imperfecciones” humanas
Tienen también su rol
Como el villano en la película

¿Cómo no saber que ya ha sido derrotado?
¡Rufián despreciable
que, no obstante, forma parte inescindible de la trama!

Esta “lucha” del sabio con sus “defectos”
No es sino un entrenamiento para él:
Yo ya le di el boleto ganador

Puesto que con fe, perseverancia y devoción
No hay horizonte, que como pared orgullosa
Impida el paso

¡Accedan, hijitos, a la eternidad
tan afanosamente guardada en cofres de tiempo!
Escondida más allá de la creación

Premio inalcanzable
Galardón verdadero
Laurel definitivo

¿Quién observó el primer segundo?
¿Quién sabe lo que pasará
en el postrer minuto?

Sólo quien ha probado
Un bocado
De mi omnisciencia

¡Ay, me siento como quien
quiere compartir un banquete
en un país donde nadie tiene boca!

O como un pintor que hace las obras más bellas
En medio de los ciegos
¿Quién pudiera abrir sus ojos y verme?

¡Qué poeta desdichado soy!
Ya que no importa la dulzura de mis versos
¡Pues todos están sordos!

¿Quién paladeará la ricura de mis platos y refrigerios?
Puesto que las lenguas de mis conocidos
¡Han sido arrancadas de cuajo!

¿Y de qué me sirve ser un rey de las artes amatorias?
Cuando que mi amada
¡No tiene piel, ni sensibilidad alguna a mis caricias!

Soy un iluminado, un despierto
Queriendo explicar la sagrada doctrina
¡A los que roncan!

¿Cómo podrá el sol alumbrar
la mitad oscura de la tierra,
y la umbrosa faz lunar ser mostrada al ojo atmosférico?

¿Cómo podrá el espejo reflejar
cuando no hay nada
que se pose sobre él?

¿Quién me escuchará?
¿Quién me verá?
¿Quién me sentirá?

¡Ay, espejito, lo único que necesitas
es otro espejo, igual a ti
que te refleje en la infinitud!

Sólo Dios comprende a Dios
¡Es lo que dicen
los verdaderamente sabios!

Las culebras del pantano
Y sapos del estanque
Pueden teorizar mucho

¡Pero no son sino ceniza
en manos del Creador
del cielo y de la tierra!

¿Quién es un sabio?
¿A quién llaman santo?
¿Dónde están los omniscientes?

Sólo Dios es verdadero
Sólo Él y Él solo
Es santísimo

Sólo Él es sabio y conoce
Sólo Él se comprende a sí mismo
Completamente

Dios únicamente
Existe realmente
Él es todo

¡Bendito, alabado, dulzura!
¡Amor, verdad, justicia y misericordia!
¡Valentía y vida de verdad!

¿Puede el hombre abrir su boca
o proferir algo que no sea
una mentira?

¿Puede un mortal
levantar su mano
y moverla sin error?

¿Es posible que la mente
del simio pelado
alcance la pureza?

¿Pueden sus pies
pisar algo
que no sea polvo?

¿Es posible que en su sucio corazón
no anide
la maldad?

¡Dios bendito!
¡Papá bueno!
¡Amante inmortal!

¡Eterna gloria!
¡Bendición sin límites!
¡Santo perfectamente dulcificado!

¡Amor dolorosamente ganado!
¡Gozo trabajoso y feliz!
¡Bienaventuranza prístina!

Este Dios es verdaderamente
La paz perfecta
¡Y su Reino está en nuestro corazón!

Uno en un millón logran verle
Y uno en ese millón
Es glorificado así como Él

Aun cuando en su
Inconmensurable misericordia
Todos sean salvos

¡Invisible es el espíritu inmaculado!
Que obra infinitas maravillas
¡Poder y gloria sin límites!

Es muy poca cosa el universo para quien le tiene
Al Padre Celestial
Anidando en su alma

¡Es imposible que el Misterio
se muestre a los necios
a no ser, que sean humildes!

Ya que incluso un analfabeto
Hablará de ciencias abstrusas
Si mi gracia desciende sobre él

Quien es tocado por la mano de Dios
Es completamente destruido
Como una estatua de arena

Su vida ya no le pertenece
Y bien puede decirse que es un muerto
Puesto que todo se acabó para él

Como un mendigo
Que de pronto se volvió rey:
Así es el bendito

Como una hormiga pisoteando estrellas
O un grillo que salta al espacio sideral:
¡Así es el bendito!

Una pizquita de carne
Nadando en los cosmogónicos mares
De mi alegría

Un trocito de filete
Buceando en todas las mentes
Saturadas de mi omnisciencia

Aquél que es luz en este mundo
Verdaderamente es alabado
Por mí

¡Con el primer paso ha llegado a la meta!
¡En el primer segundo ha comprendido la eternidad!
¡Alabándome se ha convertido en mí mismo!

“Yo soy Dios”
Así vibra la mente brillante
Del verdadero discípulo

“Yo estoy en todos lados”
“Mi poder es sin límites”
Así clama dentro de sí este maestro

“Mi sabiduría se desparrama
de esta mota de polvo que es el cosmos”
¡Así es el bendito!

Lleno de luz, pleno de gloria
Rebosante de bienaventuranza
¡Así es el bendito!

En su cuerpo
Retiene
El verdadero enigma

La naturaleza se vuelve esclava
De un hombre así:
Completamente iluminado

La humanidad entera cae arrodillada
Ante sus pies
¡Así es el bendito!

El discernimiento hace que su rostro se vuelva refulgente
La misericordia chispea en sus labios
Con palabras llenas de sabiduría y consuelo

Cada gesto, cada giro de sus manos
Hace germinar los legítimos deseos de los devotos
¡Que tanto han rezado por su cumplimiento!

Como un huracán
Con piernas
Este santo se pasea por el mundo

Desarraigando de cuajo a los malos
Refrescando las llagas de los buenos
Dando gloria a mi nombre

Conciencia pura
Felicidad sin fronteras
Inteligencia interminable

El santo es venerado en este mundo
Y en el siguiente
Como un verdadero inmortal

Este ser humano
Cuyas carnes están hechas de nubes
Es verdaderamente un reino de luz en la tierra

Un paraíso viviente que enseña
Con mansedumbre y ecuanimidad
El camino a mí

¿Quién sabe quién es el perfecto?
¿Puede alguien reconocerlo?
¿Es posible señalarlo con el dedo?

Al ver que la avalancha de dudas
Queda evaporada
El discípulo sabe que ha encontrado al maestro

Al refrescarse
En una suave llovizna de certeza
El alumno ha llegado a casa

Con fe de piedra irrompible
El discípulo seguirá a este hombre
Ancla del barco de los elegidos

El discípulo ha de adiestrarse
Con tesón y buena voluntad
En las enseñanzas supremas

Recto y de buen corazón
El alumno purificado
Ha sido hallado digno de conocer al iluminado

¡Ciertamente que deberá franquear pruebas
duras y difíciles, abstrusas e incomprensibles!
Que con esfuerzo las pasará

La fe inquebrantable en el maestro omnisciente
Trae como premio su protección
¡A prueba de balas, fuego o fin del mundo!

¿Qué se puede ocultar de la vista del todopoderoso?
¿Podrán los malos esconderse del ojo omnisapiente?
¡Quien dice la verdad siempre, no será avergonzado jamás!

El alumno con los ojos abiertos
Cruza el mar sin mirar atrás
Y pasa de este mundo al siguiente como gacela

Como una paloma
Santificada con la verdad
Se lanzará a la eternidad

Olvidando su vieja vida
Como pueblo que olvida
Al malvado tirano que muere

¡Vamos, buscador, cíñete el cinto!
Y escucha a tu maestro
Ese que verdaderamente me conoce

¿No ves el infinito brillar en sus ojos?
¿Y su mano obrando maravillas?
¡Escucha sus palabras caídas del cielo!

Estúdialo, analiza su persona
¡A ver si encuentras defectos en él!
¡Nadie tira un diamante que ha encontrado en el camino!

Sigue su doctrina
Concebida en las alturas
De mi amor

Santifícate a través de él
Para que puedas ser hallado gozoso
Ante mi presencia

Deja tus inútiles querellas detrás
Y disponte a cumplir con la única tarea
Para la que has nacido

La de tenerme a tu lado siempre
Como quien es querido por sus amigos
Y es tenido en alta estima

¡Tenme siempre a tu lado, hijo!
Y te ayudaré en lo que quieras
Con tal de que sea lo justo y correcto

Simplemente ven y acércate
Conóceme, estate en mi presencia
¡Consume mi esencia!

Intima con mi ser
Contacta conmigo
Aprende, al fin, quién soy

Como un gatito, peleando con su propia sombra
Es el que lucha sin conocerme
¡Estate quieto, gatito!, ¿no ves que estoy cerca?

Contigo me muevo, contigo al acecho
Pero contigo no sufro, chiquito
¡Estate quieto!

Los tontos me agreden como al espejo
Sin saber que soy su reflejo
¡Y cuando los cristales rotos les cortan lloran perplejos!

¡Perrito, deja de perseguir tu propia cola!
¿Oh quieres morderla
y sentir el dolor para saber que es tuya?

Yo y mis elegidos somos misteriosos
¡Es así!
Somos como la luz

Brillantes, alumbrando todo
Y dando sombra
Dueños del universo

Mis hijos se gozan muchísimo
Cumpliendo mis mandamientos
¡Y yo les dejo hacer lo que quieran!

Somos como el océano
La gota y la ola
¡Uno sólo!

Bailando de la mano
Esta danza
De la creación

¡Las miríadas de mundos
no pueden comprenderlo!
¿Podrás hacerlo tú, buscador?

Redobla tus esfuerzos
¡Disuelve la nube cuántica
de tu cerebro misterioso!

Quita la espuma de pensamientos
Y analiza con discernimiento
¡Escudriña en moléculas de tiempo!

Derrumba paredes de sentimiento
Y tritura laberintos lógicos
¡Ve más allá!

Porque si en un átomo
Deposité toda mi gloria
¡Qué fútil es buscar en las estrellas!

Sin mirar primero adentro
En el corazón
¡Donde estoy yo!

¡Oh, mi ansiedad
mi dolor, mi angustia!
¡Si tan sólo pudieras conocerme!

Y si lo haces
¡Alegría, gozo, felicidad!
Sin fin, interminables, ¡eternidad verdadera!

¿Y quién me conoce realmente
a profundidad
de manera concluyente?

Sólo yo, buscador
¡Sólo yo!
¿Comprendes?

Ni aunque logres el mojado lazo
De la omnisciencia
Con el que salpicarás mundos

Ni aunque tengas la fragante palma
De la omnipotencia
Con la que derrocarás dioses

Ni aunque tengas la dulce miel
De la omnipresencia
Con la que degustarás cada rincón del universo

Ni aunque logres el infinito
Ni aunque rompas los abalorios de eternidad
Ni aunque seas yo mismo por un instante

Podrás conocerme de verdad
¿Quién conoce este misterio
salvo yo mismo?

El secreto no será revelado a nadie
¡Porque no hay secreto
fuera de mí!

Como el viento que paladea todo
Yo palpo cada rincón del cosmos
Con mi lengua de conciencia

“Yo soy” es el clamor de batalla
Que resuena en las meditaciones
Del maestro

“Yo soy” cual trompeta
Cual clarín que desparrama
Una estampida de éxtasis

¡Lo que los santos han experimentado es cierto!
Ellos me han visto cara a cara
Llenando su carne de mi fulgor

Sus huesos revitalizados
Con mi tónico de inmortalidad
¡Brillante como las estrellas!

La ilusión resquebrajada
Por la destructiva pócima dorada
¡Deja el alma embriagadoramente extasiada!

El universo cual telaraña rota
Pende como una mera mota
¡De polvo, en tu luz, en tu cota!

¡Tu cuerpo entero es el cosmos, buscador!
Un bosque brillante
De pensamientos luminiscentes

Y las estrellas en el cielo
No serán sino polvo bajo tus pies
¡Esto siente quien de verdad me tiene!

Como un mero granito de sal, casi sin sabor
Así considera el bendito al universo
Algo fútil, insípido, incapaz de satisfacer la sed cosmogónica

El ansia de santidad es una energía tremenda
Que resquebraja horizontes de tiempo
Y rocosas estructuras de mundanal poder

Como la suave vela derrite a su propia cera
El santo va derritiendo al mundo
En su fragancia de amor

¡Cuidado que no se vuelva una llamarada incontenible!
¡Olas de fuego en la tortuosa mar de apocalipsis!
¡Tsunamis de destructivo dolor!

El deseo ciertamente es vibración poderosa
Más que cualquier otra cosa
Pétalos y espinas de rosa

Ya que si tu deseo se ha circunscripto
Al mero placer sensorial, serás como el perro
Saboreando su propia sangre creyendo que es hueso

Los deseos por bagatelas, podrán o no cumplirse
Dependiendo de la disponibilidad y de la codicia
¡Y de cuán duro trabajes por ellos!

Como una riada o un saqueo a una ciudad en la noche
En el medio de una guerra terrible
Así está quien busca las riquezas de este mundo

Como la sal o el picante desmedidos
Destruyen la lengua
Así se oblitera quien vive anhelando seguridad mundana

Con espinas y cardos dentro del zapato
Camina quien se preocupa en demasía
Por qué cuentas pagar o quién le debe qué

Muy pronto estará tan muerto
Como los billetes y monedas
Que tanto anhela

Mas, como quien bebe de coloridas aguas frescas
En una vigorizante lluvia de verano
Es quien confía en Dios

Puesto que las cuentas, las cuotas y demás
Tienen ciertamente un precio
¡Pero la preocupación es gratis!

La ansiedad nunca hizo generar más bienes
De lo que el trabajo o las rentas
Hicieron por sí mismos

Por tanto, el más seguro banco
Es la certeza de la verdad
Que es la fe

Aguardiente que emborracha de valentía
Crema que desinfecta dudas y cura heridas
¡Bálsamo para el alma contrita!

La fe es una ametralladora
Que desmenuza pelotones de sentimientos confusos
Como el sol del amanecer despeja a las relinchantes tinieblas

La confianza en la Providencia garantiza verdadera seguridad
Más allá de porquerías materiales
Y bonanzas espirituales

Puesto que hasta los santos
A veces se dejan engañar
Por la caleidoscópica y cimbreante ciencia de la mística

¡Un corazón en llamas
rodeado de fuegos espirituales
como una presa de caza acorralada por canes!

Por eso la convicción es importante tenerla siempre presente
Como el mapa estratégico es vital
Para un general que quiera ganar la guerra

La fe colorea la realidad con tintes armoniosos
Convirtiendo las disonancias
En deliciosas melodías cristalinas

Lo incomprensible se vuelve fácil
Lo misterioso baladí
Mientras se evaporan todos los secretos

Quien tiene fe no necesita nada más
Y no se preocupa por nada
Como quien vive exclusivamente de rentas

Como quien ha conquistado el mundo entero
Y no tiene otra cosa que hacer
Sino compartirlo

La fe absoluta trastoca el cielo por tierra
En un instante
De eterno brillo

El doloroso fragor
De la conciencia contra sí misma
Hace brotar las chispeantes aguas de la devoción

Las delicias que experimenta
Quien sorbe de este manantial
Hace que su sed se colme para siempre

Palabras laqueadas de luces irrebatibles
Mojadas con diamantes de resolución irrompible
Son las del devoto lleno de fe invencible

Imposibles, de contrarrestar
Son los ladrillos de resolución
Del castillo de integridad que es el santo

Su palabra vale más que el oro
Y su favor es como una ventisca
De eventos que se encauzan hacia buen fin

¡Victoria materializada
en fulgentes ladrillos de sosiego
sobre tumbas de fracasos del pasado!

¡El buen puerto espera siempre
a los proyectos del bendito!
¡El universo mismo confabula para darles buen término!

Mientras que las montañas en las sierras
Otorgan paso al bienamado
Y los árboles en los bosques le protegen

Su fe ha posibilitado que las olas del mar
Sean sus discípulas
Y las nubes sus alumnas

Los elementos, la materia y la energía
No son sino arcillas en la mano
Del verdadero devoto

Con esa fe es posible otorgar vida a los muertos
Y cercenar la boca de los blasfemos
¡Vida y muerte son bagatelas para el despierto!

Bromas sin significado
Perogrullada sinsentido
Palabras huecas

Para quien conoce a Dios
La palabra “Dios”
Está completamente vacía

La fe destruye universos escépticos
Como cristales de prejuicios
En una tormenta de convicciones

No importa en qué deposite su fe el bendito
Puesto que esa semilla brotará pujante
Como si hubiese florecido de repente

Las cosas muertas tendrán vida
Y los objetos invisibles se materializarán ante los ojos de todos
La fe es el barniz con el que se pinta un universo bondadoso

Ojos más allá de las luces
Oídos más cerca que el viento
Piel omniabarcante

El cuerpo de la realidad
Reside en el corazón verdadero
Burbujeante de bienaventuranza

Muerto para los necios
Vivo para los sabios
Perfectamente inmortal

Eternamente aquí
Siempre ahora
En un continuo despertar

La fe abrió todas las puertas
Misteriosas
Y la luz fue empujada adentro

Indestructible es la devoción verdadera
Una roca de milenios
Estratificados en filosísima conciencia

Que irrumpe dentro del arcano enigma
Y lo descifra completamente
Y lo desecha

¡Y lo desecha!
Como quien deja su cuerpo tirado
En un abrazo a los cielos

¡La vastedad absoluta es
solamente un granito de azúcar
de la verdadera inmensidad del corazón del devoto!

Puesto que ha sido el tubo de ensayos
En el que Dios ha experimentado
Con las fenoménicas pociones de éxtasis espiritual

Variadas, preciosas y brillantes
Son las diversas pruebas que el discípulo recibe
Del amor del maestro

Tonos deslumbrantes, colores inimaginables
Como atardeceres superpuestos
En mayestáticos tornasoles

Las visiones irrumpen con su realismo indubitable
En la mente purificada
Derrumbando todo resquicio de duda

Confundiendo sueño y vigilia
Como quien no sabe
Si está vivo o muerto

Para descreer finalmente de todo
Lo que ven los carnales ojos
Y percibir lo invisible

O las expansiones de conciencia
Como la gota de mar
Que de pronto se convierte en océano

Palpando cada rincón de sí misma
Mientras descubre su propia omnipresencia
Como niño que empieza a caminar

¡Que poco estima este cuerpo
quien conoce su verdadero cuerpo!
Como la infinita masa de luz que es el cosmos

Lanzando una nave espacial
Que llega a los límites del universo
¡Dentro de su propio corazón!

Viajando a velocidades crecientes
Dejando espumas de infinitud
En quietud ubicua

O la mente racional tan aparentemente transparente
Quebrada en mil pedazos
Por el pétalo suave del no pensamiento

¡Que aprieto el del intelectual
cuando se ve a sí mismo como una hormiga
frente a la siempre creciente sabiduría!

Quien mide todo con una regla de causa y efecto
Asombrado se la tendrá que romper
¡Sobre su propia cabeza algún día!

La gota de bienaventuranza que cae en el estanque de tiempo
Hace una purificación tan demoledora
Que hace sacudir eternidades

¡Despertad, perlas imperecederas
y adornad el gallardo pecho
que posee el zafiro del despertar!

El corazón iluminado
Revolotea continuamente
Por sobre aguas de silencioso éxtasis

O como el guardia, siempre atento, siempre servicial
Sosteniendo, paralizado, su lámpara de aceite
Ante la hermosura descomunal del amanecer

¡Tan tonto era creyendo que las flechas oscuras
eran mantenidas a raya por su escudo lumínico!
¡Oh mirad! ¡Todo es luz!

Continuamente abrazando la beatitud
Como el esposo recién casado a su reina
Así vive el sabio

De la mano con la bienaventuranza
Camina el verdadero discípulo
En las playas de paz

Continuamente mirando el romper de las olas
De gloriosa luz
Esparciéndose en espumas de devoción

El superficial lienzo azul del océano
Refleja su verdadero yo
Mi yo soy

¡Gracias al bendito!
¡Oblaciones le sean dadas!
¡Por otorgar la cena deliciosa!

¡Como un perro vagabundo, desahuciado!
¡Casi sin esperanzas acudí a su puerta!
¡Y oh! ¡Me hizo sentar en su mismo trono!

Como lacra del mundo
Como polvo que se tira afuera
Así era yo una paria entre los hombres

Arrastrándome por las calles
Como un gusano por el lodo
Así iba detrás de la ilusión de ellos

Mas, mi maestro me hizo ver lo real
¡Por medio de las tesis irrebatibles de éxtasis espirituales
Me regalaron un doctorado en la omnisciencia!

Así que ve más allá, hijo
Intérnate en el cavernoso enigma
Que no repele a los valientes

¡No te dejes impresionar
por los colmillos de su oscuridad
ni por las garras de su incognoscibilidad!

Detrás de las paredes negras, te aseguro
Se esconden incandescentes reinos
Brillantes, luminiscentes, eternamente resplandecientes

Te exhorto, por eso, ¡saboréalos!
¡Disfruta del manjar de los santos!
Que no es dado a todas las bocas

Pero no te empalagues
No seas como el huésped maleducado
Al que tuvieron que echar, porque siempre pedía más y más

Sé frugal en tus placeres celestiales
Saborea el divinal alcohol con sobriedad
Disfruta de tu angelical esposa con ecuanimidad

Los divinos éxtasis acarrean una lección:
No son el final del camino
Sino meros letreros indicadores de tu verdadero hogar

El mero inicio
De que lo que estás pisando
No es mera tierra

Adentrándote en praderas celestiales
No te acuestes a descansar, perezoso
Sino que apura el paso, más allá

Puedes delimitar al universo
En un solo abrazo
¡Pero eso no significa nada!

Recuerda: estas pequeñas perlas
No son la meta
Ni el fin

Por tanto, no te dejes engatusar por su
Exquisito brillo
Queda aún mucho por andar

Recorre las planicies de nubes
Explora las colinas de beatitud
Adéntrate en mares de éxtasis

Observa el continuo regenerarse
De las cascadas
De inmortalidad

Vive en tu nuevo mundo
Saturado de paz
Lleno de permanente regocijo

Haz florecer tu corazón
En instantánea primavera
Y cumple tus deseos inmediatamente

Familiarízate con tu nuevo hogar
Que ni siquiera ángeles
Quisieran abandonar

¡Y es por eso mismo
que tú debes hacerlo!
Si es que algún día piensas ser un maestro

Solamente los vasallos acuden al rey
Para pedirle cosas
En su trono

Se tú un verdadero rey
Carente de deseos
Completo, satisfecho, silenciosamente gozoso

No seas un gusano rastrero
No pierdas tu dignidad pidiendo
Rogando, mendigando, robando

Al fin y al cabo
¿Qué es lo que necesitas?
¿Y quién te lo dará?

¡Consuma tu unión con el bendito!
Perfecciona tu identidad con él
¡Y tira lejos las migajas que tienes en las manos!

¡No te unas a la manada de pordioseros!
Escucha: ¡Tú eres Dios!
¡Actúa de acuerdo a ello!

Sé digno de tu linaje celestial
Compórtate como un verdadero príncipe
Del reino espiritual

Ya satisfecho de las diversiones adolescentes
Sean mundanas o espirituales
Elévate en omnisciencia

Encontrarte a ti mismo
Significa trascender completamente
Cielo y tierra

Ir más allá de nubes y paraísos
Al eterno
Aquí y ahora

¡Que es de donde surgen
las miríadas de manifestaciones
que no son sino tú mismo!

¡El camino nunca empezó!
¡La búsqueda nunca terminó!
Puesto que ya sabes quién eres

Libre y completo
Eres la gota del océano
Y el océano mismo

Tremendamente despierto
Lleno de luz
Conciencia expandiéndose en realización

Todos los poderes del universo
Se esconden en la palma de tus manos
¿Los utilizarás?

La sabiduría milenaria
Pende de tu lengua
¿La compartirás?

Y tu corazón alberga
El misterio primigenio
¿Lo revelarás?

Una vez alcanzada la inmortalidad
El maestro decide qué debe hacerse
Y su palabra es indestructible

Con un pie en la eternidad
Y el otro sobre la cabeza de emperadores
Él solamente sonríe como un niño

Algo en sus ojos lo delatan
Una chispa, una chispa…
¡La que estuvo al inicio de todo!

¡Sabio discípulo, no desanimes!
¡No descanses hasta encontrar esa chispa!
Y penetra en los orígenes de la creación

En donde el bendito te espera
Con los brazos
Abiertos:

“Trasvasando el pórtico de la muerte
Y las luces de infinitos paraísos
Me he encontrado a mí mismo

Ya nada ni nadie me conoce
Salvo mi Señor
Salvo mi Señor

Con migajas en la boca
No comprendía la sabiduría
Ni me interesaba la rectitud

Pero hoy vivo ebrio de su vino
Esplendorosamente borracho de éxtasis
Junto con todos los átomos del cosmos

Él y yo somos uno
Lo sé, lo siento, lo soy
Uno

Tú también hijo perteneces aquí
¡Con nosotros!
Eternamente

Levanta la mirada
Alza tus ojos
Y abre el corazón

Ya que pronto
Haremos casa
Dentro de ti

No desmayes
Ni desesperes
Que estoy contigo

Dondequiera
Que estés
Yo soy

Perennemente
Yo soy
¡Yo soy!

A medida que crezca
Tu comprensión de la omnipresencia
Me verás cada vez mejor

Solamente soy un espejo
Reflejando a los santos, a los condenados
Y a Dios

Estando en tu corazón
Voy mucho
Más allá:

Aquí y ahora
Aquí y ahora
Aquí y ahora

¡Aquí y ahora!

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